¿Cómo reconducir a un niño con características de Niño Emperador?
El Síndrome del Niño Emperador es un fenómeno cada vez más común como consecuencia de "la moda" de la educación permisiva; se caracteriza por tratarse de niños poco empáticos, agresivos y empoderados a tal punto que pueden llegar a maltratar a su familia cuando no obtienen lo que desean. Publicación 13.02.2019 ¡Atención! Cuidado con el Síndrome del Niño Emperador.
Si hay un emperador, entonces hay súbditos que son los padres o los abuelos. Un Niño Emperador suele aparecer a los 5 años con maltrato, en la mayoría de veces hacia la madre. Cuando estos niños llegan a los 12 años, si no se ha hecho un trabajo emocional social, hay casos documentados de agresiones a padres o abuelos.
Según mi experiencia, las características del Niño Emperador se pueden agudizar en dos momentos de la vida escolar, al momento del cambio del nido a primaria y, en el salto de primaria a secundaria (un tercer momento puede verse con el cambio de colegio). Una vez que empieza la adolescencia, a los 15 o 16 años, las actitudes tiránicas son muy difíciles de reconducir. El lograr encaminar a estos niños no será fácil, lo primero con lo que hay que lidiar es con la condescendencia de los padres que intentan “normalizar” las conductas con frases como “es que tiene el carácter de la abuela” o “yo también era así a su edad”. Lo que realmente pasa es que los padres quieren evitar el problema de poner reglas y todo lo que ello conlleva.
Mi primera recomendación como en todo tipo de problema es aceptar que hay un problema y comunicarlo al colegio y/o a su psicólogo para iniciar un plan de trabajo conjunto. Probablemente no sea fácil, por lo que hay que tener mucha paciencia.
El plan de trabajo debe incluir las siguientes pautas:
- Hay que felicitar más y castigar menos. Hay que recordar que siempre es mejor un refuerzo positivo como premiar o felicitar antes que castigar. El niño debe sentirse querido, pero esto no se logra con regalos materiales sino con tiempo y afecto.
- Reglas claras y coherencia. Los padres deben ponerse de acuerdo de como van a actuar, como van a premiar, como van a felicitar y como van a castigar si el hecho lo amerita. Si hay que castigar, se castiga. ¡Las reglas deben ser claras y sobretodo deben respetarse los acuerdos!
- No amenazar. Frases como "Esta es la última vez", así como los castigos sin cumplir disminuyen aun más la figura de autoridad de los padres. Si se acuerda un castigo, así nos duela como padres, debe cumplirse.
- Acompañar. Acompañar y supervisar las actividades de los hijos, enseñar que el error es parte del camino. Estos niños tienden a no querer hacer nada nuevo por la incapacidad de solventar los errores, hay que fomentar nuevas actividades y acompañarlos en las mismas.
- Paciencia y comunicación asertiva. El camino no es largo, sino permanente; así que la paciencia es un valor indispensable. Además, los padres debemos ser asertivos, esto implica ser firmes en nuestras decisiones, pero escuchando, comunicando y respetando a nuestros hijos.
- Responsabilidades. Dar responsabilidad de acuerdo con la edad y desarrollo. Enseñar a los niños a participar en las tareas del hogar, en su autocuidado y usar rutinas de trabajo se asocia con un desarrollo saludable y resiliente. La creencia que ellos pueden influenciar en lo que sucede a su alrededor, hace que pierdan el temor a que las cosas suceden por “causas ajenas” a su control. Publicación 19.12.2018: Resiliencia, la capacidad para superar situaciones adversas, saliendo fortalecido.
- Sociabilidad y empatía. Hay que enseñarles a sociabilizar, cultivando y valorando amistades y también hay que enseñarles a entender a los demás, poniéndose en el lugar del otro y comprendiendo sus sentimientos. Publicación 19.11.2018 ¿Qué es inteligencia emocional?
administradora en mabel condemarin sac
5 añosExcelente articulio. Muy cierto los padres de estos tiempos son muy permisivos y no asumen la responsabilidad de educarlos. Estan esperanzados en q los eduquen en el colegio grave error.