BIENVENIDO 2018, ASPIRACIONES POR ALCANZAR EN LA GESTIÓN DE BOSQUES Y EL SECTOR FORESTAL DEL PERÚ
Caminando y dialogando por el caserio Mazaray en el distrito de Callería, Provincia de Coronel Portillo en la Región Ucayali

BIENVENIDO 2018, ASPIRACIONES POR ALCANZAR EN LA GESTIÓN DE BOSQUES Y EL SECTOR FORESTAL DEL PERÚ

Perú, tiene 73,973,000 has de bosques naturales. Ocupando el noveno lugar de los países con mayor extensión de bosques en el planeta y el segundo lugar en América del Sur.

Hemos padecido en el 2016, una tasa anual de pérdida de bosques, que asciende a 164,662 has. Es preocupante, porque dicha tasa implica un patrón desde el 2014, de tasas anuales por encima de los 155,000 has (2014 tuvo una tasa de anual de pérdida de bosques de 177,566 has y el 2015 de 156,462 has).

En cuanto al área de bosque ordenado, sometido a títulos habilitante, manejo forestal y custodia, advertimos lo siguiente:

1.             Zonificación y ordenamiento forestal, se aprobó la nueva Ley Forestal con la puesta en vigencia de los reglamentos, se aprobó las normas complementarias (guía metodológica), pero es un proceso que no se inicia ni promueve. Solo se tiene el ordenamiento creado y aprobado al amparo de la Ley N° 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre y la Ley de Áreas Naturales Protegidas.

2.             En cuanto al otorgamiento de títulos habilitantes, aquí debemos advertir:

2.1.       Al amparo de la Ley N° 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre derogada, se otorgaron 9´176,668.26 has de bosques, en concesiones forestales maderables y no maderables.[1]

Este dato es interesante, en tanto, que existe una relación entre conservación de bosques (evitar avance de deforestación) y puesta en valor a través de los títulos habilitantes otorgados al amparo de la Ley N° 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre y las áreas naturales protegidas -ANPs. 

La evidencia que usamos para sustentar esta afirmación, es el “Cuadro N° 2 Deforestación Acumulada (2001-2014), según categoría de uso de tipo de tenencia”, página 59 a 61 del Informe Nacional de Conservación de Bosques 2016 del Ministerio del Ambiente[2], en el análisis del porcentaje de distribución de la deforestación por categoría, se advierte que la pérdida de bosques en las categorías títulos habilitantes otorgados al amparo de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (concesiones forestales), soporta sólo el 14.87%, mientras que en las áreas libres (no ordenadas), ordenadas pero no asignadas en derechos (BPP libres), en los predios privados y las comunidades nativas y campesinas, acumulan una tasa de presión de deforestación del 85.72%. 

Ello nos permite interpretar, que la custodia del bosque y el control del avance de la deforestación, tiene mejor funcionamiento o resultado, en las áreas sujetas a títulos habilitantes otorgados al amparo de la Ley Forestal.

Las áreas sujetas a la custodia del Estado (los bosques no ordenados y los ordenados pero no asignados en derecho), tienen el mayor porcentaje de presión, osea el Estado no custodia en forma debida los bosques. 

Se debe prestar atención a las áreas de bosques, donde se otorgan derechos vinculadas a una visión agrícola (propiedad privada, comunidad nativa o campesina), en tanto, que se titula las tierras con capacidad de uso mayor de la tierra – CUM, para cultivo en limpio “a”, cultivo permanente “c” y pastores “p”), donde partes del supuesto de acreditar actos posesorios agrícolas en el bosque (normalmente conversión y cambio de uso para desarrollo de sembríos y ganadería) para que se produzca la titulación de tierras (propiedad agraria o comunal). Estas áreas de bosques, padecen de un elevado porcentaje de deforestación. 

Bajo la premisa, que el privado cumple una mejor custodia de los bosques naturales, a través de los títulos habilitantes otorgados por Ley Forestal, bajo un enfoque de aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, es que impulsamos la puesta en valor de nuestros bosques vía el otorgamiento de los títulos habilitantes. 

