¿Cómo sensibilizar la realidad de vigilancia a la que estamos sometidos los ciudadanos?

La vigilancia constituye una dimensión clave en el mundo moderno, los detalles más mínimos de nuestra existencia son registrados y examinados incluso la mayoría de los ciudadanos ofrecemos esta información voluntariamente, ¿Te sientes vigilado (a)?.

La vigilancia líquida no trata solo de asuntos relacionados con política o servicios de inteligencia, a largo de la historia han habido grandes precursores: Max Weber fue pionero del término burocracia donde se identifica que hay una jerarquía de un oficial vigilando al otro, Foucault trataba de entender las formas disciplinarias de la vigilancia, ayudaba a ver como las relaciones de poder caracterizan cualquier situación social y James Rule trabajó sobre el uso de las tarjetas de crédito para vigilar los movimientos financieros de las personas.

La vigilancia es tan antigua como la historia de la humanidad, las personas siempre han observado a las demás personas por diferentes motivos. La diferencia actualmente radica en el conocimiento, la transmisión de la información y el almacenamiento de datos, que lleva a una vigilancia sistemática desde un modo burocrático, las tecnologías de la información y la comunicación hacen que se acelere y empodere el término de vigilancia, porque ya se cuenta con determinados aparatos que permiten monitorear y acceder de forma más rápida a toda la información. Por ejemplo: códigos de barras, sistemas de radiofrecuencia, sistemas de acceso electrónico, detectores de huellas digitales, escáneres de iris, entre otros. Actualmente tenemos que mostrar nuestro documento de identidad, escribir contraseñas y utilizar códigos en diversos contextos, desde comprar en la red hasta entrar en un edificio, cada día Google y otras compañías apuntan nuestras búsquedas y adaptan sus estrategias de marketing en función de los movimientos de información de las personas (Bauman & Lyon, 2013).

Las nuevas tecnologías como Amazon Alexa, Google Analytics, Google Lens, Google Earth y Eagle Eye, entre otras, se vuelven más precisas y cada vez más impresionantes. Se puede tener e identificar información en tiempo real, ver más allá de la imaginación, reconocer e interactuar con objetos, y cada vez se desvanece más la línea entre ciencia ficción y realidad.

A medida que pasa el tiempo podemos evidenciar que las relaciones personales se ven mediadas electrónicamente, la comunicación presencial se ha ido perdiendo, ahora la comunicación se hace por medio de redes sociales, mensajes de texto y #whatsapp, lo que conlleva a cuestionarse sobre la confianza y dependencia en las formas electrónicas de mediación y comunicación, ¿Se puede mantener la relación con todos tus amigos de #facebook / #instagram o tus contactos de correo electrónico de manera digital?.

" El advenimiento de la proximidad virtual hace de las conexiones humanas algo a la vez más habitual y superficial, más intenso y más breve. Las conexiones suelen ser demasiado superficiales y breves como para llegar a ser un vínculo". - Zygmunt Bauman

Actualmente, la sociedad se ve envuelta en un consumismo desenfrenado que limita la capacidad intelectual para enfrentar nuevos retos personales. Cada persona debe analizar y tomar conciencia del manejo que le damos a las cuentas personales, redes sociales, el registro en páginas web, etc.

Es una realidad, estamos vigilados, grandes compañías por medio de la tecnología siguen cada uno de los pasos que damos en la red. Ahora la sociedad es controlada, todos estamos registrados en distintas bases de datos, la información viaja más rápido y es almacenada, la seguridad se vuelve evidente y la cultura se va desvaneciendo y desaparece generando incertidumbre por la modernidad que está moviendo el mundo, los tiempos líquidos presentan importantes desafíos a cualquiera que quiera actuar de manera ética.

El gobierno se hace el ciego al problema de vigilancia y a los temores de la gente, ya que nos les conviene que se haga visible esta problemática, pueden ejercer control y poder de algunos ciudadanos, al final se vuelve responsabilidad del ciudadano el cómo va usar el internet y su información privada. Cualquier medio social nuevo que aparezca fluye rápidamente por las diferentes relaciones personales. (Bauman & Lyon, 2013) afirman que las redes sociales, medio de comunicación social poderoso, son producto de la fragmentación social; actualmente muchas personas afirman que “si no estás en una red social, no existes para el mundo”, esta red vigila las emociones de las personas (“los me gusta, los me encanta, los me divierte, etc.”), controlan la información que brindas de forma voluntaria para generar publicidad que se acople a tus deseos. La existencia de las redes sociales vigila el comportamiento de los usuarios para vender esos datos a otros.

 La vigilancia se ha expandido y sofisticado con múltiples fines en la sociedad, ya no solo para moldear una población sino para vigilar sectores económicos y perfiles particulares de personas o grupos. La vigilancia se vuelve cada vez más automatizada y deja de depender de infraestructuras físicas y tecnológicas complejas y expertos capacitados. Los vigilados cada vez tenemos menos poder frente a las grandes corporaciones y sus equipos de última tecnología para vigilar, ¿Cómo puede protegerse la ciudadanía frente al poderoso mundo de la vigilancia?

La vigilancia se puede vivir en la vida contemporánea, por ejemplo: en la universidad; poseer un carnet para: ingresar y salir del recinto, entrar a la biblioteca, prestar un libro, que el carnet se conecte para entrar al servicio del metro, las cámaras en los pasillos y en algunas aulas, con tu número de cédula se puede conocer tu situación sociodemográfica, que materias cursas, cuántas has perdido, el promedio académico, esto hace que la universidad tenga control sobre cada persona que hace parte del sistema educativo. Así mismo, un empleado de un trabajo ya sea en una empresa privada o pública, se ve sometido a horarios de trabajo que debe cumplir, el control de acceso para entrar y salir de la organización y las cámaras de vigilancia que monitorean los desplazamientos, y una persona freelance al ser trabajador autónomo es vigilante de sí mismo, al contraer una obligación por proyecto o labor por ejemplo en el mundo de las tecnologías de la información, se ve sometido a cumplir con ese requerimiento porque de lo contrario no podría subsistir.

La modernidad no se entiende sin la conexión a las redes sociales, sin la interactividad con el medio y la comunicación fluida, es ahí donde la problemática social se expande ya que las personas poseen el miedo a ser olvidadas, excluidas e ignoradas y surge la sociedad confesional, con sensación de inseguridad, que sacrifica la privacidad personal para ser noticia y el resultado es que las personas se convierten en servidumbre voluntaria de la vigilancia.

Sensibilizar la vigilancia actualmente en la sociedad exige promover mayores niveles de privacidad para la información que se comparte en cualquier medio de comunicación. La comunicación como ente interdisciplinario que investiga la información y la expresión desde fundamentos teóricos de la sociología, el periodismo, la filosofía, las artes, la antropología y la psicología puede transmutar los contenidos auténticos de la cultura moderna en estereotipos neutralizados de una cultura de masas, los medios de comunicación liberan a los procesos de comunicación de la perspectiva que supone contextos limitados en el espacio y el tiempo, promoviendo espacios de opinión pública y poniendo los mensajes a disposición de múltiples contextos.

Referencias

• Lyon, D. (2006). Theorizing Surveillance - The panopticon and beyond. Canadá: Willan Publishing.
• Bauman, Z., & Lyon, D. (2013). Vigilancia Líquida. Barcelona: Ediciones Paidós.