¿Cómo pueden los estudiantes extranjeros ayudar a tu Universidad a conseguir mejores resultados académicos?
La presencia de estudiantes internacionales en las universidades españolas mejora el prestigio, los resultados académicos y, por ende, la calidad de los centros educativos. En este artículo analizaremos cómo nutrir este ciclo.
La movilidad internacional es una realidad a todos los niveles, y el sector de la educación no es ajeno a ella. España acogió en el curso 2021-2022 (último año del que hay datos oficiales) a 135.474 estudiantes extranjeros, que eligieron las universidades de nuestro país para cursar un grado, un máster o un doctorado.
Son cifras que acentúan la calidad del sistema educativo, porque muchos alumnos eligen la educación española, y ayudan a mejorar la reputación y los resultados de las universidades gracias al intercambio que se produce entre diferentes sistemas educativos. No obstante, antes de llegar a ese punto, considero imprescindible profundizar en las estrategias que deben poner en marcha los centros educativos para atraer al talento internacional.
¿Cómo atraer al mejor talento internacional?
Los estudiantes de intercambio que eligen las universidades españolas no lo hacen por casualidad. Mi experiencia me dice que detrás de esta búsqueda de talento internacional debe haber una buena estrategia de captación, basada en la excelencia y en la capacidad de ofrecer una propuesta de valor clara, que mire más allá de nuestras fronteras.
Los programas específicos para estudiantes internacionales siempre funcionan. Se basan en ayudas financieras dirigidas a los mejores estudiantes de cada país, y también pueden ser becas vinculadas a ciertas áreas de investigación o a programas académicos de alto rendimiento.
Por ejemplo, hay universidades españolas, como la CEU San Pablo o Nebrija, que ya ofrecen programas académicos con reconocimiento internacional en áreas de alta demanda, como el sector LegalTech o la avanzada Inteligencia Artificial. Sé de primera mano que los estudiantes de intercambio las perciben como titulaciones de prestigio y una formación que puede abrirles muchas puertas de cara al futuro.
Otro aspecto imprescindible de la estrategia que planteo para atraer estudiantes extranjeros pasa por firmar acuerdos de colaboración entre las universidades. No me refiero únicamente a facilitar la movilidad de los alumnos, sino también a convenios de doble titulación y a una red de apoyo completa, por ejemplo. Debe incluir servicios de tutoría, programas de integración cultural o clases de apoyo en el idioma local para que los alumnos puedan alcanzar su mejor nivel y aprovechen al máximo la experiencia.
Hay que tener esto en cuenta, porque es importante: para buscar talento en el extranjero es imprescindible establecer relaciones sólidas con aquellos países con alto potencial educativo. Hay muchísimas regiones, como las del sudeste asiático, con estudiantes brillantes que encuentran en Europa, y sobre todo en España, una oportunidad para seguir formándose.
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Los estudiantes extranjeros mejoran la reputación de las universidades
Como ya sabréis, el impacto de atraer estudiantes extranjeros no se limita solo y estrictamente al ámbito académico. Refuerza la imagen de las universidades en el panorama internacional, hará que escalen en los rankings, y se percibirá más a menudo como una institución abierta, innovadora y muy competitiva.
A fin de cuentas, tener una estrategia definida ayuda a obtener mejores resultados académicos. Estas son las ventajas más evidentes que he observado:
Y lo que más valoro es la influencia que los alumnos de intercambio tienen en el ámbito de la investigación. Por ejemplo, los que se matriculan sobre todo en másteres y doctorado suelen participar en proyectos de investigación avanzada. Publican artículos, participan en ponencias y en definitiva contribuyen a la producción científica de la propia universidad.
Sería injusto no reconocer que estos logros fortalecen a la institución y, por supuesto, aportan prestigio a los programas. Y una vez superada la etapa académica, muchos estudiantes de intercambio mantienen vínculos con sus universidades de origen, lo que también da pie a otro tipo de colaboración académica y a redes de investigación internacional que, en última instancia, fortalecen la posición de la universidad en el ámbito global.
Tampoco nos podemos olvidar de estos aspectos:
Está claro que invertir en atraer estudiantes extranjeros, siempre con una buena estrategia detrás, mejora el presente de las universidades y establece una base muy sólida para el futuro. Se conseguirá en los centros de estudios un ambiente diverso culturalmente, rico en perspectivas e ideas innovadoras y mucho más fiel a la realidad de la sociedad globalizada en la que vivimos.