CEO-Influencer: Entre la Imagen y la Realidad

Una tendencia creciente entre líderes ejecutivos principalmente es la de forjar un "brand personal" similar al de un #influencer profesional. Esta estrategia, adoptada por CEOs y otros líderes empresariales, se centra en construir una imagen pública sólida, con una presencia constante y atractiva en las redes sociales. Sin embargo, surge una pregunta fundamental: ¿Hasta qué punto esta imagen digital refleja la realidad del liderazgo y la gestión empresarial efectiva?

Sin duda alguna, la presencia en redes sociales se ha convertido en una herramienta esencial para los ejecutivos de hoy en día. A través de plataformas como LinkedIn, Twitter e Instagram, estos líderes comparten insights, logros personales y profesionales, buscando inspirar y conectar con una audiencia más amplia. Esta práctica no solo eleva su perfil personal, sino que también puede reforzar la marca de su empresa y potenciar su producto/servicio.

Sin embargo....No todos los líderes que proyectan una imagen carismática y exitosa en las redes reflejan estos atributos en su gestión diaria. Esto podría llevar a una discrepancia entre lo que se percibe y lo que se practica, afectando la credibilidad del líder y la confianza del equipo con el paso del tiempo.

También desde el área de #people debemos estar alertas pues podría afectar nuestro #reclutamiento, este fenómeno puede llevar a una #cultura donde la apariencia supera a la sustancia, y donde los "likes" y #seguidores se convierten en métricas de éxito más valoradas que los resultados reales.

La excesiva dependencia de una imagen de marca construida en percepciones y no en realidades concretas puede llevar a una desconexión con nuestros colaboradores y compañeros, clientes y stakeholders. A largo plazo, esto puede dañar la reputación y la sostenibilidad de la compañía si eres un CEO, ya que las bases de estas "marcas personales" no están ancladas en prácticas reales.

Aunque se reconoce que por otro lado la construcción de una marca personal implica desarrollar habilidades blandas como la comunicación, el liderazgo y la empatía. Estas competencias son esenciales para cualquier líder, pero siempre cuidar que vayan de la mano con su realidad, habilidades técnicas y una sólida ética de trabajo del día a día.

En resumen, mientras que cultivar una marca personal puede tener numerosos beneficios, es vital mantener una alineación entre esta imagen y la realidad de las prácticas y valores. Debemos esforzarnos por asegurar que nuestra influencia digital sea un reflejo genuino de nuestras habilidades y contribuciones reales.

La autenticidad y la congruencia se convierten, así, en los pilares de un

#liderazgo verdaderamente inspirador y efectivo.