¿Cómo resolvemos esta crisis?
Advierto que no soy economista y tampoco quiero dar una visión política. Mi interés en esta cuestión es personal, familiar, humano. Si pensamos por un instante cómo va afectar esta crisis al mundo, creo que dentro de toda la tormenta salen a la luz los pro y contra de las características propias de cada cultura. No es lo mismo enfrentar temas en países donde la salud está resuelta, a un país donde las carencias básicas como una mascarilla prácticamente no existe. Ahora bién, si pensamos en estos días de cuarentena, quedándose en casa, cómo resolvemos el tema de los ingresos para las cosas necesarias para vivir. Podemos aguantar ¿cuanto? ¿1 mes? ¿3 meses? ¿1 año?. Indistintamente del nivel económico, esto tiene una consecuencia. Más allá de los bonos que no sabemos hasta donde alcanza el bolsillo, hay que pensar en la economía familiar paralela. Miles de personas que viven al margen de un contrato y asistencia social. Pienso en los migrantes que veíamos ofreciendo agua o bebidas en las calles. Pienso en los emprendedores que hacen lo posible por sacar adelante su sueño, sin ninguna clase de ayuda, y que los créditos le resultan una trampa mortal porque la incertidumbre es el pan que los alimenta día a día. Pienso en el sistema que necesita funcionar, producir y crecer. Creo que hemos llegado a un punto donde tenemos que concentrarnos a un diálogo social, que nos permita comprender la dimensión de lo que significa ser comunidad-país en estos momentos. Hay que repensar todo y eso en vez de asustarnos debiera impulsarnos al desafío de qué y cómo queremos construir este país de ahora en adelante. Creo que en este punto es necesario declarar que no todo es económico sin poner al centro de nuestra mirada al Hombre, al ser humano. La economía no debiera ser un fin en si misma. Es resultado de los acuerdos sociales, para la sociedad y el mundo.
Es por eso que me planteo la urgencia de un diálogo social, justo ahora, en medio de esta crisis, cuando los efectos se pueden ver y apreciar. Si estamos en casa y pudiéramos disponer de una hora para anotar las cosas que nos parecen importantes de incluir en este sueño de país, aprovechemos el tiempo, ganemos, crezcamos como seres humanos que viven en sociedad y por lo tanto trabajan en para ella. No nos olvidemos que las sociedades nacieron para el bien común, generaron las leyes para la justicia, edificaron colegios y universidades para el conocimiento, no olvidemos en sentido primario que nos unió. a mi parecer, esa es la fórmula. Tenemos desafíos por delante, nadie sobra, todos sirven. Deberíamos observar esta crisis como una excelente oportunidad, es un sueño, es posible, comencemos ya. Cuidémonos Todos, ánimo, haga su aporte donde crea necesario.
Paulo Avilés.