Capítulo III - Expertos en IA: Karen Sastre Gonjar

Cuando me encontré con el perfil de Karen Sastre Gonjar , me encantó. Sobre todo, me quedé impresionada con su trayectoria y con su desempeño en el campo de la inteligencia artificial. 

No solo está haciendo cosas innovadoras, parece que se está divirtiendo muchísimo en el proceso. 

Así que, me puse en contacto con ella y aquí está el resultado. 

Sobre Karen Sastre

Karen estudió Periodismo en la Complutense. Se especializó en Comunicación y, con el auge de la digitalización, apostó por ella, sabía que el futuro estaba en esa especialización. Por eso, hizo un posgrado en community management y un máster en dirección de marketing digital. En concreto, se especializó en estrategias de contenidos y en marketing digital.

Por otro lado, siempre tuvo interés por la moda, así que decidió quitarse la espinita estudiando un diploma en comunicación y marketing de moda y lujo, donde actualmente trabaja como tutora de programas digitales.

Así, combina su pasión por la digitalización, la transformación digital y la moda, formándose continuamente y trabajando en proyectos tanto docentes como individuales.

Metiéndonos más en materia, le pregunto cómo llegó la IA a su vida. 

Karen me cuenta que:

"Hace un año y medio, dos años, estábamos hablando de metaversos, estábamos hablando de videojuegos, estábamos hablando de todas las plataformas virtuales. Yo ya estaba metida en eso y en cómo iba a evolucionar. Sí que es verdad que a día de hoy la gente cree que todavía no se crean o a nivel general no se habla tanto de metaversos, con lo cual se entiende que las plataformas virtuales han muerto, que no es cierto, hay un nicho importante ahí también, pero a mí me gustaba todo eso y eso iba de la mano directamente con la inteligencia artificial.

Entonces empecé a descubrir la inteligencia artificial poco a poco a través de avatarizaciones que ya te daban respuestas. No eran tanto guías generativas como tal, pero sí que te daban conocimientos de datos o te daban respuestas de datos. Me pareció muy interesante por la capacidad que tenían de resolver cuestiones sencillas. Entonces, a partir de ahí, cuando ya empezó lo que tenía que ver con la IA generativa, mi pensamiento fue cómo puedo hacer para aprender un montón de esto, porque me encanta, y cómo puedo aplicarlo, cómo se aplica la moda a esto, porque entiendo que puede ser un filón muy grande y efectivamente, que es lo que se está viendo, tanto a nivel de diseño, de creaciones, de colecciones, como a nivel de comunicación, está siendo un boom muy grande.

Entonces empecé a cacharrear un poco con Chat GPT, con MidJourney, con todas las plataformas famosas de IA, hasta ver que había algunas que eran un poquito más especializadas y de hecho acabé contactando con Neural Fashion, que es con quien estoy trabajando ahora”. 

Nota: Neural Fashion AI es un proyecto que utiliza inteligencia artificial para ayudar a las marcas de moda a crear los contenidos visuales para sus campañas de manera rápida, creativa y económica, usando solo fotos de las prendas tomadas con el móvil. 

De este modo, la plataforma permite a las marcas crear sus campañas sin necesidad de realizar sesiones de fotos tradicionales. 

Me parece fascinante lo que leo en internet sobre Neural Fashion y le pido a Karen que me cuente más, sobre todo, a qué se dedica en la empresa. 

“En Neural lo que hago es testing. Es decir, probar la plataforma, ver cómo funciona con diferentes formatos, intentando, de manera experimental, ver si es capaz de aprender estilos a nivel de moda, estilos concretos de diseñadores, estilos fotográficos, y una serie de otras características. 

La idea es unificar todo esto para que, cuando le pidas una orden, puedas crear una cápsula que haga referencia a un estilo de un diseñador específico, pero, por ejemplo, mezclado con un estilo fotográfico específico. Queremos lograr que todos esos elementos estén implícitos.

Estamos alimentando todo esto, experimentando y jugando un poco con la plataforma, lo cual es muy interesante porque tanto la arquitectura como la diversión de estar probando ayuda mucho. 

