COLUMNA

PUNTO EXACTO

POR JULIAN PUENTE

CHETUMAL


TELEFONO CELULAR EN MANOS DE MENORES


Mientras nosotros los adultos nos sorprendemos de las habilidades casi innatas que los menores de cuatro años tienen para manejar tabletas y cualquier dispositivo móvil que caiga en sus manos, los especialistas advierten que estos aparatos no son adecuados para los menores. Datos que hemos recabado señalan que los teléfonos celulares generan campos electromagnéticos que, según estudios de la Universidad de Yale, pueden ser nocivos para las personas que están en crecimiento. De hecho, las microondas pueden influir de aspecto muy negativo en los “bebes por nacer” causando trastornos en sus pequeños y aún no desarrollados cerebros. Según datos del INEGI la mitad de los niños de 11 años tiene su propio Smartphone y a los 15 años el porcentaje se dispara hasta el 90%. Los celulares son un instrumento útil en el camino hacia la socialización, pueden contribuir a estrechar los lazos de pertenencia a un grupo y también desempeñar un papel relevante en el proceso educativo. Pero los teléfonos inteligentes tienen su cruz. Los móviles, como otros dispositivos, no son un juguete. Una excesiva dependencia conduce a los niños al aislamiento, el sedentarismo y la obesidad. Hay estudios que alertan de que uno de cada 10 menores es adicto a las nuevas tecnologías, lo que les hace más vulnerables. En la actualidad, el 84% de los adolescentes duerme con su teléfono celular en la cama. Cualquiera creería que los celulares se han convertido en una especie de extensión del cuerpo. Los teléfonos operan como un centro multiuso que no sólo los mantiene conectados las 24 horas, sino que también les permite tomar fotos, videos, escuchar música, ver shows, y obtener toda la información que necesitan. Lo cierto es que el uso constante del celular es un hábito que ocasiona diversas alteraciones en las conductas y salud de los menores, adolescentes y jóvenes por la exposición prolongada a los contenidos de redes sociales. Un dolor persistente en la nuca, en la espalda o en el dedo pulgar puede tener una causa mucho más simple de lo que la persona cree: es posible que pase demasiadas horas escribiendo mensajes en su celular o pendiente de la pantalla. En Estados Unidos los médicos han alertado que las lesiones causadas por el uso de celulares y otros aparatos electrónicos están aumentando con rapidez, principalmente porque los sostenemos durante un tiempo prolongado y los utilizamos de una manera incorrecta. Especialistas coinciden que en los últimos años los hábitos están cambiando y ahora los niños apagan la televisión para engancharse a los vídeos de YouTube. El público infantil devora esas sencillas grabaciones caseras que reportan a sus autores ingresos de varios miles de euros al mes. Algo que debe preocup0arnos es que muchos de los casos de suicidio, abuso sexual, trata de personas, extorsión y pornografía infantil que se reportan y que tanto dolor han dejado a niños y padres comenzaron con un teléfono celular inteligente y con la apertura de una cuenta en una red social. Como padres, ¿sabemos el significado de sexting o ciberacoso? No se trata de temas menores. Estos serían dos pasos grandes en la protección de nuestros hijos. Hoy 7 de cada 10 adultos admiten no estar con sus hijos menores de 18 años cuando navegan en internet. Entonces, son muchas las cosas que debemos cambiar o conocer como padres, informándonos y hablando con nuestros hijos sobre estos temas y sus peligros. Con frecuencia escucho a papás justificar la entrega de celulares a sus hijos, con la intención de garantizar la seguridad y la comunicación con ellos cuando no están en la casa. Para eso existen otros medios que cumplen la misma función sin los riesgos de los cuales hablamos. Poner un celular en las manos de un niño es poner el mundo a sus pies. Un mundo en el que podrán ver las películas y las revistas que no les están permitidas, o interactuar con ‘lobos con piel de oveja’ que pueden hacerles daño, solo para mencionar un par de cosas. Señores que tenemos la fortuna de ser padres, pongamos un poco más de atención en lo que hacen y ven nuestro hijos, retómenos los juegos de antaño, ya hoy es difícil encontrar a niños jugando canicas, trompo, balero o la famosa cascarita en la calle, la mayoría de los niños de ahora se la pasan en sus cuartos jugando Royal Crush, FIFA entre otros juegos más instalados en sus dispositivos.


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