La puesta en valor, entendíamos, que no requerían de la puesta en vigencia de una nueva Ley Forestal, en tanto, que se necesitaban ajustes a la derogada Ley 27308 LFFS, en cuanto: 

a)     A la no necesidad de tener como requisito para acceder al título habilitante, el otorgamiento del derecho agrícola (propiedad o posesión por la Autoridad Agraria Regional por ejemplo), cuando podía la misma autoridad forestal reconocer y otorgar el acceso a la tierra que detentaba bosques o su uso era forestal o de protección. 

b)     Simplificación del procedimiento para el acceso al título habilitante, marcada por la actuación de oficio del Estado. 

c)      Dotarles de mejores atributos al derecho forestal para asemejarlo o equipararlo al derecho de propiedad agrícola (disposición y reivindicación por ejemplo, que permitiese asociaciones estratégicas y mercados de derechos ágil sin mayor intervención del Estado). 

d)     Que el manejo forestal no responda a la cultura del papel, sino del acompañamiento por la autoridad e implementación en campo. No queremos ingenieros, en los escritorios de las oficinas en la capital del Perú, en sus oficinas exclusivas ubicadas en La Rinconada Baja de la Molina (SERFOR) o de Magdalena (OSINFOR), para pedir el DNI u otro requisito procedimental al viviente, sino queremos que esos ingenieros forestales, biólogos o botánicos, vayan a campo, para acompañar la formalización y la implementación de manera preventiva del manejo forestal y de fauna silvestre en el bosque. 

Con ello se debió formalizar la ocupación del área boscosa, sin que se requiera acreditar el otorgamiento del derecho de propiedad agrícola para luego solicitar y obtener el título habilitante. Esta perversión ha hecho que se limite de manera innecesaria la puesta en valor y formalización de la ocupación del bosque y las actividades forestales, sin la dependencia del derecho agrario. 

Una sub categoría que merece atención, son las unidades de aprovechamiento que luego de ser concesionadas, fueron objeto de supervisión, fiscalización y caducidad por OSINFOR, las cuales, pasan a ser áreas libres y disparan el porcentaje de presión por deforestación del 14.87% al 85.72%. Ello aunado al espacio de tiempo de demora tanto: 

a)     En ponerse en valor nuevamente, nos permite preguntar que pretende el Estado si es mal custodio, priorizar por priorizar la función supervisora persecutora o la de conservación del bosque. 

b)     La demora del procedimiento de supervisión, fiscalización y sanción a cargo de OSINFOR, se encuentra relacionado con la perdida de bosques por deforestación, que debe impulsar repensar los procedimientos administrativos únicos para volverlos más técnicos, oportunos y menos legalistas inoportunos, tomando en consideración el fin último que es la conservación de bosques. 

2.2.       En el periodo de vigencia de la Ley N° 29763 Ley Forestal y de Fauna Silvestre, identificamos tres títulos habilitantes que podían servir para poner en valor el bosque con inmediatez: 

a)     Procedimientos abreviados para otorgamiento de concesiones forestales maderables, en unidades no otorgadas en dos concursos públicos y las revertidas. 

b)     La cesión en uso, aun con sus deficiencias en cuanto al tratamiento diferente a las cesiones en uso para sistemas agroforestales y silvopastoriles (artículo 63 de la Ley N° 29763 LFFS), respecto a la cesión en uso para acceso a bosques residuales (artículo 64 de la Ley N° 29763 LFFS). Pese a ese tratamiento diferente, cuando en la realidad ocurre que un pequeño polígono se da tanto la ocupación de la superficie forestal donde se practica las actividades agroforestales o silvopastoriles y la custodia y aprovechamiento de los bosques naturales. Pese a ese tratamiento diferente a una realidad única, entendíamos que podían en su dimensión y limitación ayudar a formalizar la ocupación y la actividad de un gran número de ciudadanos o vivientes que se vinculan al patrimonio forestal de la Nación. 

c)      Bosques locales, que tenía la posibilidad de ayudar a formalizar la actividad forestal, para que accedan los vivientes de determinadas jurisdicciones de la Amazonía. 

Fue así, que impulsamos como parte de la agenda de la Confederación Nacional Forestal del Perú en la Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal, la aprobación de los lineamientos de procedimiento abreviado, la cesión en uso y los bosques locales. 

Diremos también, que la transición jurídica, a partir de la puesta en vigencia la Ley N° 29763 LFFS, con la aprobación de sus reglamentos, los cuales se hacen depender de sus lineamientos (normas complementarias), trae a nivel nacional que se suspendan procedimientos a cargo de los Gobiernos Regionales y Administraciones Técnicas Forestales, afectando a gran parte de la población formal del sector forestal, por la no atención de sus procedimientos administrativos. Surgen las quejas y reclamos de comunidades, caseríos, pobladores individuales, etc. Situación que la gestión saliente de SERFOR y el gobierno nacional saliente (Ollanta Humala), entendemos no pudo administrar en forma debida. 

