Cinco comportamientos que mejoran la inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la capacidad de manejar mis emociones y conectar con las de los demás. En los últimos años se está convirtiendo en una competencia muy valorada tanto a nivel laboral, como a nivel personal, ya que ayuda a estar más a gusto con uno mismo en todos los aspectos de tu vida. Este manejo y control emocional también se plasman en comportamientos externos, en nuestra conducta y actitud hacia los demás.
La mejora de la inteligencia emocional se puede conseguir a través de entrenamiento, de ser consciente de uno mismo, de nuestros sentimientos, de nuestras conductas, e ir intentado modificar lo que veamos necesario. Como emoción, pensamiento y conducta están ligadas, el cambiar algunos de estos comportamientos externos irá modificando también nuestra forma de pensar y nuestro manejo emocional.
Algunos de estas conductas que podemos modificar son las siguientes:
- Ponerte en la posición del otro cuando te intenta explicar algo. Cuando alguien te cuenta algo, intentar pensar que puede estar sintiendo cuanto te dice eso, qué es lo que te está queriendo decir en el fondo. No mirarlo desde tu posición y desde como tu vivirías ese hecho. No quedarte diciendo: “A este no hay quien le entienda”. Busca ponerte en su posición.
- Cuidado con las bromas. Cada persona es más sensible con unas cosas que con otras. Puede que a ti una broma te resulte muy graciosa pero que a la persona que se la haces no, le puede estar conectando con algo que esa persona ha vivido desagradable.
- Respetar la opinión de los demás. Podéis estar de acuerdo en que estáis en desacuerdo. Que el otro opine distinto a ti no quiere decir que te esté atacando, ni hay que vivirlo como una amenaza. Si una opinión externa te afecta mucho posiblemente esté conectando con algo personal.
- Ser responsable de tu propia conducta y sus consecuencias. No pensar que todo lo malo que ocurre es responsabilidad del otro y que tú no tienes nada que ver. El error no es malo, todo tenemos derecho a equivocarnos, así aprendemos, pero sólo lo haremos si nos responsabilizamos de ese error.
- Aceptar las circunstancias de la vida. Si nos peleamos o quejamos constantemente de las situaciones de nuestra vida que no nos gustan y no podemos cambiar, o si, pero necesitamos un tiempo para ello, esos pensamientos solo nos hacen estar más tristes y frustrados. Tengo que ver que puedo cambiar y que no, y en aquello que si, crear un plan para el cambio.
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