Cómo ser proactivo en 4 pasos
Las empresas demandan trabajadores proactivos. ¿Por qué? Porque toman la iniciativa y asumen responsabilidades, además de anticipar problemas y solucionarlos con una actitud asertiva. Esto supone soportar bien el estrés y saber afrontar cualquier situación.
Estas personas trabajan bien tanto de forma autónoma como en equipo, ya que incentivan a sus compañeros, generan confianza y valoran el feedback. Si todos los miembros del equipo son proactivos y saben cómo actuar, el responsable verá cómo su labor es mucho más fácil.
Un ejemplo típico es el proceso de cierre de año con auditoría, consolidación y elaboración de cuentas anuales. Si eres el responsable de Administración tendrás que supervisar a tus subordinados, anticipar incidencias y resolverlas inmediatamente, tratar con los auditores y con el director, así como preparar y revisar las cuentas anuales. Además, tendrás tus tareas habituales, como cierres e impuestos, porque siempre hay plazos que cumplir. Ser proactivo es un requisito imprescindible para este puesto.
Aunque la proactividad depende en gran parte de la personalidad, también se fundamenta en la actitud. Este talante se resume en cuatro puntos:
1. Haz previsiones
Sea cual sea tu función, has de calibrar los objetivos y las tareas necesarias para alcanzarlos. Tus metas han de ser medibles, específicas y realistas. Establece acciones para los distintos escenarios y prepara protocolos por si algo sale mal.
2. Anticípate a los problemas
Mide y valora las desviaciones de presupuestos, costes, retrasos en plazos, etc. Al menor indicio de que no se cumple el plan, actúa y minimiza la incidencia para que no se convierta en un problema. No olvides que todo tiene solución. Cuanto antes la encuentres, mejor.
3. Organízate
La planificación es el mejor antídoto frente a las pérdidas de tiempo, baja productividad, errores y falta de comunicación. Una vez definidas las tareas, gestiona tu tiempo con el método que consideres más efectivo. Transmite este plan a tu equipo y haz que se implique.
4. Sé activo
Actúa y deja actuar. Sé honesto y acepta el feedback de tus colegas. Toma las decisiones oportunas si es necesario modificar algún proceso. Participa y valora la aportación de los demás.
Aunque en este artículo hablamos principalmente de equipos, la proactividad es individual. Así que es una actitud imprescindible a cualquier nivel, incluso si no se tienen subordinados. La libertad para tomar decisiones y controlar tu trabajo es un valor añadido en cualquier puesto. ¿A qué esperas para tomar la iniciativa?