Coaching y Educación

Coaching y Educación

    No es secreto para nadie que las disciplinas varían y evolucionan con el correr del tiempo. La Educación no es la excepción. En este sentido, han llamado mi atención las comparaciones que en diversas oportunidades se han establecido entre Jefe vs. Líder y más recientemente entre Líder vs. Coach. Estas diferencias han estado determinadas principalmente por una modernización y cambio de visión en la Gestión del Talento Humano.
    Estas ideas me han llevado a preguntarme sobre las semejanzas entre el Docente y el Coach, dado que comparten ciertas características en su nivel de acción. 


    Tanto las empresas como las escuelas son organizaciones que están expuestas a realidades del día a día, tienen una estructura, una misión, visión y unos valores. A nivel escolar, el Coaching puede ser aplicado no sólo a docentes y/o directivos de un plantel, sino también al resto del personal, padres y representantes. Estos juegan un rol importante en la formación de los niños. Por otro lado, en la educación de adultos,  el Coaching  también puede ser de mucha utilidad, por cuanto cada persona es responsable de su proceso de aprendizaje.


    Ahondando un poco más en el proceso (dirigido a niños, adolescentes y adultos) dentro del aula, a continuación se encuentran las principales semejanzas entre el Coaching y el proceso educativo, las cuales indican que la conjunción de estas dos disciplinas es completamente viable:



Diagnóstico:

    Antes de iniciar el proceso de Coaching, se realiza un diagnóstico que detalla el punto de partida del Coachee y sus características de personalidad y actitud a través de diversos instrumentos. En el proceso educativo por su parte, se debe realizar el diagnóstico como una evaluación para determinar el estado del alumno al inicio del proceso.



Alcance de objetivos:

    En el proceso de Coaching los objetivos van encaminados al desarrollo y fortalecimiento de las competencias para responder exitosamente a los requerimientos de la Organización y del entorno en general. Por su parte, en el proceso Educativo se busca que los alumnos alcancen objetivos de aprendizaje, los cuales no son más que resultados que se esperan una vez culminado el proceso. En ambos, estos objetivos deben ser medibles, realistas y limitados en el tiempo, permitiendo la comprobación de su alcance a través de la aplicación de diversas técnicas.



Seguimiento:

    En cada sesión (de Coaching y de Enseñanza-Aprendizaje),  el facilitador del proceso revisa el cumplimiento de la planificación previamente establecida, así como las dificultades encontradas durante el proceso y las estrategias a seguir para la consecución de los objetivos.



Evaluación:

    En el Coaching, se realizan evaluaciones de desempeño para comprobar si ha habido mejoras en la labor del Coachee. Por su parte, en el proceso Educativo se realizan evaluaciones de tipo formativas, donde se analizan los comportamientos y logros durante el proceso.



Buen uso de técnicas y herramientas:

    Así como en el Coaching una pregunta o un instrumento puede ser muy bueno dependiendo del momento en que se aplique,  dentro del aula de clases se puede contar con la técnica más novedosa, pero si se aplica en un mal momento, puede resultar contraproducente.



El uso de la pregunta:

    Al tener la cualidad de no poder dejar de responderse, la pregunta se convierte en una de las principales herramientas del proceso de coaching. 

En el ámbito educativo, Paulo Freire en su libro “Pedagogía del Oprimido” (1970), expresa que los conocimientos se construyen día a día en un proceso transformador donde el alumno es un sujeto activo y no un deposito de conocimientos. Una de sus máximas consistía en desarrollar una pedagogía de la pregunta, ya que siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta, respondiendo preguntas que los alumnos no han hecho.



Establecimiento de tareas:

    Aunque en el Coaching la tarea se genera del compromiso del Coachee y en la Educación es el docente quien dicta las pautas, en ambos procesos la tarea es un elemento fundamental, por cuanto permite llevar a la acción lo pautado,  aplicando para ello las bases teóricas.


    De acuerdo a lo anterior, cabe preguntarnos qué nos hace falta para convertirnos en Docentes-Coaches, que al aplicar las técnicas correctas logremos el empoderamiento de alumnos y comunidad en general. 



    Debido a que cada vez más, contamos con herramientas que nos permiten tener la información que deseamos con tan solo un click en un tiempo record, nos encontramos expuestos a una gran cantidad de estímulos, lo que genera distracción en el alcance de los objetivos de la instrucción. El mismo contenido que un docente estudió durante un largo tiempo, un alumno lo puede obtener en cuestión de segundos gracias a la tecnología y el acceso a las mismas. Por esta razón, se requieren docentes con herramientas que vayan más allá del conocimiento teórico y transmisión de información, docentes con capacidad de análisis y respuestas oportunas. En este sentido, ante múltiples circunstancias, es necesario abrirse a infinitas posibilidades, las cuales pueden ser generadas a través del Coaching.

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