Además, la parte en la que más estamos trabajando es en cómo dar las órdenes. Creo que eso es lo más importante, sobre todo en plataformas de IA: saber cómo dar las órdenes, ya que eso es fundamental”. 

Tengo curiosidad y ahondo en la unión de la IA y el marketing digital. Le pregunto: “¿cómo ves la adopción de la inteligencia artificial en el marketing digital y qué crees que es lo que nos queda por ver?”

“Yo creo que, en general, se ha tenido mucho miedo a la inteligencia artificial porque a lo desconocido siempre le tenemos miedo, y la primera reacción es pensar que nos va a quitar el trabajo. 

Siempre les digo a mis alumnos que la inteligencia artificial tiene un punto muy interesante, que es que nos va a permitir liberarnos de tareas automáticas para poder centrarnos en un pensamiento más estratégico, especialmente en marketing digital.

Si las tareas sencillas se automatizan, tendremos más tiempo para planificar estrategias, analizar y optimizar. En mi experiencia en agencia de marketing, siempre faltaba tiempo. Ahora, con la automatización, podremos dedicar más tiempo a lo estratégico y creativo.

Vamos a poder ser un poquito más creativos, más estratégicos, pensar más. Esto es importante y lo estábamos dejando de lado. Antes, solo si conseguías un determinado puesto podías pensar estratégicamente, pero ahora permitirá que la gente que entra pueda automatizar ciertos procesos más sencillos y también desarrollar su creatividad.

Para mí, estamos en la base. 

¿Y a dónde vamos a llegar? Eso ya me asusta un poquito más. Estamos viendo guías de imágenes que hacen cosas espectaculares. Esto es maravilloso, pero si sigue avanzando, vamos a llegar a un punto en que será prácticamente imposible distinguir algo real de algo artificial.

Siempre pongo el mismo ejemplo: anteriormente, las revistas en papel eran algo normal. Ahora se han convertido en un artículo de lujo. Tener una revista en papel es un artículo de lujo, le da un valor añadido a lo que ya tenemos digitalizado. Creo que esto puede ser así. No será lo mismo un shooting espectacular hecho con una IA, que uno físico. Será el aporte diferencial, el valor añadido.

Al final, creo que tenemos mucho miedo a todo esto, pero lo que se hace más manual o artísticamente artesanal siempre ha tenido un valor especial. Y eso no va a dejar de tenerlo”.

Karen es periodista, así que aprovecho para preguntarle por la IA en la creación de contenidos: ¿crees que habrá un regreso a lo tradicional y artesanal en algún momento, o piensas que la IA terminará predominando en la creación de contenido escrito? ¿Cómo lo percibes?

“A día de hoy, creo que un texto hecho con inteligencia artificial no es para mí. Por lo que he visto, a lo mejor de repente me enseñan algo que dicen "esto es maravilloso," pero yo lo que he visto no supera algo que ha sido, al menos, retocado o pasado por la mano humana.

Porque, efectivamente, además yo siempre pongo la misma anécdota cuando digo esto. Yo al final corrijo trabajos de fin de máster,etc., y es brutal la diferencia entre quien ha cogido un Chat GPT y ha metido ahí toda la información y le ha dado todos los resultados, porque está vacío de algo que para mí es muy importante cuando escribes: los conocimientos y la pasión.

Es decir, tú puedes generar muchísimo contenido genérico, por ejemplo, explicar que tal diseñador hace esto, tal marca hace aquello. Pero cuando le preguntas a esa persona en el tribunal, "oye, ¿y en base a qué has desarrollado este plan de marketing?" y te queda así y te dice lo mismo que está escrito, sabes que no tiene valor. Al final, eso se refleja también en la forma en que está escrito.

Cuando escribes con pasión, aunque escribas muy formalmente o muy académicamente, estás escribiendo sobre algo que sabes y le estás dando un aporte muchísimo mayor. A día de hoy, creo, sí que es verdad que las inteligencias artificiales se pueden entrenar, pero creo que no llegan a ese punto. Siempre tiene que estar tocado por la mano de una persona y tiene que tener ese toque humano porque creo que a día de hoy sí se diferencia.

