Causas y efectos de la Mpox o Viruela del Mono.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, como una emergencia de salud pública de importancia internacional. Esta decisión fue tomada en respuesta al incremento inusual de casos en África, con más de 15,600 reportados en lo que va de 2024, incluyendo 537 muertes, un aumento drástico en comparación con los 1,145 casos y siete muertes registradas en 2023. La República Democrática del Congo (RDC) representa el 90% de estos casos, y se ha detectado una nueva variante del virus, que también ha afectado a otros países africanos como Ruanda y Uganda.
La mpox es una enfermedad viral causada por el virus de la viruela del mono, una especie del género Orthopoxvirus. Este virus causa síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados y una erupción característica que suele comenzar en la cara, las manos y los pies, y puede extenderse a otras áreas del cuerpo, incluidas las mucosas y los ojos. Los síntomas duran generalmente entre dos y cuatro semanas y, en la mayoría de los casos, desaparecen sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en casos graves, la enfermedad puede causar complicaciones graves, como infecciones de la piel, neumonía y pérdida de visión, y puede ser mortal, especialmente en recién nacidos, niños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
La transmisión del virus puede ocurrir a través del contacto directo con animales infectados, como roedores y primates, o por contacto físico con personas infectadas, especialmente a través de fluidos corporales o materiales contaminados, como ropa o utensilios. Aunque no está claro si las personas asintomáticas pueden transmitir el virus, se sabe que el riesgo de contagio es mayor durante el periodo sintomático.
La OMS ha destacado la necesidad de una respuesta adaptada y global para detener la propagación de la mpox, con un enfoque en la participación comunitaria. La organización está trabajando en estrecha colaboración con gobiernos y organizaciones de salud en los países afectados para fortalecer la vigilancia, mejorar las capacidades de diagnóstico y proporcionar atención médica adecuada. Además, se están llevando a cabo esfuerzos para asegurar el acceso equitativo a vacunas, diagnósticos y tratamientos en todo el mundo. Actualmente, dos vacunas aprobadas por la OMS están disponibles para combatir el virus, y se están explorando tratamientos antivirales, como el tecovirimat, para casos graves.
El brote de mpox en África es particularmente preocupante debido a la aparición de una nueva variante del virus y la rápida expansión de la enfermedad a múltiples países. La OMS ha movilizado equipos de expertos para apoyar a las autoridades nacionales en la vigilancia de la enfermedad, la formación del personal sanitario, y la implementación de medidas de control, como el rastreo de contactos y la concienciación sobre el riesgo entre las comunidades.
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En resumen, la declaración de la mpox como una emergencia de salud pública de importancia internacional subraya la gravedad de la situación y la necesidad de una acción coordinada a nivel mundial para detener la propagación de la enfermedad, proteger a las poblaciones vulnerables y evitar que la crisis se agrave aún más.
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