2.3.       En el segundo trimestre del 2017, se aprueban los lineamientos del procedimiento abreviado para otorgamiento de concesiones forestales maderables, luego de ello, se impulsó la implementación con la generación de los mapas por parte de los gobiernos regionales y la publicación de los mismos para dar inicio a la puesta en valor por esta vía.

Así se logra someter al procedimiento abreviado 2 millones de hectáreas de bosque de producción permanente: i) 1,200,000.00 has en Loreto; ii) 800,000.00 has en Ucayali. De ellas se han suscrito contratos de concesión forestal con fines maderables por 543,000 has que entran a custodia y aprovechamiento sostenible en el 2018.

Aquí, debemos tomar en cuenta dos elementos, el primero es que tenemos para poner en valor entre áreas no categorizadas y áreas categorizadas y no otorgados en títulos habilitantes, un promedio de 26,859,923 has; un segundo elemento, es el tiempo de duración de los procedimientos para la puesta en valor. En Loreto, el plazo aproximado del procedimiento abreviado (entre la publicación de mapa y la suscripción de contratos), fue un aproximado de 382 días para poner en valor 543,000 has. Tiempo de duración del procedimiento abreviado, que nos debe llevar analizar este como los otros lineamientos vinculados a los títulos habilitantes para poner en valor, los cuales deben ser más ligeros, si la meta es poner en valor los bosques en el más inmediato plazo. Además resulta interesante, porque ingresa esta cantidad de área (543,000 has de bosque natural) al 15.82% de presión por deforestación dejando el 85.72%. 

2.4.       En cuanto a los bosques locales se han establecido cuatro por parte del SERFOR hasta la fecha. Debemos evaluar porque establecemos de manera concentrada en Lima y se aprueban los planes de manejo a nivel regional. Además debemos evaluar el mismo título habilitante. 

2.5.       En materia de cesión en uso, no se conoce título algún que se haya otorgado. Lo cual nos advierte la necesidad de revisar la forma como hemos desarrollado la cesión en uso, a efectos de entender qué es lo que necesita campo (tratamiento único y no dual) y hacerlo ágil y de oficio por regla general. 

3.          Otro gran problema que identificamos y que viene socavando de nuestro sector foresta nacional y la imagen del país, es el del origen legal de los productos forestales maderables que provienen de nuestros títulos habilitantes y se someten al mercado nacional e internacional. 

El modelo hasta hoy llevado a cabo para acreditar el origen legal y la trazabilidad por parte del Estado, es el de control preventivo para especies CITES a cargo de SERFOR y gobiernos regionales; y, como regla general la supervisión o fiscalización posterior al aprovechamiento. Una diferenciación en materia de supervisión, es que luego de las operaciones Amazonas 2014 y 2015, OSINFOR informa a los titulares de títulos habilitantes que podían requerir mediante carta que los supervisen los planes de manejo que tenían especies para exportar. 

Esta forma de trabajo mantuvo al Perú con tasa de inexistencia de árboles declarados en los planes de manejo y supervisados por OSINFOR de 24% desde el 2010 al 2016, conforme a la información que se publica en el reporte 5 del SIGO OSINFOR.[3] 

Desde nuestra tribuna impulsamos incluyendo en la agenda que expone  la Confederación Nacional Forestal del Perú, desde finales del 2015 en las distintas reuniones y luego en la Mesa Nacional (Ejecutiva) de Desarrollo Forestal, que el modelo de supervisión y control, debía ser preventivo, a través de las supervisiones por parte de OSINFOR: 

a)            Previa a la aprobación del plan operativo.

b)            Durante la corta. 

c)             Al final de la corta. 

Ello con la finalidad:

a)            Que se consiga la acreditación del origen legal y la trazabilidad del producto forestal. 

b)            Que OSINFOR cambie la filosofía de ser un órgano persecutor, a ser un órgano del Estado que acompañe y acredite el buen manejo forestal y de fauna silvestre en campo. Si el ciudadano tenía errores en la presentación de su plan de manejo, con las visita de campo, se le debía orientar a corregir. Lo mismo durante la corta y con posterioridad a la misma, buscando desarrollar, acompañar la realización del buen manejo forestal en campo. Además debe de crearse un sistema de acreditación o certificación público, para brindar seguridad al producto forestal y de fauna silvestre que proceda del manejo, transformación y comercialización que realicen nuestros connacionales, con el fin de que accedan al mercado interno, la compra pública y el mercado extranjero los mercados extranjeros.

Este mensaje lo hemos llevado a los distintos rincones de la Patria, a los vivientes, a los titulares de títulos habilitantes, tratando de formar consciencia que el buen manejo forestal y de fauna silvestre, es el camino a seguir. 

