Cómo desbloquear el compromiso y disfrutar el liderazgo

Cómo desbloquear el compromiso y disfrutar el liderazgo

¿Te has sentido frustrado porque las personas en tu equipo dependen demasiado de ti para saber qué hacer? ¿Te gustaría que mostraran más compromiso y autonomía?

Imagina que tu equipo cumple con los plazos, intercambia información de manera fluida y se anticipa a los desafíos, sin depender de una guía constante. ¿Te parece que eso refleja un mayor compromiso?

En esta edición de Cree.Ser tu empresa, queremos hablar de ese deseo que tienen muchos líderes: contar con personas que trabajen con iniciativa y propósito. Pero primero, una verdad importante:

Es tarea del líder guiar y construir el equipo. No solo para que las tareas se hagan bien, sino para alinear a las personas con un propósito común, donde se sientan parte de algo más grande. Ese sentido de pertenencia es lo que realmente activa el compromiso y el crecimiento.

Y tú puedes lograrlo, no solo generando un equipo comprometido, sino disfrutando de tu rol como líder en el proceso. ¿Te gustaría saber cómo?

Un equipo genuinamente comprometido

Un equipo que se compromete en serio, es un equipo que logra resultados expansivos. La manera en que logran sus metas los hace sentir orgullo, empoderamiento y pertenencia. Sienten que sus necesidades son satisfechas mientras contribuyen dando lo mejor de sí.

Cuando hablamos de resultados, nos referimos a aquellos que impactan positivamente en el día a día, permitiendo un crecimiento y desarrollo sostenibles. No se trata únicamente de cumplir con las metas propias de las áreas (como estándares de seguridad, calidad, etc.), sino de impulsar iniciativas que faciliten el logro de esas metas más específicas.

Si los objetivos cotidianos no se están alcanzando, son los proyectos del equipo los que pueden marcar la diferencia.

Por ejemplo, llevar al equipo a un espacio fuera de la rutina diaria para identificar mejoras —como la forma y oportunidad de compartir información entre áreas— puede transformarse en un proyecto clave. Al ejecutarlo, este proyecto no solo contribuye al cumplimiento de las metas diarias, sino que también fortalece el compromiso de todos hacia objetivos más significativos.

Por ello, generar compromiso no significa únicamente que las personas se dediquen a cumplir con sus tareas diarias. Se trata de fomentar una conexión más profunda, una que garantice que lo que hacen en la empresa aporta el máximo beneficio para todos, tanto para las personas como para la empresa.

En un proyecto reciente con uno de nuestros clientes, luego de reconocer el propósito de la empresa, el Director propuso un objetivo que fue crucial para empezar a cohesionar y alinear al equipo.

Antes de eso, cada líder de área tenía metas que cumplir y era común los desacuerdos porque cada uno daba prioridad a cumplir esas metas propias de la naturaleza de cada área.

El nuevo objetivo pretendía que el equipo se alineara hacia un mismo foco: el propósito de la empresa. 

Inicialmente, el Director temía que el equipo percibiera este objetivo como una carga adicional. Sin embargo, se aclaró que era un objetivo de alineación, no operativo. Precisamente, la integración de este objetivo ayudó a crear puntos de encuentro que facilitaron los acuerdos dentro del equipo.


¿Cómo fomentar el compromiso del equipo para alcanzar objetivos juntos y disfrutar del proceso?

Para lograr un compromiso auténtico y expansivo en tu equipo, primero debes hacer un cambio de rol. Es necesario salir del ciclo de micromanagement, que puede frenar la autonomía y la confianza del equipo, y reemplazarlo por un liderazgo que promueva el crecimiento.

¿Cómo hacerlo cuando eres tú quien sostiene el flujo de la operación? Empieza aceptando que este cambio será una transición, con un periodo de ajuste donde es natural que haya errores. En lugar de verlos como fallos que necesitas corregir, interprétalos como señales de lo que tu equipo requiere: ¿necesitan reconocimiento, oportunidades de crecimiento, sentirse conectados o seguros, o un entorno más estimulante?

El siguiente paso es enfocarte en el propósito de la empresa. Tu responsabilidad principal como líder es encarnar la misión. Al hacerlo, resolverás gran parte de lo que necesitas para construir un equipo comprometido.

El resto se trata de establecer directrices claras: visión, valores, reglas y criterios de calidad.

¿Y cómo disfrutar el proceso? Conectar con el propósito de la empresa te ayuda a recordar el tuyo propio. Al hacerlo, reconectas con tu esencia y comienzas a actuar de manera más congruente con tus valores, lo que trae mayor satisfacción y paz interior. Cuando tomas decisiones alineadas con lo que realmente te importa, encuentras una mayor felicidad porque desaparece el conflicto interno.

Controlar a tu equipo constantemente no te hace feliz. Puede que sientas cierta satisfacción momentánea cuando las cosas se resuelven gracias a tu intervención, pero este enfoque no es sostenible a largo plazo. Nadie crece, nadie gana.

Muchos líderes que eligen enfocarse en el propósito de la empresa logran romper con este ciclo agotador y redescubren sus verdaderas pasiones. Al delegar y confiar en su equipo, encuentran más creatividad y entusiasmo en su rol.

Cuando experimentas esta transición, puedes inspirar a tu equipo a encontrar su propio sentido de pertenencia a través del propósito. Y a medida que sus actitudes cambian, tu satisfacción crece, lo que potencia tu capacidad para influir en su desarrollo.

Dejas de centrarte en cumplir con la rutina y, en cambio, te enfocas en la mejora, la innovación y el crecimiento, guiados por un propósito común. Definir los objetivos se vuelve más natural, porque el propósito muestra el camino, y cada objetivo es una estación más en el viaje de crecimiento de la empresa.

Salir de la rutina y convertir el trabajo en oportunidades de creación y expansión es parte de tu misión. Y ahí es donde reside el verdadero disfrute de tu rol.

Generar el compromiso de tu equipo es más sencillo de lo que parece, siempre y cuando recuerdes que no se trata solo de que sigan instrucciones, sino de transformar el entorno laboral en un espacio de innovación y crecimiento.

¿Estás listo(a) para dar ese paso?


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