Cómo crear un ecosistema de formación.

El Modelo 70:20:10 rompe con el reduccionismo de la formación a una sala, más allá de la dinámica de un formador. Aun cuando el 10% incorpora tecnología, este modelo requiere de la definición de un modelo de formación alineado a la cultura y objetivos de una organización concreta, tal como afirma Josh Bersin en ‘Corporate learning redefined’.

En este artículo exploramos algunas claves para los profesionales de Formación y Desarrollo, a la hora de configurar el ecosistema de formación para su organización, ante el reto de crear organizaciones ágiles en un contexto donde irrumpen cientos de herramientas y productos formativos cada año (Jane Hart, 2018). 

¿qué es un ecosistema de formación?

La RAE define ecosistema como “comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente”. La intención de aplicar este concepto a formación busca promover una visión más amplia que trascienda la sala de formación, compatible con el modelo 70:20:10, a la vez que se conectan dinámicamente las diferentes iniciativas de formación, formal e informal, y los múltiples recursos didácticos.

Un primer paso es tener claro que la configuración de un contexto condiciona qué y cómo se aprende; es clave reconocer desde el rol de L&D el desafío de dotar a la organización de la infraestructura tecnológica y física. Por ejemplo, la plataforma e-Learning no excluye el uso de una biblioteca online, que a su vez, potencien la experiencia presencial.

¿cómo aprenden hoy los adultos?

Al ver cómo ha evolucionado el modo de aprender de los adultos, podemos concluir en una coexistencia de tecnología, donde se combinan diferentes dinámicas de aprendizaje, con una fuerte caída en presencial aunque se ha revalorizado para experiencias donde es imprescindible compartir un mismo espacio físico. 

Bersin cuantifica este cambio en su reporte ‘UK Corporate learning factbook 2016’. Así se presenta la consolidación del modelo 70-20-10, donde las metodologías de formación se van equilibrando; las personas aprenden de forma diversa y complementaria, donde la tecnología no se limita al uso de un LMS, y aporta valor por el uso pedagógico y no por su simple uso en el delivery de contenido. 

Transformación digital de la formación.

'Fomentar la cultura digital' como clave de la transformación digital según McKinsey... y ahí es donde podemos agilizar la iniciativa de los participantes y la integración del eLearning. En la medida que los participantes usan la tecnología, tienen la oportunidad de avanzar desde un uso instrumental hasta una aplicación disruptiva de la misma.

El aumento de la digitalización de contenidos, sumado a la IA en el seguimiento y tutorización, ponen en valor la importancia del diseño creativo desde la perspectiva pedagógica. En conclusión, es importante poner en valor el diseño de la formación, desde el modelo hasta la configuración del ecosistema.

De ahí que tanto para el 20% como para el 70%, no es posible simplificarlo a una tecnología y para garantizar su impacto en una organización concreta, exige criterio para saber configurar el ecosistema de formación para una determinada organización.

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