En las reuniones de la Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal, OSINFOR señaló que su norma de creación (Decreto Legislativo N° 1085), no le permitía ejercer este modelo de supervisión, requiriendo un informe por SERFOR como ente rector. SERFOR, emite con la demora respectiva el informe, señalando que OSINFOR podía participar acompañando al gobierno regional; y, sobre este informe, el 24 de noviembre del 2017, OSINFOR aprueba su Directiva para la supervisión previa a la aprobación de planes operativos. 

Pero este modelo, impulsado desde las bases sociales, que son las que implementan el modelo de manejo y aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, este año 2017, gestó la reversión del indicador de inexistencia de árboles declarados en los planes de manejo supervisados por OSINFOR del histórico 24.71% (2009-2016) a 9.84%. Es decir, los manejadores de bosques del Perú, han logrado un indicador de existencia de árboles supervisados por OSINFOR del 90.17%.

Este indicador es importantísimo, en tanto, que debe marcar la pauta para que con las supervisiones durante corta y posterior, se acredite el origen legal y la trazabilidad de manera plena al 100% en el 2018 y años subsiguientes, con ello formemos la oferta de producto forestal para comercializar a nivel nacional o internacional, levantar la imagen país y posicionarla en el mercado. Brindándole oxígeno y vida al sector forestal nacional.

4.             Es decir, no solo se afianza la custodia del bosque natural a través de los títulos habilitantes, que soportan un porcentaje de deforestación de 14.12%, sino que además incrementó la tasa de existencia de árboles declarados supervisados por OSINFOR al 90.17%. 

5.            Nuestra aspiración para este año 2018, que la hemos trasladado a todos los manejadores de bosques y vivientes vinculados al patrimonio forestal, que son parte de la Confederación Nacional Forestal del Perú con quienes lo hemos expuesto ante la Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal: 

5.1.       Es llegar al 100% la tasa de existencia de árboles declarados en planes de manejo supervisados por OSINFOR. Bajo el modelo de supervisión que hoy ya se tiene aprobado (supervisión previa a la aprobación de los planes operativos, durante corta y posterior a corta), lleguemos al 100% de origen legal y trazabilidad del producto forestal maderable que sale de nuestras áreas de manejo forestal del Perú. 

Ello nos permitirá cumplir las normas Fletgh o la Lacey Act y cualquier norma que se requiera a efecto de levantar la imagen del país y permitir que nuestros productos forestales acceda a cualquier mercado del mundo. Que las maderas finas de nuestro bosque tropical, tengan la importancia y el debido trato en cualquier mercado.

Siempre tendremos los que van a seguir hablando de la operación Amazonas, sobre el porcentaje que no tiene sustento sobre tala ilegal y un gran etc, que coincidentemente se realiza en tiempos de COPs, donde las ONGs van por millones para sus proyectos o cuando el gobierno peruano va a realizar compras públicas millonarias y salen ganadores por coincidencia las empresas vinculadas a los sectores forestales de otros países que son nuestra inmediata competencia (Estados Unidos o Chile). 

Rolando Navarro (ex Presidente Ejecutivo de OSINFOR), en un twitt, señaló que debía esperar a la conclusión del año 2017, para ver si se consolidaba, la tasa de existencia de árboles declarados en los planes operativos supervisados por OSINFOR. Bueno estas líneas las escribo en un rincón de la Patria (las que camino para contrastar si se aplica o si sirve o no las normas forestales), casi al 31 de diciembre del 2017, viendo el reporte 5 del SIGO OSINFOR, advirtiendo que la tasa de existencia de árboles declarados en los planes operativos supervisados por OSINFOR se consolidó y cierra sobre sobre el 90%. Lo que me ratifica en señalar que el modelo que tuvo OSINFOR hasta la salida de Rolando Navarro, tuvo grandes errores de concepción, mantuvo y promocionó los indicadores negativos en materia de manejo forestal. Dichos indicadores se van revirtiendo con los cambios que se han gestado a partir de nuestras reflexiones que sirven a la agenda CONAFOR PERÚ, la cual se va exponiendo en la Mesa Ejecutiva De Desarrollo Forestal, hoy a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas, en tanto que no buscamos destruir sino construir el afianzamiento del proyecto país en materia forestal. 

5.2.       Aspiramos promover la transición de manejador forestal a comercializador nacional o exportador. En tanto, que si es él, quien se esfuerza por acreditar el origen legal y trazabilidad de sus productos que aprovecha en su área de manejo; entonces, debe tener la capacidad de vincularse al mercado nacional e internacional posicionando al país. Además que la diferencia en el precio a obtener (de precio de troza en bosque a precio FOB), le servirá a él, al manejo forestal y a la custodia de su bosque. 

