Cómo fue el lanzamiento de Kubadili y qué aprendí

El viernes 19 de mayo, el día después del Festival de Innovación y Tecnología Social que organizamos desde Wingu, hicimos el lanzamiento de Kubadili. Esta iniciativa tiene como objetivos acercar el Scrum y las metodologías ágiles a ONG y Gobiernos.

Mi objetivo aquí es compartir la satisfacción de llevar adelante los proyectos de forma experimental y cuánto se puede aprender haciendo.

 Este proyecto nació hace mucho tiempo con el deseo del equipo de Liqueed y de Wingu de acercar estas metodologías que se suelen utilizar mucho en la industria del software y el mundo privado a las personas del sector social. Estamos convencidos que cambiar la manera en que los equipos se organizan en el día a día incorporando scrum puede facilitar la adaptación y anticipación a los cambios de un entorno en constante cambio.

Sin dudas, nos llevó tiempo crear Kubadili que, por cierto, significa “Switch” en Swahili. Parte del agradecimiento es al programa Global Competitiveness Program de Georgetown University. Durante los tres meses que pasé en Washington DC me propusieron poner una fecha de lanzamiento y un plan de acción. Creo que ese es uno de los primeros aprendizajes: poner una fecha y no cambiarla. En este caso nos costó mucho llegar con todo listo, pero lo hicimos y dentro de todo el resultado fue positivo. Para los asistentes salió muy bien,y con el equipo que lo llevamos adelante fuimos un poco más críticos en la “Retro Abierta” que hicimos una vez que terminó el taller.

De los aprendizajes, creo que hay dos cosas que me quedaron muy marcados. La primera es que cuando trabajamos con personas profesionales y optimistas las cosas no pueden salir mal, porque todos confiamos en que vamos a encontrar soluciones y esa predisposición es muy potente.

La segunda es la ya muy conocida “abrazar la ambiguedad”. No esperar que todo esté definido a la hora de lanzar y confiar en el equipo. Creo que la falta de certezas puede significar un gran esfuerzo, sin embargo ir definiendo en base a las necesidades del grupo con el que se trabaja puede dar buenos resultados.

Por último, compartir que siempre supimos que este lanzamiento sería nuestro Producto Mínimo Viable (PMV), como un experimento. Ahora estamos listos para repetir esto y que empiece a crecer porque sin dudas hubieron cosas que salieron mal, pero fueron en una escala pequeña y les aseguro que no se van a repetir porque nosotros aprovechamos los errores para aprender :)

Fue un placer compartir esta experiencia con Alan Cyment, Ana Dorado, Ariel Ber, Mario Roset, Marcelo Frete y Milagros Muzic.