Casos de Uso en UX. ¿Para qué se va a usar tu producto?
Detectar todos los flujos que el usuario recorrerá cuando use tu producto. Cómo se va a desenvolver por ellos. Cuáles son las barreras con las que se encontrará. Las posibles soluciones ante crisis de uso. En definitiva, conocer y ponernos en la piel del "user" para reproducir los caminos por los cuales, lo que hemos diseñado, dará solución a un problema o necesidad.
No todos los usuarios usan nuestro producto para lo mismo
Cada usuario tendrá en cada uso un objetivo principal. Ponemos el ejemplo de una App de venta de billetes de tren. Tendremos tantos casos de uso como flujos de uso del producto. En este caso podríamos citar:
- Registro en la App
- Login
- Recuperar contraseña
- Realizar una búsqueda
- Realizar una reserva de billete
- Solicitar ayuda en la página de contacto
- Descargarse la App en los Stores
- Darse de baja
- etc...
Todos estos casos de uso requieren de un estudio pormenorizado de todo el flujo que se vaya a realizar, ya que en la fase de diseño, esto condicionará la estructura y diseño de interfaz para alcanzar la mejor experiencia de usuario.
Los Casos de Uso junto con los Escenarios permiten entender a dónde mirarán tus futuros usuarios cuando intenten realizar una tarea en tu sitio. Incluso si tus personas “fallan” en la tarea, por lo menos ahora tendrás una representación visual de tu problema y podrás volver atrás para resolverlo de forma sencilla.
Los casos de uso permiten probar la estructura de tu sitio antes de que esté totalmente desarrollado y de esta forma poder anticiparte a los problemas que puedan surgir.
¿Qué son los Casos de Uso?
Consiste en hacer una descripción escrita de cómo los usuarios realizan tareas en el sitio o producto. En él se esbozan, desde el punto de vista del usuario, el comportamiento del sistema y su respuesta ante una solicitud.
Cada Caso de Uso se representa como una secuencia de pasos simples, comenzando con el objetivo del usuario y finalizando cuando se cumple ese objetivo.
¿Cómo hacemos un Caso de uso?
Lo primero que tendrás que determinar para resolver la creación de un caso de uso es un objetivo real que tendría un usuario en tu sitio. Una vez que tengas el objetivo (o tarea), el resto es un rompecabezas lógico: saber qué hará la persona, cómo se comportará en el sitio, ¿paso a paso? Aquí es donde toma importancia que la persona esté bien detallada, ya que cuanto más detallada esté diseñada tu persona, más útil te será.
A la hora de crear escenarios de usuario y casos de uso, hay que tener en cuenta los siguientes factores:
- Entorno de la Persona: Saber desde dónde está accediendo tu persona a tu producto. Cuál es el origen del uso. Podría ser el trabajo, su casa, o a lo mejor una cafetería.
- Mentalidad de la Persona: Visualizar a las persona y saber qué está pasando por su cabeza. Este es una buena oportunidad para descubrir cómo el usuario se siente cuando interactúa con tu producto.
- Impulsos y Motivaciones: Tu persona está en tu producto, y ahora necesitas saber por qué. Mantén en mente el objetivo específico que ha motivado a esa persona a interactuar con él, e intenta entender por qué o qué ha desencadenado ese escenario y caso de uso.
- Factores Externos que Impactan el Uso: Estos pueden ser un gran abanico de elementos. En el caso de producto digital podrían ser: la velocidad de la conexión de Internet, la cantidad de tiempo de la que dispone, o puede que incluso la distracción que produce el ruido de la calle en la que se encuentra.
Principio de Pareto
El principio de Pareto, también conocido como la regla del 80-20, fue propuesto originalmente en 1906 por el economista italiano Vilfredo Pareto, que se dio cuenta de que el 80% de la riqueza y las tierras del país pertenecían al 20% de la población.
Microsoft también se percató de que arreglando el top 20% de los errores y bugs reportados, el 80% de los errores y “cuelgues” se solucionaban. Lo que para ti significa, que si identificas las tareas más requeridas por tus usuarios, estarás al final solucionando la mayoría de los problemas de tu producto directamente.
Con todo esto ponemos más de manifiesto que siempre tienes que conocer el producto con el que trabajas al detalle y al milímetro, para adelantarte y ser proactivo ante errores y problemas de tu usuario.