Cambio de enfoque en el retail tras la pandemia
La crisis sanitario/económica que se está viviendo en el mundo ha impactado fuertemente al sector inmobiliario, y las reacciones han sido prácticamente inmediatas en el mercado de los inmuebles destinados a los usos de retail y oficinas, dónde desde el inicio del estado de alarma se pararon todas las operaciones previstas y en marcha, según detallan en cifras estudios como los de Idealista® o Spanish Property Insight y que corroboran las propias agencias inmobiliarias y firmas de inversión.
Esto se añade a la transformación que estaba viviendo el sector del retail desde hace años a razón de u coexistencia con la venta on-line y la sofisticación del comprador que gracias a las redes cada vez está mejor informado, compara productos y precios, compra más a través de Internet y tiene una expectativa más alta de las tiendas físicas. Ejemplo de tiendas adaptadas a los nuevos hábitos de los consumidores son las Apple Store o las tiendas piloto de Zara que incorporan realidad virtual en la experiencia de compra.
A todo esto se añadirá en un futuro nada lejano una serie de criterios y normativas aplicables prácticamente a todos los negocios con el objetivo de mantener limpios los espacios, controlar su aforo, y preservar la salud seguridad de los trabajadores y el público.
El consumidor buscará tiendas a las que pueda ir y acceder fácilmente, que no le inspiren sensación de suciedad o aglomeración, y su tiempo en tienda se reducirá, por lo que los establecimientos comerciales podrían ser una especie de “show room” con toda la tecnología que la actualidad demanda. Esto no es nuevo. Lo que es nuevo es que quizá la nueva realidad del mercado y los hábitos de consumo lo exigirán.
Con esta convergencia de factores, desconocemos a ciencia cierta de qué manera y a qué velocidad se reactivará el sector de los inmuebles destinados al uso de retail, el escenario que podríamos esperar es por un lado de sobreoferta con una bajada de precios moderada, y por otro lado una demanda enfocada en la calidad, por lo que serán atractivos y rentables los inmuebles comerciales con ubicaciones estratégicas cuyo estado se adapte a las exigencias y necesidades que de todo esto resulten.