Entonces, ¿a dónde llegaremos? Yo creo que eso no se va a perder. Emular al ser humano al 100% es tan complicado, especialmente a nivel de creación, que siempre va a tener ese punto de humanidad. Lo que sí puede ocurrir es que nos encontremos muchos más textos periodísticos donde realmente la creatividad esté simplemente plasmada en un par de líneas”. 

Le comento que, como generadora de contenidos, muchas veces veo que lo que hay en internet no tiene un gran valor y me preocupa la rigurosidad de las fuentes que alimentan las IAs y lo genéricas que suelen ser. 

“Cada vez hay más desarrollos internos de IAs, y ahí sí que se pueden nutrir de mejores fuentes. Por ejemplo, en una agencia, se podría alimentar en función de todos los clientes que tú tienes. ¿Estas van a ser más perfectas que las genéricas? Por supuesto, van a ser más perfectas, pero siguen teniendo que tener primero alguien que las alimente, alguien que las controle, alguien que esté pendiente. 

Cuando trabajas con marcas o en comunicación y marketing, no todo es lineal. Va cambiando en función de muchas cosas. No es lo mismo cómo optimizar el PPC de tal para todas las marcas o todos los sectores. Va a cambiar.

Entonces, creo que nunca va a poder llegar a ese punto, o espero, porque yo creo que la convivencia de la IA con el humano es lo ideal. No creo que llegue a eso, y si llega a eso, creo que no lo voy a ver, y por eso me hace feliz. Pero es verdad que a día de hoy es imposible. No se puede separar del uso humano, de la revisión humana, de la personalidad que tiene el humano que no tiene la IA.

Paso a una pregunta un poco más compleja: ¿qué pasa con todas las consideraciones éticas a la hora de utilizar la inteligencia artificial en campos tan sumamente creativos como el mundo de la moda y lo que estás haciendo ahora?

“Es complejo, porque es verdad que cuando haces una imagen, te preguntas, ¿de quién es esta imagen? ¿Es de la plataforma? ¿Es del creador? Sí que es verdad que lo que estoy viendo a nivel genérico es que las plataformas están diciendo: “vale, si tú tienes este desarrollo premium, no tienes que darme veracidad de eso porque lo has creado tú. Ahora, si te lo estoy proporcionando gratuitamente, tienes que señalar que sí, que es mía, que la fuente es mía”. 

Hasta ahí estamos de acuerdo, pero ¿realmente es 100% mía? ¿O yo te estoy utilizando como herramienta y estás generando algo que yo te he aportado y que realmente esa idea es mía? 

Creo que, en función de las cuestiones de legalidad, es complicado. Bajo mi punto de vista, si al final eso es una herramienta estática o que alimento yo, lo que yo le estoy aportando se genera por mi parte. Es como si estuviéramos alimentando cinco personas. Eso es nuestro trabajo, no es de la IA. Lo que la IA está haciendo es crear en función de lo que ha aprendido de nosotros. Hasta qué punto se puede decir que una máquina es autor de algo cuando lo único que hace es proporcionar una función que se le ha dado, que es, yo te digo esto, tú lo haces y mejoras en función de mí.

Bajo mi punto de vista, sí que eso ya se está viendo. De hecho, he leído esta mañana que OpenAI no tiene los derechos de todo lo que se genera, que tiene el propio autor, pero que evidentemente quieren sacar algún tipo de beneficio de ello. 

Yo creo que si una IA es una herramienta, es como si yo meto mi imagen en Photoshop. Yo meto mi imagen en Photoshop y yo la estoy retocando, pero la propiedad no es de Photoshop, es mía. Soy yo quien está editando, quien está retocando, quien está trabajando con ello. No es Photoshop.

Con lo cual, creo que en las IAs debe seguir el mismo camino. No puede ser que una empresa que está proporcionando una herramienta, como en el caso de Adobe, sea el propietario de algo que yo le estoy dando la idea original. Entonces, creo que la IA es creativa. Sí que es verdad que supone un cambio muy drástico porque genera algo único. Eso es lo que tienen las IAs creativas, que generan un contenido único. Hay mucha disparidad en eso y es verdad que habrá muchas plataformas nuevas que digan, no, esto no lo hago yo porque lo estás haciendo en mi plataforma.

