CAUSAS DE CALAMBRE EN LAS NOCHES
Por John Villarroel
La disminución del flujo sanguíneo o la conectividad nerviosa en las piernas también pueden hacer que seas más propenso a los calambres nocturnos.
La causa más común de deficiencia circulatoria en las piernas es la enfermedad de la arteria periférica (EAP), una afección en la cual las arterias que suministran sangre a las piernas se vuelven más estrechas, generalmente debido a la aterosclerosis, que restringe la cantidad de sangre que puede llegar a las piernas y pies, lo que causa dolor en las piernas, especialmente al caminar largas distancias, pero también puede causar entumecimiento, frialdad en los pies, disfunción eréctil en hombres y calambres nocturnos.
La estenosis espinal lumbar, una afección en la que la columna vertebral se estrecha en la parte inferior de la espalda y también causa daño nervioso o presión sobre los nervios, puede manifestarse en calambres más frecuentes, así como dolor, debilidad y entumecimiento en las piernas.
Una de las causas más comunes de calambres en las piernas es en realidad demasiada tensión muscular, con muchos atletas que sufren calambres nocturnos frecuentes en las piernas o los pies, especialmente después de comenzar a entrenar más de lo que solían hacerlo.
Estar de pie por largos períodos de tiempo también puede fatigar los músculos de las piernas y causar calambres en las piernas.
6. Ciertos medicamentos
Los calambres en las piernas, incluidos los calambres nocturnos, son un efecto secundario comúnmente mencionado de muchos medicamentos. Los tipos más comunes de medicamentos asociados con los calambres musculares son:
• Medicamentos para la presión arterial
• Drogas estatinas
• Anticonceptivos orales
• Diálisis
• Diuréticos
Enfermedades neurodegenerativas o daño nervioso
Cualquier tipo de daño a los nervios en la región lumbar, la médula espinal o las piernas puede hacerte más propenso a los calambres. La quimioterapia, por ejemplo, a veces puede causar daño a los nervios, al igual que las enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson y los trastornos neurológicos, como la neuropatía periférica.
Desafortunadamente, la recuperación del daño a los nervios es muy lenta y lleva mucho tiempo, e incluso si te sometes a algún tipo de tratamiento, es probable que tengas calambres y otros síntomas por un tiempo o permanentemente.