¿CÓMO ROMPER EL CICLO DE LA PARADOJA DEL EMPRENDEDOR?

En mi última entrega, exploramos la paradoja del emprendedor: el fenómeno de conocer lo que se debe hacer, pero no actuar en consecuencia. Esta semana, he tenido otra experiencia con un cliente que revela nuevamente este dilema: la falta de apreciación del valor de la transformación y un miedo arraigado al cambio.

En un mundo donde el status quo parece funcionar, la probabilidad de que estos empresarios abracen el cambio disminuye aún más. La percepción de suficiencia personal se erige como una de las principales barreras. Con una actitud de "yo me las sé todas", muchos atribuyen los problemas a factores externos, como el mercado o el gobierno, evitando la autocrítica y la búsqueda de soluciones efectivas.

Además, he notado una profunda desconfianza hacia las soluciones sencillas. Muchos creen que un problema simple debe tener una solución complicada; parece difícil aceptar que la simplicidad puede ser la clave. Recuerdo un artículo de Edward de Bono titulado "Terror a la Simplicidad", donde él aboga por una cruzada contra la tendencia de complicar las cosas. Me uno a esa cruzada; el mundo la necesita.

Entonces, ¿Cómo pueden los empresarios y emprendedores romper este ciclo?

1.     Fomentar la Autoconciencia: Es crucial que los emprendedores reflexionen sobre sus propias limitaciones y reconozcan que siempre hay espacio para aprender y crecer. La humildad es clave.

2.     Valorar el Cambio: Crear un entorno que celebre el cambio y la innovación. Esto implica no solo aceptar nuevas ideas, sino también evaluar regularmente los procesos y estar abiertos a la retroalimentación.

3.     Simplificar la Resolución de Problemas: Presentar soluciones simples y efectivas puede ayudar a desmantelar la creencia de que la complejidad es sinónimo de eficacia. Las soluciones directas pueden ser muy poderosas.

4.     Desarrollar una Mentalidad de Crecimiento: Promover una cultura en la que se valore el aprendizaje continuo y se vea el error como una oportunidad de mejora, en lugar de una falla.

5.     Construir Confianza en el Proceso: Mostrar ejemplos de cómo la simplicidad ha llevado a soluciones exitosas en otros contextos puede ayudar a superar la desconfianza hacia enfoques más directos.

Es importante reconocer que, a veces, las crisis actúan como catalizadores que nos empujan a actuar. Sin embargo, cuando no hay una crisis manifiesta, es fácil confundir tener un propósito con establecer objetivos. Muchas veces, los emprendedores no se hacen preguntas críticas sobre por qué hacen las cosas de cierta manera, limitándose a gestionar realidades sin cuestionarlas.

¿Es posible romper estas barreras sin vivir una crisis? La respuesta es sí, al menos en teoría. En mi caso, fue la vida la que me empujó. Sin crisis, tengo serias dudas sobre si lo hubiera logrado. Creo que la clave está en fomentar un hábito de reflexión constante, donde la autoevaluación y el cuestionamiento sean parte de nuestra rutina personal y empresarial. Para ello, debemos otorgar el valor que merece la humildad.

Esto nos lleva a un concepto nuevo para mí: el liderazgo consciente de Fred Kofman, que demanda descubrir nuestra esencia. En otras palabras, la lectura del libro “Empieza por el por qué” de Simón Sinek se convierte en un imperativo.

En conclusión, primero debemos descubrir nuestra esencia, lo que nos hace únicos. No basta con saber; debemos ser conscientes de lo que sabemos. Luego, como una píldora para la próxima entrega, debemos “hacernos cargo” de los ecosistemas en los que jugamos un papel. El ecosistema más importante, somos nosotros mismos. Otros ecosistemas son la familia, la empresa, el área de la empresa, los proveedores, los clientes, los amigos, en fin; formamos parte diversos ecosistemas, en todos debemos “hacernos cargo”.

En la próxima entrega, continuaré profundizando en cómo los emprendedores pueden transformar el conocimiento en acción efectiva, construyendo negocios resilientes que no solo sobrevivan, sino que prosperen con el tiempo. ¡Acompáñame en este viaje de reflexión y aprendizaje!