Cada persona ve lo que ve.
Comer y dormir son nuestras necesidades básicas para vivir; luego, creamos un mundo de acuerdo a nuestras ideas y para asegurar la supervivencia de la especie tenemos relaciones sexuales. El resto, lo hacemos para mejorar nuestra comodidad; comemos con cubiertos, dormimos en una cama, creamos un techo para protegernos y nos vestimos para sentirnos abrigados. Pero todo lo podríamos dejar pasar, menos comer y dormir.
Todo lo que hacemos además de comer y dormir, son invenciones de los humanos; la ropa, las casas, el estudio, el trabajo, la guerra, la política, la religión, la filosofía, etc. Pero la sorpresa que tenemos cuando nacemos, es que nos encontramos con un mundo en el que ya todo está hecho. No tenemos necesidad de pensar en nada, solo copiar. Copiar cómo me visto, qué estudio, en qué trabajo, con quién vivo. Todo dentro de un círculo de posibilidades reducidas.
Los seres humanos actuamos de una manera parecida en lo exterior, con el objeto de asegurar para el futuro la comida y la dormida. Estas dos leyes naturales que parecen tan estrictas; comer y dormir, nos deberían conducir a un mundo uniforme, a un gobierno mundial regido por una especie de dictadura, como las hormigas, teniendo todos funciones especializadas para que podamos comer y dormir.
Pero los seres humanos existimos más allá del comer y dormir, tenemos una vida interior, así como una vida exterior. Podemos crear música, o crear una barca para viajar, experimentamos y sacamos conclusiones. Cuando los invitados vienen de una fiesta y les preguntan, ¿Qué tal la fiesta? Unos dirán que muy buena, otros que regular y algunos que fue todo un fracaso. Igualmente al final de la vida, algunos dirán que la vida es muy buena, otros que regular y algunos que no vale la pena haber nacido. Todos han asistido a la misma fiesta; entonces, ¿dónde está la causa de la diferencia de sus respuestas? La respuesta está en la educación de la vida mental de cada ser humano. Hay gente optimista y otra pesimista. Hay personas que viven la vida con miedo y otros que ven algo bueno en todo. Todas las personas tenemos cualidades y defectos, cada uno puede escoger, sin ser ingenuos, qué queremos ver de la vida.. Después nos quedan dos posiciones: quejarnos o actuar; ser espectadores o actores, vivir con miedo o vivir contentos.
Este artículo se publicó anteriormente en elcafelatino.org