Claves del puente que cruza de la Universidad a la Empresa
Acabo de volver de Estados Unidos donde he acompañado a un grupo de alumnos recién graduados de la Universidad Francisco de Vitoria . Bajo la coordinación de Esther de Arenas Castelló y María Torras y con la participación de los profesores Natalia Sarrión Rubio de la Torre Ana Lazcano de Rojas, PhD Ramón Fernández de Caleya Dalmau Guillermo Arce, Jane Rodríguez del Tronco y Diego Martínez hemos ayudado a estos nuevos profesionales a cruzar el puente entre la Universidad y la Empresa. El curso se llama, con todo el sentido, "capstone"; en español sería "ultima piedra" o "piedra angular". En efecto, han puesto la última piedra de sus estudios y la primera de su nueva etapa profesional. En las despedidas de los últimos días creo que, además de su pena por terminar el viaje en América, también se podía notar su pena por terminar la Universidad y todo lo que ella implica como etapa vital.
Lo de las piedras angulares o claves de los arcos me ha llevado a imaginar que juntos hemos construido, desde primero de carrera, un puente que ahora está finalizado y deben dejar atrás. El puente mas famoso del cine es el que pasa sobre el rio Kwai. Construido por prisioneros de guerra en Birmania, debía ayudar a los japoneses a consolidar sus conquistas en la zona. Los ingleses se ven obligados así a colaborar con el enemigo en lugar de combatirlo. Muchos recordaréis la banda sonora con los prisioneros silbando llenos de motivación gracias a su líder el Coronel Nicholson. Dicho líder termina enajenado considerando el puente y su construcción como un fin en si mismo, como su obra personal que nunca debe ser destruida aunque sirva para derrotar a su propio ejército. Este mismo peligro corremos los profesores al pensar que el grado, el puente, que hemos ayudado a construir es un fin en si mismo. Podemos obsesionarnos en que cada clase debe ser perfecta sin pensar en el uso que los alumnos harán de esos conocimientos en la empresa. Si nos olvidamos de que estamos tratando con futuros profesionales y tratamos a los alumnos como clientes, seguidores o, aun peor, como niños de escuela habremos hecho llegar a la empresa los peores profesionales que pueden recibir. Como el coronel Nicholson habremos construido una obra magnifica como grado, pero inútil e incluso dañina como proceso de desarrollo de alumno a profesional.
El mismo riesgo corren los alumnos si se empeñan en disfrutar los años universitarios como una fase vital de diversión y libertad con nuevos amigos. Es verdad que lo puede ser, pero, para que sea fructífera, también deben ver estos años como un puente hacia el mundo profesional. No es todavía el destino, siguen en camino. Al terminar dejarán el campus y mantendrán los amigos que realmente lo eran y los valores que puedan demostrar con sus acciones individuales en la empresa.
Dejo ya el discurso grandilocuente de ceremonia de Graduación y voy a lo concreto. Detallo a continuación cuatro claves de este puente que tanto los alumnos como los profesores debemos cuidar por encima de todo si queremos contribuir a la sociedad con los profesionales que necesita. Afortunadamente he podido ver muchas de estas claves bien asentadas en los alumnos durante estos días de curso "capstone".
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Espero que el curso que viene seamos capaces, yo el primero, de cuidar estas piedras clave del puente que lleva de la Universidad a la Empresa. Espero también que las empresas nos ayuden a consolidarlas con su constante colaboración. Por último confío en que los alumnos a los que hemos acompañado estos días y todos los que se incorporan al mundo laboral se aseguren de que las tienen bien asentadas y se apoyen en ellas.
¡Felices vacaciones a todos los profesores y alumnos!
Profesora Colegio Apostolado Valladolid - Educación Secundaria y Bachillerato - Inglés y Lengua Castellana y Literatura
4 mesesGracias por recordarme estos cuatro pilares. Un abrazo.