CHANGE MANAGEMENT & CONTINUOUS IMPROVEMENT: Cambiar, para superarse.
"Acá siempre lo hicimos de esta manera."
Hoy me voy a centrar en una de las frases más escuchadas en las empresas, sobre todo las que llevan muchos años corriendo y con trabajadores longevos. ¿Te ha pasado alguna vez que alguien te dijera dicha frase o alguno de sus derivados mientras te estaban explicando algún procedimiento?
Generalmente uno absorbe los conocimientos, los asimila y luego los aplica. Después comemos algo y miramos la tele, nos dormimos y volvemos a empezar.
Hasta que entonces esos conocimientos se nos hacen carne y pasan a ser casi como movimientos involuntarios de nuestro ser. Empezamos a comprender las ventajas, pero también sus límites. Y sin darnos cuenta, nos terminamos convirtiendo en esa persona que alguna vez nos dijo mientras nos explicaba algo: "Acá siempre lo hicimos así."
Meto un paréntesis aquí, esto está bien, es parte de la curva de aprendizaje y adaptación de las personas. Pero si voy a hacer hincapié en ciertas diferencias que a veces aparecen entre las mismas.
En ese momento donde haces las cosas como si estuvieras en piloto automático, donde todo fluye si te ponés en modo "monje tibetano" y vas acelerado sin distracciones volando sobre el teclado/mouse para llegar a terminar algo que sabes cómo hacer, porque te explicaron cómo se hacía (ahí) y vos asentiste con la cabeza y arrancaste. Cierro paréntesis.
¿En qué momento, si es que lo tuviste alguna vez, te diste cuenta de que algo podría hacerse distinto? De otra manera, más fácil, más óptima, sustentable y/o con mejores resultados.
¿Pudiste en ese momento hacer algo al respecto? ¿Contra cuántas fuerzas tuviste que luchar para generar el cambio, además de que primero tuvieras que demostrar tu análisis y presentar pruebas de que cambiar algo iba a ser para mejor?
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Preparate para luchar contra una de las mayores adversidades: el confort.
Sí, hacer algo distinto, o sea implementar un cambio, requiere muchísimo trabajo. Trabajo el cual no va a ser bien recibido por quienes ya estaban conformes con cómo se hacen las cosas y no están interesados en las mejoras que pudieran acarrear dichos cambios.
El cambiar algo, el mejorarlo, da por evidencia empírica una satisfacción medible y por sobre todo tangible. No podés saborear tus mejoras personales sin siquiera haberle quitado el envoltorio a tu miedo a salir de la zona de confort.
Por eso muchas veces lo que falta no es voluntad, si no, oportunidades de cambio.
Hace falta que la maquinaria se frene, que alguien meta un palo en la rueda, que algún engranaje del mundo se rompa... para que nos encontremos con ese tiempo para repensar las cosas. Ese momento es el más difícil de conseguir y no se vende en farmacias ni supermercados.
Porque el trabajo que se necesita para volver a arrancar ya lo conocés. Lo utilizaste toda la vida cuando aprendiste cosas nuevas y lo seguís utilizando todos los días cuando hacés las cosas por repetición. Ahora, sabé que no vas a ver las mejoras si no te animás a ir del otro lado a ver cómo son. ¿Cuánto más te vas a quedar con la duda?
Las imágenes del artículo están inspiradas en el cambio de rutina. En pensar distinto en la tierra de Diego y Lionel. En tirar al tacho de reciclaje años de hacer algo "porque lo hacen todos", para celebrar internamente el esfuerzo de reaprender a ser uno mismo, otra vez, desde cero, pero jugando en otra cancha (o pista, para la audiencia Española) y sorprendiéndose de las ganas que uno le pone a algo nuevo cuando hace lo que le gusta.
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Pablo "Pi_K" Picasso.-