CLIMATIZACIÓN: HIDRÓGENO VERSUS BOMBA DE CALOR

CLIMATIZACIÓN: HIDRÓGENO VERSUS BOMBA DE CALOR

¡NO a la climatización con Hidrógeno!

¿Qué sistema de climatización (calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria) será el más adecuado para los hogares europeos en el futuro? Esta es la pregunta que se plantean muchos consumidores que quieren reducir su huella de carbono y ahorrar en sus facturas de energía. Entre las opciones disponibles, dos destacan por su potencial para sustituir a las calderas de gas: las bombas de calor y el hidrógeno.

Las bombas de calor son dispositivos que aprovechan la energía térmica del aire, el agua o el suelo para calentar o enfriar un espacio. Funcionan con electricidad, pero consumen menos de la que producen en forma de calor. Según un estudio publicado en la revista Energy Conversion and Management, las bombas de calor eléctricas serían la opción más económica y sostenible para la calefacción de los edificios en la UE y el Reino Unido entre 2025 y 2040.

El estudio, realizado por investigadores de ETH Zürich, compara el coste y el impacto ambiental de diferentes escenarios de descarbonización del calor, teniendo en cuenta los límites planetarios de recursos como el carbono, el agua y la tierra. Los resultados muestran que las bombas de calor eléctricas serían un 30% más baratas que la solución híbrida hidrógeno/electricidad y casi un 60% más económicas que la caldera de hidrógeno. Además, las bombas de calor eléctricas serían las únicas que no excederían los límites planetarios asignados a la calefacción europea.


La bomba de calor: eficiencia y ahorro

Las bombas de calor son aparatos que transfieren calor desde una fuente fría a una caliente mediante un ciclo termodinámico. Existen diferentes tipos según la fuente fría (aire, agua o suelo) y la caliente (aire o agua). Las más comunes son las aerotérmicas (aire-aire o aire-agua) y las geotérmicas (suelo-agua).

La principal ventaja de la bomba de calor es su alta eficiencia energética, ya que puede producir más energía térmica que la electricidad que consume. Según el fabricante Viessmann, una bomba de calor puede ahorrar hasta un 75% en la factura eléctrica respecto a otros sistemas convencionales.

Además, la bomba de calor es una tecnología limpia y renovable, que reduce las emisiones de CO2 y contribuye a la protección del medio ambiente. También es una solución versátil y adaptable, que puede instalarse tanto en viviendas unifamiliares como en pisos, y que puede combinarse con otras fuentes de energía, como la solar térmica o fotovoltaica.

Entre los inconvenientes de la bomba de calor se encuentran el coste inicial de instalación, que puede ser elevado en función del tipo y tamaño del sistema; la dependencia de la red eléctrica, que puede suponer un problema en caso de cortes o subidas de precio; y el rendimiento variable según las condiciones climáticas externas.

El hidrógeno: una opción de climatización fallida

El hidrógeno es un gas que se puede obtener a partir del agua mediante un proceso llamado electrolisis, que separa el oxígeno del hidrógeno usando electricidad. Si esta electricidad procede de fuentes renovables, se habla de hidrógeno verde, que es el más sostenible desde el punto de vista ambiental. Se puede utilizar como combustible para generar calor mediante una caldera o una bomba de calor híbrida (que combina electricidad e hidrógeno). También se puede emplear para producir electricidad mediante una pila de combustible.

El hidrógeno tiene el potencial de ser una fuente de energía limpia y renovable, que no emite CO2 ni otros contaminantes al quemarse. Además, tiene una alta densidad energética, lo que significa que puede almacenar mucha energía en poco espacio. Así, podría ser una solución para sectores difíciles de descarbonizar, como el transporte o la industria pesada. Sin embargo, el hidrógeno también presenta una serie de desafíos y limitaciones para su uso en la climatización. Por un lado, su producción actual es muy costosa y depende en gran medida del gas natural, lo que implica emisiones de CO2 y metano. Por otro lado, su transporte y distribución requieren infraestructuras específicas y adaptaciones en las redes existentes. Además, su eficiencia energética es menor que la de la electrificación directa con bombas de calor.

Según un estudio realizado por OCU junto a otras organizaciones europeas, las calderas de hidrógeno y las bombas de calor híbridas son la opción más cara para los consumidores a la hora de climatizar sus hogares. El estudio concluye que la bomba de calor eléctrica es la alternativa más económica y sostenible para el periodo 2025-2040.

Por lo tanto, se puede afirmar que la bomba de calor es el generador del presente y del futuro para la climatización; mientras que el hidrógeno no tiene sentido usarlo en climatización.

¿CUANDO UN PLAN DE IMPLANTACIÓN DE BOMBAS DE CALOR EN ESPAÑA?





Joaquín Marfil Casas

Servicios de Ingenieria y Tecnica del Cinca slp

1 año

Discrepo. La bc es un buen sistema para pequeñas cargas y climas mediterraneos. La climatizacion con bc no es util en complejos de potencias elevadas o en climas con inviernos duros, donde la caldera es la unica solucion. Ademas la bc sobrecarga la red en momentos extremos, mientras el h2 permite almacenar los excedentes electricos de una renovables no programables ni previsibles y acoplar la curva de consumo a la de produccion. Cada tecnologia tiene un mercado adecuado.

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