¿Cómo encontrar tu IKIGAI?
El reto de encontrar tu propósito de vida
Encontrar tu misión en el mundo, tu gran porqué o el sentido de tu vida, es un reto tan completo que nos ha perseguido desde que el sapiens tiene uso de razón.
Desde Sócrates hasta Viktor Frankl pasando por el concepto japonés de Ikigai, todos nos acabamos haciendo la gran pregunta en algún momento de nuestra vida: ¿para qué estoy aquí?
Tu propósito de vida, la razón por la que existes o Ikigai, puedes llamarlo como quieras.
Para descubrirlo debes preguntarte por tu gran motivo,lo que te empuja a levantarte cada mañana y que veas este reto de autodescubrimiento como una oportunidad perfecta para hacer de tu vida algo que te motive y te llene de verdad.
Antes que nada, ten en cuenta que esa motivación y realización personal sólo se consigue conectando tu talento con tu propósito de vida, y eso es lo que vamos a hacer ahora.
Se trata de descubrir cuál es tu mayor punto de contribución al mundo, tu huella en el planeta, el legado que vas a dejar a los demás cuando ya no estés, y no estoy hablando de nada material.
Y para empezar, vas a responder a las siguientes 7 preguntas que van dirigidas a que conectes con tu verdadero talento, el talento escondido que llevas dentro y que solo tú conoces y que será la clave para descubrir qué quieres hacer a partir de ahora con tu única e irrepetible vida.
Vamos a ello:
Piensa una o varias cosas que te encantaría hacer y sospechas que se te darían muy bien.
Si has conseguido contestar todas estas preguntas, estás más cerca que nunca de saber quién eres, descubrir tu propósito, tu IKIGAI y vivir de tu talento siendo útil a los demás, y créeme que ese será seguramente uno de los días más felices de tu vida.
La clave de tu Ikigai
Antes de definir aún más tu propósito, tu Ikigai, debes saber que todos tenemos 2 etapas en nuestra vida, una primera parte donde aprendemos y exploramos posibilidades, nos equivocamos mucho y todo consiste en una prueba-error continua, y una segunda parte donde finalmente empezamos a disfrutar trabajando con nuestro talento, lo que nos gusta y se nos da bien.
Y eso significa trabajar libremente y sentir que lo que haces tiene sentido y aporta valor a los demás.
A algunos les llega unos cuantos años, y a otros les lleva una vida entera.
En mi caso tuve que buscar, explorar y probar durante más de 15 años después de acabar la carrera hasta que empecé a ver la luz de lo que quería hacer con mi vida, en grande, mi contribución al mundo, mi legado.
Llegar a ese punto no es sencillo, hace falta un grado importante de autoconocimiento para acercarte a tu propósito de vida, tu Ikigai, esa zona mágica donde confluye lo que te gusta hacer, lo que se te da bien, lo que la sociedad necesita y por lo que están dispuestos a pagarte.
La mayoría de las veces la gente no compra lo que haces, sino la razón porque lo haces, y ese es tu propósito.
Por tanto, la clave de todo es tu “porqué”.
Y eso lo podemos aplicar tanto a personas como a proyectos personales. Si no tienes clara tu motivación y no hay un propósito detrás de lo que haces, inevitablemente acabarás desmotivado.
Sin embargo, si enfocas tu energía en un propósito, además de hacer realidad lo que te propongas también lograrás vivir de ello a largo plazo.
Las personas con un propósito claro estimulan más su talento, motivándose más a ellos mismos y a los demás. ¿Cuándo fue la última vez que te paraste a pensar cuál es tu propósito de vida?
Lo primero a plantearte si lo que haces, trabajo, actividades o negocio están alineados con tu propósito de vida, tu razón de existir, cómo vas a trascender o por qué te gustaría ser recordado cuando ya no estés.
Y tu forma de vida no sólo debe estar destinada a cumplir tu propósito y generarte ingresos sino también a ser útil a los demás.
