Cómo hacer una buena oferta de empleo
Todo proceso de selección empieza con la definición perfil, es decir, el conjunto de conocimientos, habilidades y competencias que debe tener el candidato a buscar. Se habla mucho de que actualmente el mercado laboral está del lado de los candidatos, por lo que si realmente buscas el mejor talento ya no basta con pedir, sino que hay que dejar bien claro lo que se ofrece.
(Simplificación de los pasos en un proceso de selección)
Lo que se pide
- Años de experiencia: Aunque no son un factor decisivo en los procesos de selección, sirven como marco de referencia a los candidatos para saber si es un puesto que tener en consideración.
- Requisitos técnicos: Son los conocimientos, idiomas, herramientas y metodologías que se buscan en el candidato. Lo importante aquí es ser consciente de que, como mencionaba en mi artículo anterior, no consiste en hacer una carta a los Reyes Magos con 20 requisitos distintos, sino tener claro cuáles son necesarios y cuáles deseables. Igualmente, una falta de requisitos provocará la recepción de candidatos muy variados.
Si lo único que pides es un coche amarillo, cualquiera de estos te sirve ;-)
- Competencias personales y sociales: También llamadas "soft skills", son el conjunto de habilidades que permiten a la persona relacionarse con los demás, desempeñar su trabajo de forma satisfactoria y alcanzar los objetivos marcados. Si bien es cierto que lo ideal sería tenerlas todas, nadie es perfecto, y al igual que con los requisitos técnicos hay que hacer una selección de las más relevantes para el puesto.
Lo que se ofrece
- Funciones: ¿Acaso es lo mismo desarrollar una aplicación de escritorio que una web, aunque se utilice el mismo lenguaje para ambas? ¿Participar en su creación desde 0 que encargarse de correctivos y evolutivos? Estos son aspectos que ayudan al candidato a hacerse una mejor idea del proyecto y cuáles seran sus responsabilidades en caso de resultar seleccionado.
- Proyecto: Los candidatos quieren saber por lo menos el tipo de proyecto donde van a desarrollar su trabajo, aunque en la oferta no se entre en mucho detalle. Por ejemplo, puede haber un candidato que tenga gran interés en trabajar para proyectos del sector aeronaútico pero descarte automáticamente trabajar en el sector bancario, aunque las funciones que vaya a desarrollar sean similares en uno y otro puesto.
- Salario: Si bien es cierto que en ocasiones la banda salarial suele ser bastante amplia, es recomendable tener una cantidad de referencia. Por mucho que se hable de otros aspectos como las condiciones de trabajo o los beneficios, el salario es uno de los factores más decisivos para los candidatos a la hora de valorar las ofertas; y en muchas ocasiones si esta información no aparece ni siquiera se van a inscribir.
- Beneficios: Esta categoría engloba desde lo que se considera retribución flexible (ticket restaurante, seguro médico), hasta otros servicios que pueda ofrecer la empresa como gimnasio, guardería...
- Duración: Conviene dejar claro desde el principio si es una posición estable o un proyecto con una duración determinada.
Con todos estos elementos conseguirás una oferta que realmente llame la atención de los candidatos y que mejore la calidad de los inscritos.
Gracias a mis compañeras Mónica Argüello y Susana Sobrino por darme la idea para el artículo y ayudarme en su redacción.
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