Camino hacia la Sostenibilidad
En muchas ocasiones los conceptos de Excelencia y Sostenibilidad aparecen como demasiado abstractos y resulta complicado transformarlos en elementos prácticos y operativos, que nos permitan avanzar de forma sencilla en su implantación en las organizaciones y al mismo tiempo proporcionar las herramientas para medir el grado de desarrollo y mejora que vamos obteniendo.
En este sentido, resulta interesante considerar los enfoques y actuaciones que empresas de distintos sectores y tamaños siguen en su viaje hacia la sostenibilidad.
Este camino, lejos de desarrollarse de una forma clara y precisa en todas las organizaciones, suele llevarse a cabo en varias etapas diferenciadas, cada una de las cuales tiene sus propios motivadores y objetivos.
Así, las organizaciones habitualmente inician dicho camino focalizándose en sus propias operaciones internas con el objetivo de reducir el consumo energético, el consumo de agua, las emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de residuos.
En decir, las acciones que habitualmente se desarrollan están principalmente relacionadas con aspectos económicos (ahorro) y ambientales, quedando los aspectos sociales relegados a un segundo plano.
En esta primera etapa, que podríamos definir como de Preparación para la Sostenibilidad, son varios los impulsores del cambio, si bien los más importantes suelen ser la estrategia corporativa de la organización, la visión del CEO y la presión de determinados grupos de interés (distribuidores, consumidores, competencia, etc.).
La segunda etapa en el camino presenta la característica principal de que la sostenibilidad pasa a ser considerada como Ventaja Competitiva, que permite mejorar la imagen de la organización y constituir una fuente de innovación y desarrollo de nuevos productos, servicios o modelos de negocio.
Otro de los beneficios de esta etapa, es el impacto positivo de las actividades desarrolladas sobre los resultados financieros de la organización.
En esta fase, las organizaciones comienzan a enfocarse en las fases de diseño de sus productos y en las nuevas oportunidades que aparecen en el mercado para productos y servicios sostenibles.
Así, se refuerzan las actividades de la fase anterior y en aquellos casos en los que es posible, se inician líneas de productos sostenibles o incluso comienzan a sustituirse productos por servicios.
Las organizaciones desarrollan también una mirada que va más allá de sus propias operaciones y empiezan a establecer alianzas con proveedores u otros grupos de interés para lograr mejoras en el campo de la sostenibilidad.
Los factores sociales pasan a tener una importancia más decidida y se establecen actividades relacionadas con la mejora de la conciliación y satisfacción laboral de los empleados.
A partir de este punto, empieza a darse especial importancia no sólo a qué cosas se hacen y qué objetivos se alcanzan, sino también a cómo se hacen las cosas.
En la tercera y última fase, la sostenibilidad pasa a estar integrada en el núcleo de procesos de la empresa, incluyendo el diseño y desarrollo de productos y servicios, la adquisición de materiales y gestión de proveedores, así como el conjunto de operaciones desarrolladas.
En esta etapa, las organizaciones suelen experimentar un cambio de paradigma al considerar que la sostenibilidad plena será difícilmente alcanzable basándose en los actuales modelos de negocio.
Se inicia entonces un camino caracterizado por la evaluación y re-invención de dichos modelos de negocio, en el que las organizaciones pasan de considerar únicamente el servicio a sus clientes, a través de productos y/o servicios de calidad, a añadir a sus esfuerzos la solución a problemas sociales, ambientales o económicos a nivel local o global.
Nota: esta entrada se ha elaborado fundamentalmente a partir del artículo ‘Three Phases of Sustainability: Where is Your Organization?’ de @DarcyHitchcock