Tus 4 áreas vitales
Para ello intenta encontrar el nexo de unión entre estas cuatro áreas vitales:
1. Lo que más te gusta hacer. Todo lo que se te ocurra que te hace sentir bien y feliz, no lo pienses mucho, escribe rápido según te venga a la cabeza. No lo juzgues, no te juzgues, simplemente escribe lo que te apasiona.
2. Lo que el mundo necesita. Centrarte solamente en lo que te gusta puede acabar dirigiéndose al egoísmo, pues parte de la felicidad radica en trascender de alguna manera más allá de tu propio beneficio. En el fondo todos buscamos ser útiles a los demás de alguna forma y aportar valor a la sociedad.
3.Por lo que te podrían pagar. Además de hacer lo que te gusta y el mundo necesita debes preocuparte también de generar ingresos, para vivir y para crecer. Este baño de realidad es necesario a la hora de hacer encajar estas 4 áreas vitales, pues después de todo tienes que ganarte la vida de alguna forma.
4.Lo que se te da bien hacer. Definir esta área vital es más complejo de lo que pueda parecer, pues eres tú mismo el que conoce mejor que nadie tu talento, tus virtudes y habilidades. No sólo las que ya conoces, sino las que puedes desarrollar si te formas adecuadamente. Es importante que no bloquees tus aspiraciones simplemente porque creas que algo no se te da bien o porque alguien te hizo creer eso.
En esta infografía podrás ver de forma gráfica que tu Ikigai es el espacio donde coinciden estas 4 áreas vitales:
Tu propio IKIGAI
Pues bien, el punto en el que confluyen esas cuatro áreas es lo que los japoneses denominan Ikigai, que viene a ser el sentido de tu vida, tu razón de ser, tu propósito. Esa misión para la que estás aquí y nadie más que tú puede hacerlo tan bien como tú.
Este es el concepto de debes interiorizar como el porqué de tu existencia que casi todos luchamos por encontrarlo y simplemente no lo logramos porque a veces avanzamos en dirección opuesta a nuestros intereses.
Todos tenemos nuestro Ikigai, pero para llegar a él necesitamos un profundo autoconocimiento, para después de conocernos mejor poder encontrar nuestro propósito.
Ahora vas a diseñar tu propio IKIGAI para que lo tengas siempre presente como una brújula para cuando más la necesites, así que con esos estos cuatro criterios trata de completar tus cuatro áreas vitales en la siguiente tabla:
1.- LO QUE MÁS ME GUSTA HACER
2.- LO QUE EL MUNDO NECESITA
3.- POR LO QUE PODRÍAN PAGARME
4.-LO QUE SE ME DA BIEN
¿Cómo te ha ido?
En mi caso yo también me he animado a hacerlo y este es mi resultado:
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1. LO QUE MÁS ME GUSTA HACER
2. LO QUE EL MUNDO NECESITA
• Escribir, leer, aprender
•Más conocimiento y educación
• Hablar con la gente
• Más igualdad y justicia
• Viajar
• Más oportunidades para todos
• Descifrar el mundo
• Más emprendedores
• Ayudar a los demás
• Más colaboración y menos competitividad
• Dibujar y hacer fotos
• Mi familia y amigos necesitan más tiempo conmigo
• Tocar el ukelele, la guitarra
• Más iniciativa
• Correr maratones, la montaña, el mar
• Más conciencia
3. POR LO QUE PODRÍAN PAGARME
4. LO QUE SE ME DA BIEN
• Ahora mismo me pagan por colaborar como ingeniero, como profesor de universidad, emprendo e invierto en startups, y tengo mi propio programa formativo de transformación profesional para emprendedores
• Se me da bien escribir, expresar, estructurar y argumentar ideas.
• En el futuro me gustaría extender más y mejor mi conocimiento tanto en infoproductos digitales como en formaciones sobre mentalidad, emprendimiento y transformación profesional.
• Se me da bien escuchar y hablar con los demás para orientarles sobre sus problemas. Creo que soy un buen mentor empático y asertivo.
