Comercio electrónico vs Comercio físico
El crecimiento del comercio electrónico en todo el mundo ha impactado sin duda todos los aspectos relacionados con la economía, finanzas, tecnología y por supuesto con los sistemas aduanales.
Las aduanas, pilar fundamental del comercio exterior, han debido responder a esta nueva manera de intercambiar bienes.
Diferenciemos un tipo de comercio y otro para poder entender el alcance que ha significado este desafío para la aduanas.
El comercio físico está relacionado con un espacio específico donde se produce el intercambio de un producto por dinero, el pago y entrega del producto se hace de forma inmediata.
Mientras que el comercio electrónico se mueve a través de internet, donde todas las fases del negocio, compras, pagos y envíos son digitales.
Cada día que pasa el comercio digital gana terreno aduanas y agencias de carga deben ser parte de este crecimiento.
Entendiendo las implicaciones
Las ventajas del e-commerce son indiscutibles.
Entre uno de sus muchos beneficios podemos destacar la posibilidad que brinda a empresas pequeñas e incluso a particulares de expandir su negocio internacionalmente.
Las plataformas de pago electrónico y el marketing digital entran en juego para facilitar las acciones de quienes se dedican a ofrecer sus productos y servicios por internet.
Favorecido por las condiciones de la pandemia por el Covid-19, este dió un salto hacia la expansión que difícilmente pueda contabilizarse aún.
A los representantes del comercio físico no les ha quedado más alternativa que adecuarse a este sistema e incursionar también en él, ofreciendo servicios mixtos a sus consumidores.
Lo cierto de estas dos formas de comercio es que han elevado la cantidad de mercancías que se importan desde diversos lugares en el mundo.
Ahora bien, ¿cómo puede afectar este auge digital al comercio exterior y la labor aduanal?
Los retos en comercio exterior
Las aduanas y agencias de carga internacional han tenido que adaptarse a esta nueva forma de hacer negocios, aun con deficiencias en las regulaciones y leyes se ha podido manejar de forma eficiente el tránsito de mercancías.
El reto principal subyace en dar respuesta eficiente al alto volumen de importaciones que se producen derivadas del comercio electrónico.
A razón de ello los cambios que demandan vienen asociados a sumarse a la digitalización y automatización de las operaciones aduanales.
El intercambio de información entre emprendedores y las agencias deben abrirse a canales electrónicos así como la recaudación de documentación y aranceles.
Otro de los grandes cambios para adaptarse viene orientado a la fiscalización y chequeo de la mercancía, deben adecuarse protocolos automatizados que permitan una revisión más efectiva y que reduzca los tiempos.
Sin duda las aduanas han sabido ganar espacio ante las demandas mundiales del comercio internacional.
¿Qué se espera de la logística internacional?
Así como las aduanas han debido hacer cambios en las últimas décadas también las agencias de cargas internacionales han sumado esfuerzos para brindar una respuesta más efectiva a los importadores.
Para ello:
- Deben ofrecer servicios integrales que favorezcan a las ecommerce.
- Disponer de plataformas tecnológicas robustas.
- Agilizar los procesos de la cadena a través de la integración de datos.
Escogiendo uno u otro
Está naciendo toda una generación para la que el comercio electrónico es la mejor forma de adquirir bienes y servicios.
Ante esa realidad incontenible las agencias aduanales y de cargas deben sumar esfuerzos en la digitalización y automatización de procesos operativos.
Las proyecciones apuntan que tanto el comercio físico como electrónico seguirán conviviendo por un tiempo largo.
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