Charlando con #14 Mónica Ramírez de Acumen Fellow
En esta ocasión, nos adentramos en el fascinante mundo de la cultura y su intersección con la sostenibilidad y el impacto social, de la mano de Monica Ramirez Hartmann . Mónica es una administradora de empresas que, a través de una serie de afortunadas coincidencias, encontró su verdadera vocación en el sector cultural. Con una destacada trayectoria que abarca tanto el ámbito privado como el público, Mónica comparte con nosotros su valiosa experiencia y visión sobre cómo la cultura puede ser un motor de cambio y desarrollo en la sociedad. En esta entrevista, exploraremos cómo la sostenibilidad, la innovación y la colaboración entre el sector público y privado son claves para el éxito de los proyectos culturales. Además, Mónica nos cuenta sobre la inspiradora transformación del Bronx de Bogotá en un Distrito Creativo y el papel crucial que juega la tecnología en la gestión de los espacios públicos. Acompáñenos en esta enriquecedora conversación y descubra el poder transformador de la cultura y su impacto en la construcción de comunidades más empáticas y conectadas.
¿Quién es Mónica Ramírez?
Mónica Ramírez es una mujer que ha hecho un montón de cosas en la vida, y que sigue experimentando y aprendiendo. Alguien que nunca esperó, ni pensó, ni calculó trabajar en el sector cultural, pero que pasó por una serie de afortunados accidentes que la llevaron a la cultura. “El sector cultural me ha dado una cantidad de experiencias y regalos absolutamente maravillosos, tal vez diría que profesionalmente han sido las experiencias más especiales de mi vida. Yo no estudié nada cultural, soy administradora de empresas con maestrías y especializaciones en negocios, en sector privado, etc. Pero de las grandes sorpresas de mi vida ha sido trabajar en el sector público y trabajar en el sector cultural y hoy en día sigo trabajando en la intersección entre lo privado, lo cultural, la educación y el impacto.”
¿Cómo se asegura la sostenibilidad en la cultura?
La sostenibilidad en la cultura se logra mediante la claridad en el modelo de negocio, lo que permite tener ingresos estables y flexibilidad para innovar y aprovechar oportunidades. Es crucial no depender únicamente de una fuente de ingresos, sino diversificar las formas de financiamiento, ya sea a través de ventas, patrocinios, cooperación o convocatorias. Este enfoque estructurado permite a los proyectos culturales mantener su propósito y valores mientras generan ingresos suficientes para operar. Se debe abrir un poco ese espectro y saber que hay muchas fuentes para conseguir recursos, pero que muy posiblemente será un balance entre ingresos de generación propia y de terceros. El recaudo o “ fundraising” requiere de un pedaleo constante porque levantar recursos es muy difícil, pero las cosas se hacen más fáciles si hay una parte un poco más asegurada. Esto implica no sentir miedo de vender, que a veces pasa con los proyectos culturales.
¿Por qué es tan difícil movilizar recursos al sector cultural?
Hay una gran responsabilidad del sector cultural mismo de también aprender a hablar el lenguaje de las empresas, porque una de mis observaciones frecuentes era que el sector cultural tiene unos proyectos increíbles, no solo por su contenido estético, artístico, cultural, comunitario, etc., sino porque generan mucho impacto, pero les cuesta trabajo comunicarlo y ponerlo en términos que la empresa entienda lo que se logra con eso. Entonces, muchas veces se quedaban solo en la parte artística. “ Es que la música cambia vidas. Sí, pero si yo soy una empresa, necesito un poco más que eso porque yo de música no entiendo”. Entonces creo que hay una tarea importante que aún le falta a veces hacer al sector cultural y es ponerse en los zapatos del otro. Si voy a presentarle mi proyecto a esta empresa para pedirle recursos, tengo que aprender su lenguaje. Y son lenguajes que el sector cultural se rehúsa a veces a hablar.
¿Cómo fue el trabajo del Bronx de Bogotá a Distrito Creativo?
El Bronx en Bogotá era conocido por ser un área dominada por la delincuencia y el consumo de drogas durante más de 20 años, convirtiéndose en un espacio de horror y asociaciones netamente negativas para los ciudadanos. Transformarlo implicó enfrentar el estigma y la percepción de miedo que persistía incluso después de la intervención inicial. El mayor reto fue generar confianza y cambiar la narrativa sobre el lugar, logrando que los ciudadanos se sintieran seguros y atraídos a participar en su renovación. Se implementaron intervenciones de urbanismo táctico, como la instalación de mobiliario urbano, actividades culturales y deportivas, y experimentos de bajo costo que invitaban a la comunidad a interactuar y opinar sobre el uso del espacio. Estas acciones temporales y ajustables permitieron convertir el Bronx en un espacio público activo y positivo, resignificándolo como un lugar de encuentro y participación ciudadana. Lo interesante de esas intervenciones o esas tomas temporales del espacio público es que cuestan poco, no hay que hacer grandes inversiones de grandes recursos, se puede experimentar bastante y se puede ir ajustando, para después hacer las inversiones importantes y de largo plazo.
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¿Cuál es el rol de la tecnología en las intervenciones del espacio público?
La tecnología juega un papel crucial en la recolección de datos y en la evaluación de las intervenciones en el espacio público. Permite medir el tráfico, la interacción y la efectividad de las actividades casi en tiempo real, lo cual es invaluable para ajustar y mejorar las iniciativas urbanas. Esta capacidad de análisis y adaptación mejora significativamente la forma en que se diseñan y gestionan los espacios públicos:
Yo sí creo que la tecnología ayuda un montón para poder recoger esos datos y esa información casi que en tiempo real, por ejemplo de medición de tráfico en ciertos espacios, o si pones tres o cuatro actividades distintas, pues donde hay más gente, donde llegan más a leer la actividad, a interactuar con eso y creo que eso es un uso súper interesante de la tecnología hoy para ese tipo de intervenciones.
¿Cuál es la importancia del trabajo conjunto entre el sector público-privado y la sociedad?
La conexión entre el sector público, el privado y la comunidad es vital para el éxito de los proyectos culturales. Los recursos públicos son limitados, comprometidos con usos muy específicos y cada vez más competidos, mientras que el sector privado puede aportar flexibilidad y recursos adicionales. Además, las empresas privadas pueden encontrar en la cultura una forma de conectarse con sus audiencias y apoyar proyectos con un impacto significativo en sus comunidades, creando una relación mutuamente beneficiosa. La lógica detrás de la movilización de recursos al sector cultural a través de incentivos tributarios se basa en la realidad de que los recursos públicos son finitos y nunca alcanzarán para apoyar plenamente al sector cultural. Por ello, el gobierno puede facilitar que las empresas privadas destinen parte de sus recursos a apoyar directamente los proyectos culturales, alineándose con sus intereses y beneficiando a la comunidad.
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Los últimos 3 son distritos creativos que nacen del reciclaje de edificios patrimoniales en desuso (antiguas fábricas) y el primero es un uso brillante del espacio público debajo de un highway elevado que se activó con intervenciones culturales.
Fdo.: Artgonuts
Maria Solano G - Head of Impact & Strategy
Creator and Entrepreneur
5 mesesSúper interesante, Monica Ramirez Hartmann. Gracias por compartir con nosotros!!