¿Cómo es la vida de un estudiante universitario?

¿Cómo es la vida de un estudiante universitario?

Percepción e inicio

Al llegar tus resultados de haber sido aceptado en la facultad que escogiste, llena en ti una alegría que marca un inicio y un final; tal sentimiento es recordado por el resto de nuestras vidas. Nos imaginamos el caminar entre los pasillos llenos, saludando a nuestros compañeros y abrazando a los amigos. Observas las finitas pero numerosas actividades que puedes experimentar y quieres comerte al mundo. La madurez llega sin que lo notemos, aunque el infante que llevamos dentro salga y se muestre en algunas ocasiones.

Los aprendizajes que recibes los primeros semestres se sienten tan naturales como también impactantes, pues, ya no hay conocimientos generales sino específicos a lo que buscas. Sin embargo, sólo es el comienzo de las tantas aventuras y experiencias que se adquieren durante este proceso de entrenamiento. Conoces personas y maestros que se quedarán por muchos años de nuestras vidas; a veces físicamente y otros en recuerdos. Te das cuenta que los compañeros son más que risas y diversión, sino que son contactos que seguramente en el futuro te ayuden demasiado. Por momentos dudas de seguir, dudas de tus capacidades, incluso de la institución. Sin embargo, yo me dí cuenta que estaba en el lugar correcto, sólo que tenía que hacer más cosas.

¿Soy suficientemente bueno?

Es normal esta pregunta ronde por nuestra mente en las madrugadas, al hacer una tarea o al terminar un examen, hasta al concluir un semestre. Pero pocos han tenido amigos o maestros que te ayudan a descubrirlo, y ¿Cuál es la mejor opción para descubrirlo? Explorar, empezar a "volar". Para mí fue muy importante el tocar fondo, porque fue el momento donde me decidí a hacer cosas diferentes. Tuve miedo, pero cambié mi personalidad, ahora, cuando siento miedo es cuando tengo que saltar y explorar ese camino que no conozco. Empecé a escribir un libro, un proyecto que no me hubiera atrevido a hacer sino hubiera sido por un buen amigo. Decidí aprender un programa que nunca pensé aprender y ahora hago ilustraciones, tal vez no sean las mejores, pero sé que en cada una aprendo mucho y si continúo haciéndolo, seré mucho mejor. Tal vez no encontré mi talento oculto, pero conocí algunas habilidades que me pueden fortalecer en mis próximos trabajos.

Siempre he creído que cada persona tiene un consejo o una enseñanza de la cual debes aprender, y con estos nueve semestres de experiencia en facultad lo sigo diciendo. He aprendido de maestros, entrenadores, amigos, hasta de los intendentes, pues, sólo es ver lo que otros no ven.

El fin de la carrera ¿Sé lo suficiente?

Al acercarse el fin de nuestra carrera, llega un sentimiento de agobio al no saber si estamos lo suficientemente preparados para afrontar lo que viene. La respuesta siempre será que no, porque siempre hay algo nuevo por aprender. Puedes ser el más inteligente de la carrera, pero te puede faltar experiencia laboral, o viceversa, pero no hay que sentirse menos o incompetentes, sino de motivación para seguir creciendo. Yo no tengo tanta experiencia laboral, pero mi actitud y las ganas de aprender me pueden ayudar a fortalecer esa debilidad que tengo. El miedo nunca va a desaparecer, pero siempre hay que vencerlo, esa será la única forma de seguir avanzando.

Diego de Jesús Salazar Guerrero

Estudiante de noveno semestre en Mercadotecnia y Gestión de la Imagen

Martha Pineda

★Strategic content development ★Marketing ★Copywriter ★Storytelling ★Editorial Services ★Speaker ★Writer ★LinkedIn enthusiast

2 años

¡Muchas gracias por compartir tus reflexiones Diego Salazar, el mayor de los éxitos y platícanos más de tu libro!

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