¿Cómo evito que mis clientes reboten mi trabajo? con 3 preguntas
Durante un taller que doy sobre composición lírica, un asistente me pregunta, ¿Cómo es tu proceso cuando colaboras/trabajas con artistas? ¿Cómo logras afrontar la pelea de egos?
La pregunta me tomó por sorpresa, pues realmente en una Industria como la música, siempre hay una pelea de egos, sobre quién tiene la razón y quién sabe más. Sin embargo, a lo largo del tiempo pude idear una fórmula para evitar que haya una pelea de egos que culmine en que los clientes con los que trabajes reboten tu trabajo, basado en la teoría del 'Golden Circle' por Simon Sinek.
Tal como expresa la teoría de Simon, empecemos por el '¿Por qué?'.
Cuando inicio un nuevo proyecto la primera pregunta que le hago a mi cliente es ¿por qué quieres hacer esto? Seguido, suele venir una cara de confusión, y una mirada al vacío, pero el 80% de las veces viene alguna de estas dos respuestas:
- Quiero vender más: directo, al grano.
- Quiero expresar una idea: emoción y sentimentalismo.
Ninguna de las anteriores es incorrecta, tienen claro su objetivo. Pero las dos buscan metas diferentes.
Esta respuesta es fundamental, pues te da indicio de hasta dónde llegar. Si te buscan para un proyecto donde la intención es que con tu trabajo, tu cliente venda más, te están contratando por tu talento, por la forma en la que ves las cosas y transmites una idea, pues confían en que con cualquier brief puedes resolver su problema. Eso resuelve a que puedas meter de tu propia cosecha para lograr la visión conjunta.
Haciendo una anti-tesis a lo anterior, cuando un cliente te busca porque su objetivo es expresar un sentimiento, una emoción, lo que busca es que lo ayudes a comunicar esa idea, no requiere que metas de tu una parte creativa, aun si en tu opinión lo ayudas a expresar la idea mejor. Aquí es donde se produce una pelea de egos que nunca acaba.
Las Referencias: El poder del ¿cómo?
Las referencias son vitales en la Industria Creativa, y lo indispensable del cómo es saber el qué. La pregunta fundamental es ¿Qué te gusta de esta referencia? o ¿Si hubieras hecho este trabajo, qué hubieras hecho diferente? En esta pregunta estamos en la cabeza de nuestro cliente, con sus palabras expresa lo que le gusta. En este proceso salen palabras divertidas como "es fresco", "es juvenil", "tiene punch". Nuestra tarea es traducir este vocabulario en nuestro lenguaje técnico, y evitamos totalmente el famoso "lo quiero más azul", "quiero que tenga más galleta", sin saber a qué se refiere. Como lo muestra este divertido sketch de Hecatombe.
"Qué", lo más fundamental y raíz de los problemas.
Cuando trabajamos con alguien externo a nuestro círculo, es necesario establecer bases para una óptima comunicación. Preguntas básicas como ¿Qué esperas del trabajo? o ¿Qué quieres transmitir? nos pueden salvar de varias horas de trabajo perdido. Saber qué haremos, es tan básico y fundamental en las bases de la comunicación, que solemos olvidarlo, lo que causa que hagamos cosas que no nos pidieron, trabajemos de más, y devenga en que nos reboten el trabajo. No trabajes de más.
Estas 3 preguntas han sido fundamentales en mi proceso de comunicación con clientes dentro y fuera de la Industria de la música. Cuéntame, ¿qué procesos usas tú para establecer buenas bases con tus clientes?
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