Cadenas de Suministro Triple ‘A’

Las proyecciones de crecimiento de la economía peruana por parte del Fondo Monetario Internacional, hasta 4.3% este 2017, y el anuncio de la ejecución de importantes obras de infraestructura en el país, son dos alentadores pronunciamientos que deben motivar a las empresas a elevar su nivel de competitividad con cadenas de suministro ágiles, adaptables y alineadas.

“Para que una empresa sea competitiva debe tener una buena gestión de su cadena de suministro considerando aspectos como transporte, almacén, inventario, envíos y otras áreas. La eficiencia va en reducir costos, mejorar la calidad y aumentar la productividad. Es lo que deben hacer las empresas de hoy para enfrentar los retos del mañana”, explicó Mario Espejo González, consultor de PromPerú, durante un taller que formó parte del programa de facilitación de las exportaciones.

El conferencista brindó a los asistentes, en su mayoría empresarios exportadores o en proceso,  las  recomendaciones desde el punto de vista del supply chain, para que identifiquen las buenas prácticas logísticas de base, que deben tener en cuenta,  para mejorar la calidad de su servicio y bajar los costos asociados al producto final de exportación. 

La cadena de suministro debe ser triple “A”. Es decir: ágil, adaptable y alineada, señaló.  Sobre el primer aspecto dio el ejemplo de una compañía embotelladora que logró mantenerse en el mercado gracias a su capacidad de respuesta frente a su competidor.

“La compañía competidora, que bajó el precio de la gaseosa mediana, no logró su propósito de sacarlos del mercado porque decidieron, de la noche a la mañana, sacar un formato más pequeño (“pirañita”) sin sacrificar la calidad del producto. Para ello tuvieron que realizar todo un trabajo de coordinación con sus proveedores para establecer su capacidad para fabricar los moldes necesarios, y también contar con los distribuidores”, relató.

Mario Espejo, también docente, conferencista en Expo Logística Panamá 2012 y Logistic Summit & Expo Mexico 2013, recalcó la importancia de la buena selección de los proveedores. “Trabajar con los de gran tamaño tiene sus ventajas pero también podría significar un riesgo”, advirtió.

“Si el 95% de la producción de un proveedor de botellas de vidrios es para una determinada marca ¿Por qué un importante sector de agroindustriales busca a ese mismo proveedor habiendo otros en su país? inclusive hacen sus pedidos con 24 meses de anticipación sin tener la garantía del cumplimiento de la entrega. Hay que evitar a los proveedores que son cuello de botella y elegir a los estratégicos”, expuso.

En otra parte de su exposición destacó la necesidad del análisis de valor desde el punto de vista del cliente final: ¿qué es lo más importante y lo menos importante del producto para nuestros clientes?

En el caso de una linterna, citó como ejemplo, lo más importante para los clientes es la intensidad de la luz, luego el modelo, el tamaño, etc. “Este análisis de valor lo aplicó Pepsico en nuestro país aproximadamente en el 2007 cuando el precio del galón de petróleo se elevó considerablemente. Los proveedores de envases, tapas y etiquetas recomendaban subir el precio del producto, pero la empresa optó por reducir sus costos por el lado de lo que era menos importante para sus clientes. Así cambiando de color y reduciendo la etiqueta disminuyó hasta el 70% del costo. Además, redujo la densidad de la tapa y del envase”.

Lo que no se debe hacer, dijo, es lo que hizo una conocida marca de chocolates que decidió cambiar el empaque porque su competidor cuestionaba que su producto no era hermético y por lo tanto no saludable. “No consultaron con sus clientes y éstos rechazaron el cambio, obligando a la empresa a mantener el formato tradicional”.

Errores a evitar

Refiriéndose al almacén, área importante de la cadena de suministro, explicó que es fundamental que la información que aparece en el sistema de cómputo coincida con lo que se tiene en físico. Y es que el error de diferencia en el inventario no se queda en el almacén, “trasciende porque el área de ventas puede decir a los clientes que hay prendas que en realidad no se tienen físicamente”.

Asimismo recomendó reducir los costos ocultos. Dijo “la solución no está en reducir personal o bajar sueldos sino en eliminar los errores que se puedan estar cometiendo en despacho y finalmente maximizar los recursos”. Por ejemplo, agregó, no es verdad que en un almacén no tenga espacio “sino que se está administrando mal los recursos”.

También explicó que se deben descartar los paradigmas arraigados en muchos contadores que piensan que el inventario general es la solución a los problemas. “No es así. El inventario general se volvió una moda y se estableció porque interpretamos que la Sunat lo exige cuando en realidad sólo lo recomienda para una mejor declaración de los impuestos”. Aconsejó entonces diseñar inventarios cíclicos.

En cuanto al transporte destacó las ofertas en el mercado peruano de los operadores logísticos que brindan servicio de transporte, almacenamiento y compras.

Igualmente la importancia de la trazabilidad, no sólo como herramienta de seguimiento en el proceso de evolución de un producto sino para anticiparse a tomar decisiones. Igual atención le dio al papel de la codificación a nivel global porque facilita las operaciones entre productores, mayoristas, distribuidores y detallistas.

“El código de barras es una tecnología de captura automática de información que permite identificar artículos y servicios, cualquiera que sea su origen o destino. Es irrepetible y simplifica la comunicación, en el Perú lo otorga GS1 Perú con una inscripción de la empresa”, orientó a los participantes.

Finalmente en el taller destacó que el área de compras debe saber diferenciar los artículos de alta rotación y alto volumen.

26-01-2017