• Se me da bien sintetizar y ordenar información.
Recuerda que no importa en qué etapa estás de tu vida, simplemente no pierdas de vista tu objetivo final y no dejes pasar los años sin un rumbo definido y una meta clara que te acerque a dónde quieres estar.
Algunos secretos para ayudarte en tu búsqueda
Sé que hacer este ejercicio de introspección no es fácil, como te decía puede llevarte años, puedes bloquearte, agobiarte y acabar desistiendo para seguir en el bucle sin salida de una vida insatisfecha dominada por el victimismo, la queja y las frustraciones.
Sin embargo, existe una fórmula de sólo 4 pasos, que a mí en concreto me ha funcionado muy bien, para que recuperes el rumbo de tu vida y sigas el camino de tu propósito, tu gran porqué:
1.Imagínate tu futuro, el que quieres para dentro de unos años, cómo quieres ser y donde quieres estar, esa va a ser tu meta personal. Escríbelo.
2.Obsérvate en este momento, quién eres, cómo eres, dónde estás ahora, esa va a ser tu realidad actual, tu punto de partida. Escríbelo.
3.Describe todos los obstáculos y miedos que te agobian, te limitan y no te dejan avanzar en ese nuevo yo que estás buscando. Esas van a ser las opciones que vas a enfrentar. Escríbelos.
4.Y por último haz una lista de todo lo que quieres cambiar en tu vida, en orden y con prioridades, ese va a ser tu plan de acción a seguir para reinventarte y así poder evaluar tu progreso y comprometerte para no abandonar a la primera. Escríbelo.
El objetivo de todo esto es que no te quedes como un simple observador pasivo de tu propia vida, sino que asumas la responsabilidad que te toca de crear tu propio plan de vida para encontrar sentido a todo lo que haces.
Y para eso necesitas estar comprometido a reinventarte y escribiéndolo podrás recordarlo continuamente.
Recuerda que todo esto lo haces porque tú quieres hacerlo, no porque nadie te obligue.
No olvides que tu propósito de vida o IKIGAI no te va a caer del cielo como una revelación.
Como todo en la vida es un proceso basado en el esfuerzo y la perseverancia, una prueba-error contínua hasta descubrirlo, practicarlo, ser bueno en ello y ganarte la vida haciéndolo.
Y si aún no tienes claro lo que quieres, no pares de explorar. Investiga, viaja, conoce el mundo, interacciona, pregunta, relaciónate, prueba muchas cosas y equivócate hasta que finalmente te llegue la inspiración. Este es tu camino para encontrar tu Ikigai y la claridad en tu vida.
Por tanto, el primer paso siempre ha de ser la acción, pues sin acción no puedes iniciar esa curva de aprendizaje que te llevará a descubrir tus habilidades y tu pasión.
Es decir, sea lo que sea lo que estás buscando pasa a la acción, prueba, aprende, práctica, viaja, interacciona, equivócate y vuelve a probar.
Y ahora, ¿te animas a descubrir tu IKIGAI?
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Master de Liderazgo y Habilidades Directivas en GADE Business School
6 mesesCreo que el tiempo que estamos en esta Vida debemos darle un sentido. Es una oportunidad única, un reto. Todo depende de cómo lo afrontemos, dejar el modo automático, dejar de intentar agradar a otros y empecemos x nosotros mismos. El dinero no da la felicidad, aunque ayuda, tampoco compra la Paz, la Integridad, la Honestidad, la Humildad, el Compromiso, la Coherencia, la Escucha, el Diálogo...esas cosas no se compran, ni se venden. Se tienen y se logran en el Camino de la Vida, si hay voluntad, claro. Ayudar, sí, tb a quien lo merece (personas sin sesgos, ni discriminaciones), defenderse, tb. Sólo se avanza cuando te reconoces y la mochila que llevas pesa menos que tú conciencia. Pongamos Vida a los años e intentemos ser mejores personas. Saludos y buenas noches