5.3.       Aspiramos poner en valor la mayor cantidad de bosques posible, entendiendo que tenemos entre áreas no categorizadas y categorizadas y no otorgados en títulos habilitantes 26´859,923 has. Entendiendo además, que el procedimiento abreviado llevado a cabo en el Gobierno Regional de Loreto, tuvo una duración aproximada de 382 días entre la publicación de mapas y la suscripción de contratos por 543,000 has (media de 382 días por 543,000 has). 

Ello a efectos de que pasen de la inexistente custodia del Estado que causa que soporten el 85.72% de presión por deforestación por ser áreas libres, a ser custodiadas por el titular y soporte el 15.82% siendo título habilitante. 

5.4.       Asimismo, aspiramos reducir el porcentaje del 15.82% de presión por deforestación (a partir del cambio de uso, desbosques que se realizan por invasores) dentro de áreas de manejo o títulos habilitantes. Ello a partir del desarrollo de una estrategia de mayor y mejor atención del titular del título habilitante para controlar los actos de terceros de usurpación, invasión y cambio de uso o desbosque.

Lo expuesto y los indicadores positivos que vamos logrando y aspiramos se afiancen, me da pie a señalar que no somos un país de taladores ilegales, como se generaliza a partir de casos concretos, en las publicaciones de USTR, de CIEL, en la de GLOBAL. Somos un país de ciudadanos que soportan un Estado ausente del bosque; en su ausencia, vamos organizando a la población en sus organizaciones de base las cuales proponen vía diálogo social en las Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal, las reglas que nos ayuden a superar nuestros problemas en manejo y conservación de bosques, logrando de a pocos y entendiendo los tiempos en que camina el Estado, de manera conjunta resultados positivos. 

Estas propuestas no le cuestan un sol, dólar o euro al presupuesto público o a la cooperación internacional. A contrario sensu, son millones de soles, dólares o euros, que va gastando sin resultados alguno, proveniente de presupuesto público o cooperación internacional. Son 90 millones de dólares que Estados Unidos gasta en Perú, a través de sus agencias, programas y proyectos desde el 2009, en que se viene implementando el Tratado de Libre Comercio y su Anexo Forestal. Así también, son millones de euros provenientes de los países de la Unión Europea. Siendo sus resultados: i) el crecimiento de deforestación hasta casi el 200% desde el 2006; ii) las áreas del ordenamiento forestal y las áreas de títulos habilitantes, se reduzcan al igual que la industria forestal. 

A este modelo, de proyectos, programas y consultorías vanas con resultados negativos, se encuentran asociados las ONGs, empresas consultoras y consultores de siempre, que pululan entre el Ministerio de Agricultura, Ministerio del Ambiente, Gobiernos Regionales, Embajadas y otros, logrando presupuestos, cuyos informes de ejecución normalmente no dan cuenta de los realies indicadores en los que se mueve el sector forestal.

Por nuestro lado, hemos llegado para ayudar a organizar a los ciudadanos de nuestra Patria en su Confederación Nacional Forestal del Perú – CONAFOR PERÚ, que ayuda a gestar la reflexión crítica y propositiva para revertir los indicadores negativos, mejorar la imagen país, ganar la confianza del mercado nacional e internacional, posicionar a nuestro sector forestal y lograr con ello la recuperación del tiempo y terreno perdido, gestado en el marco de Tratados de Libre Comercio y Anexos Forestales que han ayudado a mejorar las posiciones en nuestro mercado nacional del sector forestal chileno y de Estados Unidos, en desmedro de nuestro sector forestal y de nuestros bosques (conforme lo pueden corroborar de nuestra Balanza Comercial Forestal negativa y los Datos Oficiales de Bosques y Pérdida de la Cobertura de Bosques Húmedos).

Bienvenido 2018, serás un espacio de tiempo, para seguir trabajando, aportando y consiguiendo los objetivos país, que va proponiendo el pueblo forestal peruano organizado en la CONAFOR PERÚ.



[1] http://www.serfor.gob.pe/wp-content/uploads/2017/07/mapa-concesiones-24-07-2017.pdf

 

[2] http://www.minam.gob.pe/informessectoriales/wp-content/uploads/sites/112/2016/02/11-La-conservaci%C3%B3n-de-bosques-en-el-Per%C3%BA.pdf

 

[3] https://observatorio.osinfor.gob.pe/Estadisticas/Home/Reportes/5

 

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