Comenzar de cero en un entorno V.U.C.A
Cuántas veces no hemos deseado comenzar de nuevo. Romper con lo establecido y poder tomarnos un tiempo para poder parar y reflexionar. Sin embargo, cuando este acontecimiento escapa a nuestro rango de influencia y nos enfrentamos a un cisne negro(1) entramos en una fase de miedos y parálisis.
Siempre he pensado que empezar de cero solo depende de uno mismo y que en nuestra capacidad de decisión se encuentra nuestra resiliencia.
Los entornos en los que vivimos, a nivel individual y organizacional, son a día de hoy extremadamente cambiantes de una manera repentina y sin previo aviso. Esto los hace complejos y ambiguos, ya que una misma situación puede verse desde distintos prismas y tener diferentes y contradictorias explicaciones. El futuro se nos presenta impredecible y existen multitud de factores que ponen en cuestión el funcionamiento del mundo. Por ende, en un momento como el actual, en el que colisionamos con la verdad que antes ignorábamos de que todo lo que conocemos es volátil, identificar de una manera eficaz las fases del cambio es el primer paso para comenzar de cero con seguridad.
Todo cambio pasa por tres etapas básicas.
La primera es el fin de lo anterior. Esto solemos percibirlo como una amenaza a nuestra forma de vivir y nos aferramos a nuestra zona de confort. Además, puede generar un estado de shock que nos paraliza y nos crea desconfianza en nuestra capacidad a la transición.
En la segunda, aparece el desánimo. El cambio al que nos enfrentamos se intenta racionalizar en retrospectiva, pero, tendemos a quedarnos inmóviles ante la preocupación y sensación de riesgo, lo que nos impide progresar. Debemos dejar de ser meros espectadores de nuestro estado de ánimo, organizarnos para sacar lo mejor de nosotros mismos y así convertirnos en protagonistas del cambio. De esta manera, llegaremos a la tercera y última fase donde comienza algo nuevo.
En esta última fase, podemos analizar qué hemos aprendido, qué errores hemos podido cometer, en qué momento vital nos encontramos y generar planes de acción que nos encaminen al éxito. Como decía Henry Ford, fundador de una de las compañías automovilísticas más revolucionarias del siglo XIX, "El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia."
En conclusión, convertirnos en agentes del cambio es una elección propia, por lo que cometeríamos un error al entregar ese poder al azar. Dentro de un entorno volátil, de incertidumbre, complejo y ambiguo (V.U.C.A) esta determinación en la toma de decisiones será nuestra principal herramienta de adaptación.
Debemos entrar en una dinámica de liderazgo. Pero, no del liderazgo como estamos acostumbrados a ver centrado en personas, sino a liderarnos a nosotros mismos. Es decir, guiarnos, generar seguridad en nuestras aptitudes y ser capaces de transformar el miedo en elección y esta en acción.
Es imponderable que todo es susceptible de cambio. Sin embargo, lejos de preocuparnos, tomar consciencia de esto debería prepararnos y darnos confianza para empezar de cero una y mil veces.
En palabras de Andy Warhol: “Dicen que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad es uno mismo el que tiene que cambiarlas”
Por Rafael López Bernardo.
MBA & Máster en Gestión y Dirección de Equipos en ENEB - Escuela de Negocios Europea de Barcelona
4 añosEl cambio comienza siempre por uno mismo. Cambiemos juntos y seamos mejores!!!! Felicidades Rafael L. Bernardo!!!
Cine
4 añosMaravilla! Enhorabuena por esa capacidad de reflexión!
Head of Sales & Partnerships Spain & Italy - Software / SaaS /IA /Omnichannel/ Retail Media /CSO
4 añosBuen articulo, muy interesante