Cambio perfeccionismo por “accionismo”
La aspiración a la idea de perfección oculta muchas veces la postergación de nuestros proyectos. Un texto, una tesis, una entrega, un mail. Siempre falta un poquito más. ¿Siempre falta un poquito más? Descubrí que esa idea de que “algo” no estaba tan perfecto como yo quería era solamente una excusa para no avanzar.
Profundizar en los temas y tratar de superarnos siempre incrementa la calidad de los proyectos en los que nos involucramos. Esto no es ninguna novedad. El punto es cuando esa búsqueda está por encima de todo y nos obstaculiza al punto de que perdemos de vista el verdadero motivo de lo que estamos haciendo. Se transforma en una exploración infinita que no hace otra cosa que estancarnos.
Durante el proceso de escritura de mi tesis de grado en muchas ocasiones demoraba las entregas mensuales pautadas con las tutoras porque tenía creencias sobre el desarrollo del trabajo final que me limitaban. Sentía que me faltaba profundizar en algunos capítulos, que era necesario tener toda la entrevista desgrabada para poder tomar los puntos más importantes de la misma, que no había hecho una lectura realmente profunda de la bibliografía recomendada. Esa fiscalización constante no hacía otra cosa que demorarme, paralizarme y pensar que no podía enviar los avances de la tesis porque eran borradores que no estaban a la altura de las circunstancias.
Mucho tiempo después pude comprender que esa metodología de trabajo no buscaba lo que yo creía “la perfección” como algo acabado y preciso, sino que el objetivo era sostener el vínculo de confianza, respeto y generosidad entre las tutoras y yo. Lo importante allí era que el contacto entre nosotras sea recurrente, que haya siempre un motivo para vernos todos los meses en el café de Corrientes y Alem. Algunas veces eran avances en la escritura, otras era un espacio de charla con otros tesistas para hablar sobre los miedos al coloquio, los finales pendientes, las materias del tramo pedagógico o algún posible posgrado en mente.
Dejar de hacer algo por miedo a no cumplir con las expectativas de los demás es una creencia que nos limita. No avanzamos buscando esa supuesta perfección y perdemos de vista lo enriquecedor que puede ser un proceso de trabajo.
Head of Corporate Communications LATAM
4 añosMuy bueno, Lau!