¿Cómo te va con el pensamiento positivo?
¿Sabes la diferencia entre pensar y tener pensamientos?
Tener pensamientos es recordar algo, es traer al presente algo del pasado o algo que se vislumbra. Pensar, por su parte, es una acción. Pensar amerita una interacción entre lo que se planifica y lo que se ejecuta. Como ves, pensar es edificante. Y si se trata de ocupar tu cerebro es mejor que sea en algo que te construya y que te permita evolucionar. Y si estás atravesando por una situación desagradable o contraria a lo que esperas, se vale que te permitas tener pensamientos negativos. Eres humano después de todo.
A menudo he escuchado personas decir a otras que tengan pensamientos positivos y que lo bueno vendrá a la vida. No estoy en desacuerdo con ello, pero no apoyo el hecho de que se intente obnubilar la vida de alguien con frases de relleno para así eclipsar u opacar los momentos “oscuros” que también forman parte de la vida, y que son los que por excelencia otorgan la experiencia y la exactitud en las decisiones. Tener pensamientos negativos no es perjudicial, perjudicial es mantenerse en ese estado por largo tiempo.
Decirle al recién desempleado que tenga pensamientos positivos y que cuando una puerta se cierra y otra se abre es lo más nefasto que se le pueda decir. Es como echar gasolina a un montón de fósforos.
Una persona a quien estimo mucho tenía un negocio por más de 40 años. Llegó el momento inevitable: cerrar. Alguien le dijo “vele el lado positivo a esto. Podrás tener más tiempo para ti”. No era el momento ni eran las palabras más responsables. ¿Cómo se le dice a alguien que acaba de perder su empresa de toda una vida que todo saldrá bien y que en ese momento piense positivo? Decirle “tú puedes con todo” no son las palabras más adecuadas. ¿A qué llaman pensar positivo realmente?.
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En contraposición, tener pensamientos positivos es algo mucho más fuerte y de importancia capital. Tener pensamientos positivos es impositivo. Es obligarse a estar bien siempre, mostrar una sonrisa pese a un muy mal día. Aunque prefiero decir “pensar positivo”. Es embarcarse en un proyecto y considerar todos los factores (CTF), tanto los que son favorables para el proyecto como los que les son adversos. Pensar positivo no es recordar con una sonrisa, es pensar constructivamente con los pies bien firmes en la tierra y la cabeza en las estrellas (fijarse metas).
Un emprendedor y un empresario piensan positivo, aplican un CTF.
Ahora bien, hay que saber diferenciar entre tener optimismo y tener optimismo inteligente. El optimismo es solo ver el lado luminoso de la luna y conceptualizarla por su luminiscencia. El optimismo inteligente no niega la realidad, la acepta; reconoce el lado visible de la luna, así como su cara oculta, y con ello tiene el panorama amplio y completo para su definición.
No es lo mismo tener pensamientos positivos que sentir positivo y actuar positivo.