- Selección del vino: Es importante elegir un vino con potencial de guarda, que muestre una evolución interesante a lo largo del tiempo. Los vinos tintos con buena estructura y acidez suelen ser ideales para catas verticales.
- Número de añadas: Se recomienda seleccionar al menos 3 o 4 añadas, preferiblemente consecutivas, para apreciar la progresión del vino.
- Orden de servicio: Se suelen servir las añadas de menor a mayor edad, permitiendo apreciar la evolución del vino desde su juventud hasta su madurez.
- Condiciones de cata: Es fundamental garantizar una temperatura adecuada y copas apropiadas para cada tipo de vino.
- Guía experta: Contar con un experto que guíe la cata y comparta conocimientos sobre el vino y la bodega enriquece la experiencia.