Caso de estudio: Rumipamba - ENEA18

INTRODUCCIÓN

Lo humano de cada lugar no es lo que contiene sino lo que transmite, y cuan divino puede ser, vivir experiencias maravillosas sin tener que salir de la ciudad.

Nunca imagine que mil metros más arriba encontraría la tranquilidad que la cotidianidad no me puede dar.

¿Quiénes somos? ¿Quién es Quito?

Preferimos vivir en altura y creer que esa es la relación más directa con la ciudad ignorando los espacios que la propia naturaleza nos da, cuando la esencia de Quito son las montañas y las quebradas como la que existe en la Primavera. Un lugar que la gente lastimosamente no conoce por el hecho de juzgarla como un sitio degradado, sin valorar las rutas existentes que permiten descubrir el verdadero sentido de lo que en realidad es Quito.

Pocos de los que conforman La Primavera usan estos sitios propios de una manera productiva, lo que puede ser solo una quebrada ellos la aprovechan con sus cultivos, mientras que la mayoría no se apropia de lo que realmente es su barrio prefiriendo generara barreras que no permiten la vida en comunidad.

“La Primavera” es un barrio con tantas posibilidades, que mediante buenas estrategias podría ser habitado y conocido por todo lo maravilloso que existe en sus entrañas.

DESARROLLO

El análisis del caso ¨Estudio Rumipamba¨ constó de varias etapas que se desarrollaron a lo largo de la semana, tanto en la universidad como en el barrio en un reconocimiento en sitio de la parte urbana como de su entorno natural.

Cada salida buscaba cumplir con el objetivo planteado. La primera reunión se llevó a cabo en la universidad la cual tuvo como finalidad saber como nosotros mismos vemos a la ciudad, si en verdad Quito se ha convertido simplemente en una mancha urbana como la vemos o si aquellas áreas verdes que conocemos solo se lo encuentra en los parques existentes en toda la ciudad sin ver a la naturaleza en su puro esplendor.

Desde la primera visita al lugar pudimos introducirnos en eso que se planteaba, cómo Quito aún es un verde natural de montañas, es quebradas y cómo aún existe mucho por hacer en estos sectores donde viven el límite entre lo urbano y lo natural; cada visita fue registrada con fotografías que evidenciaban la diversidad del lugar, tanto en los tipos de construcción, sean formales o informales, en el modo de habitar de las personas, y como ellos han llegado a habitar la quebrada de maneras realmente interesantes incorporando estrategias como huertos urbanos, cómo conviven con los animales, como; caballos, cabras, etc, y también valorar la belleza innata de la quebrada entiendo como la esencia del barrio a pesar de un problema de abandono que se lo evidencia en algunos puntos convirtiéndose en un botadero de basura, sin embargo, no se registraban malos olores y el agua seguía siendo relativamente clara la cual podía ser usada para el riego.

Nuestro enfoque era principalmente la quebrada, aprovechando al máximo todas sus potencialidades y poder cambiar un poco la visión sesgada que la mayoría de personas tienen, viendo en Quito simplemente a la ciudad densa y se olvidan todo el paisaje maravilloso que lo rodea, desconociendo su historia,y las quebradas que existen bajo sus pies, y por ende ignoran la belleza de esta clase de lugares.

Durante el desarrollo de la semana seguimos subiendo por medio de las rutas para ver que más podíamos encontrar, y fuimos descubriendo como cada rincón escondía algo único y sorprendente, cada espacio llegaba a brindar una atmosfera muy diferente a la anterior y a medida que avanzábamos nos alejábamos cada vez más de la ciudad hasta llegar al punto de haberla perdido de vista porque la naturaleza nos envolvió por completo y no existía nada más que ese lugar.

Dadas estas experiencias nos planteamos un nuevo objetivo el cual fue encontrar la manera para que muchas más personas pudieran vivir esta experiencia, que sean capaces de que en la misma ciudad puedan disfrutar de estos rincones que sin ser tan alejados te permiten apartarte por un momento del caos urbano que vivimos cada día, y también valorar mucho más la quebrada aprendiendo y potenciando los modos de habitar que la población del barrio la Primavera ya posee.

Para lo cual después de realizar un análisis del sector mediante recorridos, entrevistas y recopilación de fotografías e información, se plasmó la propuesta que constaba de un circuito con diversas actividades que logra unificar al barrio de tal manera que puede convertirse en un recorrido con una visión mucho más amplia que si bien partía del barrio (micro) buscaba agrupar estos sitios escondidos de Quito, y que la quebrada de Rumipamba se convirtiera en aquel rincón donde las personas pueden alejarse de la ciudad densa y caótica y encontrarse con su esencia en medio de las montañas y la quebrada.

CONCLUSIONES

El hacer arquitectura no solo radica en lo construido sino también en valorar el entorno y ser capaces de llegar a entender la relación entre lo natural y lo artificial, con una visión muy sensible acerca de lo que se puede y se debe hacer con un contexto determinado.

La esencia de una ciudad debe encontrarse en su historia, sus inicios y no verse como la idea comercial ante el mundo en donde una ciudad en altura se la muestra grandes edificios sino ver un poco más allá y comprender como la relación de altura se da por las montañas gracias a los 2850msnm que se encuentra, y el reto es encontrar todo lo que esas montañas esconden.

Este taller pudo ser catapulta para que sus estudiantes entendieran lo que una ciudad abarca, viviendo de cerca su entorno y sintiendo su naturaleza. 

Creditos:

Tutores: Arq. Daniel Moreno Flores - Arq. Emmanuel Mendoza Zambrano

Equipo de Trabajo: Diego Lopez, Misell Alarcón, Gabriela Mancero, Angeles Miranda, Andrea Arellano, Karla Yépez, Myrena Ramos, Francisco Aldaz, Camila Torres, Francisco Diaz, Karla Marcillo, Luis Marca