Cómo encontrar la actividad que lo potencia a nivel profesional

Si usted es una de esas personas a las que les ronda en la cabeza darle un nuevo rumbo a su carrera profesional porque no está completamente a gusto con su actividad laboral actual o se le ocurre de manera recurrente la idea de comenzar un emprendimiento que salga avante en medio de tantos que fracasan, este artículo le interesa.

En el best seller de 2007 'Empresas que sobresalen', Jim Collins identificó seis actividades clave que llevaron a cabo de manera natural y en otras premeditada, aquellas empresas que en un periodo de 20 años de análisis de la valorización de su acción en bolsa, tuvieron un desempeño más que sobresaliente. De todas ellas, el concepto del erizo tiene una fabulosa aplicación a nivel personal para ayudarnos a identificar ese algo, que si cada uno reconoce y desarrolla de manera disciplinada, le puede ayudar a enfocarse muy bien en su vida personal y profesional.

El concepto del erizo está inspirado en la fábula griega del erizo y el zorro. En resumen, el perfil del zorro es hacer muchas cosas a la vez, ser astuto y polifacético en la forma de cazar a sus presas. El perfil del erizo, por el contrario, está orientado a saber hacer muy bien una sola actividad: defenderse. Cuando utilizamos la estrategia del erizo en nuestras vidas, simplificamos nuestro complejo mundo de interacciones y posibilidades hacia una idea organizadora, que nos ayuda a unificar esfuerzos. Citando a Jim Collins: “Para el erizo todo lo que no se relacione en alguna forma con su idea (organizadora), no viene al caso.”

Los tres círculos del concepto del erizo

Para aplicarlo a nivel empresarial y personal es necesario tener una profunda comprensión sobre la intersección de las siguientes tres preguntas:

El objetivo principal de formularme recurrentemente estas tres preguntas es encontrar esa actividad simple y a la vez poderosa (intersección de los tres círculos), que me ayuda a guiar mi estrategia personal y profesional.

A continuación hago una explicación y reflexión a nivel personal de cada una de esas preguntas.

¿En qué puedo ser el/la mejor del mundo?

No es simplemente enumerar mis mejores capacidades, pues no necesariamente en todas ellas puedo ser el mejor del mundo. Mientras que de manera inversa, en lo que sí puedo ser el mejor del mundo, tal vez sea algo a lo que no me dedico en el momento actual. Indagar en qué puedo ser el mejor del mundo me ayuda mucho a identificar cuáles son mis dones innatos, aquello que desde pequeño hago de manera sobresaliente y se me facilita mucho hacerlo, pero que creo que todos hacen igual que yo. Hay personas que lo identifican claramente desde su infancia o juventud. Como ejemplos destaco el de Mozart, quien compuso su primera obra a los 7 años o a nivel de Colombia, Juan Pablo Montoya que ganó un campeonato de carts cuando tenía menos de 10 años.

Una psicóloga y amiga ya fallecida, Gloria Luz Correa, con muchos años de experiencia en orientación vocacional de alumnos de bachillerato, me reveló una manera para identificar esa habilidad o don innato en mi. Ella me dijo: “En momentos de crisis uno le ‘hecha mano’ a sus dones innatos para tratar de salir de ese momento difícil”. En mi caso, en el año 2004 identifiqué que enseñar era esa habilidad innata que me ayudaba en momentos de crisis.

El siguiente paso después de encontrar esa habilidad que se me facilita mucho hacer y que sospecho que puedo destacarme en ella si la llevo a cabo, es practicarla de manera recurrente, para convertirla en una fortaleza personal. Una analogía sobre este hallazgo, es comparable a encontrar un diamante en bruto en una mina. La siguiente tarea que debo realizar es tallar el diamante para hacerlo más brillante y más valioso.

¿Qué me apasiona ser o hacer profundamente?

 La idea clave al responderme esta pregunta es descubrir lo que me apasiona, no estimular mi pasión por muchas cosas. Igual que las compañías sobresalientes que se centran en las actividades que les apasionan, a nivel personal también es perfectamente aplicable el mismo concepto: voy a destacarme siendo o haciendo aquello que me apasiona. En la charla Tedx de Javier Cebreiros titulada "¿Qué hace único a un gran comunicador?" menciona como ejemplo clave de alguien apasionado por lo que hace, a Freddie Mercury, el fallecido cantante líder del grupo Queen. Por eso utilicé su foto en este artículo.

Es ese algo que amo ser o hacer y que refleja perfectamente mis valores. Una de las características de hacer lo que me apasiona es que pierdo la noción del tiempo al realizarla. Esto lo vemos en situaciones de ventas, cuando por ejemplo le hablamos a un cliente sobre aquello que le apasiona, esta persona no está pendiente del reloj, así nos haya dicho inicialmente que contábamos con unos pocos minutos para la cita.

Hace unos años, Jairo Villegas, un colombiano que desarrolló la “Auto observación neutro consciente”, me comentó una forma para identificar conscientemente aquello que nos apasiona: recordar aquello a lo que jugábamos con más agrado cuando teníamos entre 7 y 11 años. La razón de ser de ello es que cuando jugábamos a esa edad, nuestro cerebro liberaba endorfinas que nos producían una sensación muy placentera. Al revivir de adultos esa misma actividad en nuestro trabajo profesional, se siguen generando endorfinas en nuestro cuerpo, por esa fuerte conexión que se generó en nuestra infancia.

¿Qué mueve mi motor económico?

La respuesta a esta pregunta tiene que ver con identificar aquello que hago que genera mucho valor (bien sea económico y/o social) tanto para mí como para otras personas. Para las empresas, Collins recomienda medirlo en función de una razón financiera como Utilidad por visita del cliente o Utilidad por empleado, entre otras. Eso permite medir la eficiencia que tiene la empresa en generar recursos por una unidad determinada (empleados, clientes, consultas, etc.).

Una manera de responderla a nivel personal es identificar en cuáles actividades que realizo recibo una mayor remuneración, bien sea en dinero o como satisfacción personal. A medida que soy más consciente del valor que tiene esa actividad para mí y del impacto que genera en las personas con las que interactúo, puedo enfocar mis habilidades y recursos en potenciar ese tipo de actividad para reafirmar mi sentido de trascendencia personal y de servicio a la humanidad. En mi caso, es cuando enseño Negociación y creación de equipos de alto desempeño tanto en cursos para empresas o en la universidad.

Al responder las tres preguntas voy a encontrar una o dos actividades a través de las cuales pongo en práctica mi talento natural, me encanta realizarlas de manera recurrente, cada vez las hago mejor, siento que son las actividades con las cuales retribuyo más a los demás y tengo la satisfacción de ser remunerado por hacerlas.

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