Pero esto no se trata de una red social. No es una red social donde te registras y todo lo que tengas es mío. No, tú estás generando un contenido en función de una idea y esa idea es mía. Con lo cual, lo que sale de ahí es mío. Bajo mi punto de vista, el autor es la persona que ejecuta o las personas que están ejecutando en esa herramienta, no la herramienta.

Aprovecho que Karen ha visto muchas aplicaciones de la IA en diferentes sectores y le pregunto si realmente hay algo que le haya hecho “explotar la cabeza”. 

“Fíjate, me llamó mucho la atención algo muy sencillo dentro de la moda, más allá de las infinitas posibilidades visuales. Y fue el nivel de realismo que se puede lograr. Incluso con fondos muy locos, realmente puedes llegar a creer que un modelo está dentro de un volcán porque todo se ve increíblemente realista.

Otra cosa que me sorprendió fue cómo la IA puede entender y generar texto que coincide exactamente con lo que esperas. Esta capacidad es muy útil, especialmente para marcas más pequeñas o emergentes que no tienen grandes presupuestos. Pueden crear contenidos y shootings espectaculares con muy poco gasto, democratizando así el proceso de creación de campañas visuales.

Esto permite que muchas más personas puedan poner a la venta sus productos y emprender por su cuenta, haciendo algo atractivo tanto visualmente como en contenido. Es como un paso más en la democratización de algo que antes estaba cerrado y requería una gran inversión”. 

Hablando de marcas emergentes y emprendimientos, le pregunto cómo se puede empezar a incorporar la IA en un proyecto nuevo, qué consejos nos da.

“Lo primero es intentar probar todas las herramientas que creo que pueden aportar algo a mi proceso creativo, probarlas, jugar con ellas. Al final, la IA tiene algo muy interesante: juegas con ella y te parece divertida. Entonces, cuando vas jugando, vas viendo una idea, otra idea, y otra idea. Al final, haces algo y dices, "¡Ostras, esto es realmente relevante, tiene sentido!". He empezado diciéndole una locura y he acabado haciendo algo que realmente tiene un sentido o que puede ser un contenido interesante o una idea creativa muy chula.

Entonces, yo diría que se trata de probar todas las herramientas existentes, quedarte con aquellas que ves que dan resultados interesantes, tanto a nivel de imagen, vídeo, diferentes formatos, incluso IAs que te ayudan a centralizar o segmentar datos. Si tienes una tienda física o un e-commerce, prueba todas las IAs posibles que puedas permitirte.

Yo siempre hablo de imágenes porque es lo que más manejo, pero a nivel de imágenes, por ejemplo, prueba todas las que existen. Primero las gratuitas, luego las de pago, y sigue subiendo de nivel hasta que encuentres una que tenga un desarrollo propio y te haga algo más específico. Es un proceso de prueba y error hasta encontrar el punto adecuado.

En el proceso creativo, vas a decir, "ahora me apetece hacer esto, esto y esto, ¿cómo lo puedo hacer?". Tienes tal herramienta en tu cabeza, otra más, y quizás si fusionas esto o encuentras una plataforma que optimice tus ideas creativas, al final llegarás al resultado que querías. No te puedes basar en una sola herramienta. Tienes que probar todas las opciones posibles y ver hasta dónde puedes llegar para desarrollar tu proceso creativo propio”.

En cuanto a su faceta como profesora, le pregunto a Karen si también incorpora la IA en sus clases y cómo lo hace. 

“Intento siempre hablar de ello en todas las clases porque creo que es fundamental. A medida que llevo dando clases, ya casi cinco años, intento hablarles de lo que está en ese momento. Yo me dedico a la transformación digital, así que hablo de moda, pero también de transformación digital y marketing digital con lo más nuevo que pueda contarles.

Como profesora, tengo el deber de quitarles el miedo a probar este tipo de cosas y a no verlas como una amenaza. Muchas veces, en una clase, la reacción a la inteligencia artificial es de temor. Les digo que no tienen que trabajar con ella si no quieren, aunque creo que acabarán haciéndolo, pero deben saber que existe, cómo funciona y cómo usarla.

