Comer saludable, es realmente posible!

Comer saludable es una frase muy de moda en estos tiempos, y recibimos cada día esta recomendación directa o indirectamente de nuestros familiares, amigos, vecinos, a través de los diferentes medios de comunicación, del personal de salud y nosotros también la recomendamos constantemente, pero en qué consiste realmente comer saludable?

Aunque hay que admitir que realmente estamos en presencia de un tema muy complejo vamos a exponer nuestra visión de lo que significa comer de manera saludable: 

Comer saludable es garantizar que los nutrientes presentes en los alimentos que ingerimos lleguen hasta nuestras células, en otras palabras, significa elegir alimentos en nuestra dieta que aporten nutrientes a nuestro cuerpo, preparar y combinar esos alimentos e ingerirlos en el momento adecuado, de manera que conserven la calidad de sus nutrientes hasta su destino final, que son los variados y complejos procesos bioquímicos que tienen lugar a nivel celular.

Para seleccionar correctamente los alimentos de nuestra dieta debemos conocer que nuestro cuerpo necesita nutrientes para asegurar su correcto funcionamiento, desarrollar sus funciones vitales, renovar las células, reparar tejidos dañados, fortalecer nuestro sistema inmunitario, combatir los procesos de formación de radicales libres y el estrés oxidativo, los procesos inflamatorios, así como desarrollar otros procesos bioquímicos complejos que se realizan como parte del funcionamiento normal de nuestras células, por tanto proteínas, vitaminas, minerales y agua son esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Sin embargo debes conocer también que muchos de los alimentos que forman parte de nuestra dieta aportan anti-nutrientes que provocan o favorecen procesos inflamatorios en nuestro organismo que a su vez incrementan los procesos de stress oxidativo celular y como consecuencia de esto enfermamos. Los anti-nutrientes presentes en los alimentos que ingerimos pueden ser componentes naturales de esos alimentos o bien pueden ser añadidos de manera artificial o formados durante su procesamiento o elaboración.

Por tanto seleccionar los alimentos que nos aportan nutrientes y eliminar de nuestra dieta los que aportan anti-nutrientes es el primer paso en pro de una dieta saludable.

Preparar los alimentos de manera que conserven sus nutrientes, sus aceites esenciales y otros compuestos activos que favorecen la salud constituye una prioridad por lo que es necesario consumir alimentos frescos, evitar cocinarlos a elevadas temperaturas y en calor seco.

Combinar los alimentos de manera que no coincidan en tu plato más de un alimento concentrado a la vez también es crucial para mantenernos saludables.

Nuestro cuerpo está equipado con herramientas naturales en forma de procesos bioquímicos para asegurar que estemos siempre saludables por lo que ingerir los alimentos en el horario correcto para que no interfieran dichos procesos naturales es vital si queremos disfrutar de una salud perfecta.

Son incontables las opciones de dietas, regímenes de adelgazamiento, suplementos, antioxidantes, productos de salud y otros que usted puede encontrar en internet y en las redes sociales pero cómo saber si estoy siguiendo el sistema de alimentación correcto, es decir, saludable?

Existen algunos indicadores que nos permiten evaluar la efectividad de nuestros patrones de alimentación, basta con prestar atención a las señales que tu cuerpo te brinda comunicándote la necesidad de cambio inmediato de esos hábitos que atentan contra tu salud. 

Por ejemplo el peso corporal y su distribución es uno de los indicadores más efectivos para darnos cuenta que necesitamos un cambio inmediato de nuestros patrones de alimentación y un peso corporal saludable es el que cumple con los siguientes requisitos:

Índice de masa corporal(IMC): el índice de masa corporal relaciona el peso con la estatura y se obtiene de la división de nuestro peso entre la estatura al cuadrado.

Para ambos sexos

Ø Valores por debajo de 18.5 indican bajo peso.

Ø Valores entre 18.5 y 24.9 son indicadores de peso saludable. 

Ø Valores entre 25 y 29.9 indican sobrepeso.

Ø Valores por encima de 30 indican obesidad.

Como el IMC no tiene en cuenta ni la proporción, ni la distribución de la grasa en el cuerpo, la información anterior se puede complementar con otros dos indicadores: la relación cintura-cadera, la cual se obtiene dividiendo la circunferencia de la cintura por su parte mas estrecha entre la circunferencia de la cadera por su lado más ancho.

En mujeres: 

Ø Valores de 0.9 o mayor nos obligan a modificar nuestros patrones de alimentación porque el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es alto.

Ø Valores entre 0.8 y 0.89 el riesgo padecer enfermedades cardiovasculares es moderado.

Ø Valores por debajo de 0.8 el riesgo es bajo.

En hombres:

Ø Valores de 1.0 o mayor nos obligan a modificar nuestros patrones de alimentación porque el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es alto.

Ø Valores entre 0.9 y 0.99 el riesgo padecer enfermedades cardiovasculares es moderado.

Ø Valores por debajo de 0.9 el riesgo es bajo.

Por otro lado tenemos la relación cintura-estatura que se obtiene de dividir la circunferencia de la cintura entre la estatura.

Para ambos sexos:

Ø Valores por encima de 0.5 también nos dicen que tenemos que modificar nuestros hábitos de alimentación inmediatamente.

Ø Valores por debajo de 0.5 indican peso saludable.

Por último pero no menos importante tenemos la comprobación práctica del funcionamiento del sistema digestivo que se realiza tomando jugo de remolacha concentrado, si orinas rojo o la deposición es roja significa que tu sistema digestivo está deteriorado y nutrientes vitales como el complejo vitamínico B, el ácido fólico, y el hierro no están siendo absorbidos y por tanto se pierden como parte de los desechos que nuestro cuerpo expulsa.

Con mi programa de nutrición adquieres las herramientas prácticas que te permitirán corregir todas estas desviaciones, garantizar un peso saludable y por extensión una excelente salud porque se enfoca, en establecer patrones de alimentación amigables con tu cuerpo, que respetan los procesos naturales que tu organismo tiene ya diseñados, en recuperar el control de tu peso corporal eliminando las toxinas acumuladas por años, y en reparar tus sistemas internos dañados restableciendo completamente tu salud.

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