Cambio de patrón en la recuperación del mercado laboral
Los datos de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2021 muestran unos niveles de creación de empleo y reducción del paro muy positivos, con un patrón de recuperación del mercado laboral muy diferente al de crisis anteriores.
En 2021 se han creado 841.000 empleos, la cifra más elevada a cierre de año desde 2005, y hemos finalizado el año con una tasa de paro del 13,3%, la más baja desde hace 14 años.
No solo hemos recuperado el nivel de empleo previo a la pandemia, sino que se ha superado en más de 200 mil el número de ocupados. Se trata de una recuperación muy rápida, dada la intensa caída del PIB en 2020, que refleja también una salida de la crisis en términos de empleo muy diferente a crisis anteriores.
Por primera vez en la historia económica reciente de España, el empleo se ha recuperado antes que el PIB tras un episodio de crisis económica. De este dato podemos extraer dos conclusiones relevantes: esta recuperación más rápida del mercado laboral ha permitido que la pandemia haya tenido un impacto social menor y tengamos una recuperación más justa y con menos desequilibrios; y que se han adoptado las medidas de política económica adecuadas para mitigar el impacto económico y social.
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En el ámbito económico, la eficacia de las medidas ha impedido que la crisis provocada por la pandemia cronifique su impacto negativo sobre la economía española, permitiendo una cicatrización del tejido empresarial y evitando la pérdida de empleabilidad asociada a los períodos prolongados de desempleo. Esta evolución también ha posibilitado minimizar el coste fiscal, como consecuencia del doble efecto que ha supuesto la aplicación de los ERTEs: han permitido proteger las rentas y mitigar el impacto de la recesión sobre los ingresos fiscales y, por otro lado, han evitado un crecimiento elevado del desempleo.
En el plano social, los efectos positivos son evidentes. Un menor aumento del desempleo minimiza considerablemente los costes en términos de desigualdad y pobreza. En este sentido, los datos más recientes muestran que la recuperación está llegando a las familias y también a algunos de los colectivos que más han sufrido en las dos últimas décadas, como son los jóvenes.
El reto para 2022 es seguir la senda de creación de empleo y de reducción del paro, avanzando al mismo tiempo en la superación de los problemas estructurales del mercado de trabajo. La aplicación de la reforma laboral acordada con empresarios y sindicatos permitirá avanzar en la corrección del exceso de temporalidad. Otro objetivo esencial es la adecuación de la formación y la capacitación de los jóvenes y de los trabajadores a los nuevos empleos que se están creando ya. Las inversiones en formación que se incluyen en el Plan de Recuperación y las reformas en materia laboral y de cualificación y formación profesional son claves para conseguir estos objetivos.
Trabajador activo, perfeccionista, resolutivo y dinámico.
1 añoAndrés Velázquez Plaza