De hecho, este año les incorporé un ejercicio con IA. Básicamente tenían que crear imágenes con IA en varias plataformas, trabajando con diferentes estilos de marcas. Algunos alumnos, que eran bastante escépticos, se dieron cuenta de que aquellos que trabajaban bien los prompts lograban resultados espectaculares, mientras que otros no obtenían los mismos resultados por no dedicar tiempo a darle buenas órdenes. 

Yo creo que eso es lo que nos ha pasado a todos, o sea, que la primera vez que te sientas a trabajar con IA, crees que no vale para nada.  

Le sacas partido cuando entiendes que es una herramienta y que no es magia, que tienes que trabajar con ella, y que realmente el que la controla es tú. 

El gran error es pensar que te lo va a hacer todo. Yo siempre les hago una pregunta que les rompe un poco la cabeza, que es, ¿creéis que te lo hace todo la inteligencia artificial? O sea, ¿creéis que nos sustituye en cuanto a tareas y que ya va a hacer todo por nosotros? Y es divertido, porque al final ven que no”.

Le pregunto si ha notado un descenso de la calidad de los materiales de sus alumnos desde la “aparición” de Chat GPT. 

“He notado una parte positiva, que a mí también me afecta. Cuando era estudiante y tenía que entregar el TFM, por ejemplo, era una frustración porque no soy la mejor editora de imágenes. Cuando quería poner una imagen, decía: "Estoy poniendo lo mismo que puede poner otro, porque lo cojo de Google y qué rollo". Ahora veo que hay gente que tiene esa inquietud creativa y te ponen imágenes hechas por ellos, pero ves que hay elementos mucho más visuales y atractivos. Esa parte positiva me gusta, porque lo he visto hasta en los TFM el año pasado.

Y hay otra parte, que sí es verdad, aunque el porcentaje es muy bajo, de gente que ha intentado decir: "Vale, pues esto me lo hace Chat GPT, se lo pongo y a ver qué pasa". Pero eso es tan fácil de descubrir, o por lo menos hasta ahora lo ha sido, como preguntarles de dónde sacan esa idea, por qué, y la persona no sabe muy bien cómo profundizar. Eso pasó el año pasado, y quizás este año pase más. Es normal, como con tantas cosas que te facilitan la vida, el famoso rincón del vago, etc. Hay un porcentaje que va subiendo de gente que intenta probar a ver qué pasa”. 

Casi para finalizar con la entrevista quiero saber dónde se informa para estar lo más actualizada posible. 

“Soy súper curiosa. Evidentemente, soy usuaria de redes sociales, aunque no publico mucho contenido personal. Uso las redes sociales, ciertos medios, y soy muy de LinkedIn. Encuentro muchas novedades en LinkedIn, y a partir de ahí investigo más. Diría que el 60-70% de la información que obtengo es de LinkedIn, y luego sigo investigando desde ahí. Las redes sociales en general ayudan mucho en esa parte informativa. Tienes que saber ver qué es real y qué no, pero las redes sociales también me ayudan a ver cómo funcionan las cosas. Antes, cuando trabajaba en marketing digital, me enteraba de nuevas funcionalidades en Instagram, por ejemplo, porque estaba en Instagram.

Ahora soy menos usuaria de redes como TikTok, porque no van tanto conmigo, pero procuro estar al tanto de cómo funcionan y qué hacen. Para mí es estar dentro del universo digital. Consumo medios de comunicación, sobre todo digitales, y LinkedIn es una fuente impresionante de aprendizaje”. 

Y ya por último, le pregunto dónde le gustaría estar en 10 años y si se ve aún más implicada con la IA.

“Sinceramente, me gustaría seguir mezclando esos mundos o sectores que he podido experimentar: la docencia, la moda y la práctica digital. Me gustaría mezclarlo e intentar dirigirlo hacia la investigación, para luego aplicarlo a la docencia. Ver hasta dónde se puede llegar con una idea dentro del mundo de la moda, visual o incluso textual o en comunicación, en los diversos aspectos que puede abarcar una marca de moda, desarrollarlo y luego llevarlo a la docencia, porque me sigue gustando y me gustaría seguir dedicándome a ella”.

Muchísimas gracias por tu tiempo, Karen, ha sido un auténtico placer charlar contigo. Me hubiese quedado más tiempo.

¡Seguimos ahondando en la #IA!