COMISIONES OCULTAS DE LAS AFP
La Rentabilidad de los Fondos de Pensiones
Un total de $224 mil millones, unos US$ 352 millones, fue lo que desembolsaron las AFP entre enero y septiembre de 2017 por concepto de pago de comisiones de intermediación, para lo cual utilizan recursos provenientes de los fondos de pensiones, los que suman más de US$ 210 mil millones.
Las “comisiones ocultas” En términos simples, estas comisiones son los pagos que reciben managers nacionales y extranjeros por la inversión de los fondos de pensiones locales en sus vehículos de inversión (fondos mutuos y fondos de inversión). Para entender adecuadamente esta materia es necesario considerar lo siguiente: El D.L. 3.500 permite que las AFP realicen la inversión de los fondos de pensiones de dos formas: externalizada. Externalizada: Implica que la AFP delega en terceros esta actividad. Si bien la ley contempla la posibilidad de entregar mandatos de administración para el manejo de parte del portafolio de los fondos de pensiones, la forma de externalizar que se ha usado ha sido la inversión en fondos mutuos y fondos de inversión. Cuando la AFP externaliza, los pagos que se realizan como comisión son de cargo al fondo de Pensiones. En otras palabras, en este caso son los propios afiliados cotizantes los que pagan. Estas comisiones –a diferencia del pago que se hacen a la AFP mensualmente sobre la base de la renta Imponible, impactan directamente en el fondo de pensiones y con ello el monto de las pensiones de cada cotizante.
Es importante distinguir ambas modalidades porque se genera un gran problema por una parte las AFP, deben invertir para rentabilizar los fondos de pensiones, pero al mismo tiempo, como entidades con fines de lucro, deben maximizar su propia rentabilidad y en este caso la normativa establece dos alternativas igualmente legítimas: traspasando el costo a los afiliados disminuyendo la rentabilidad del fondo de pensiones y aumentando la rentabilidad de la AFP. No se necesita ser un experto en finanzas para reconocer cual es la alternativa más atractiva para la AFP. Traspasar el costo de la inversión invirtiendo a través de fondos mutuos o fondos de inversión es evidente. Es una alternativa totalmente legal que reduce el esfuerzo de la AFP. Así, especialmente en la inversión extranjera de los fondos de pensiones, la función de las AFP se transforma en seleccionar los fondos en los que va a externalizar y en vigilar que las comisiones no superen el límite reglamentario, a fin de no tener que sacar recursos propios para retribuir a estos managers extranjeros.
Se asume que, si quiero rentar lo que renta el mercado, me basta con armar un portafolio pasivo, ajustar mis inversiones de acuerdo a las ponderaciones de mercado y quedarme sentado sin hacer mucho más. No necesito grandes analistas, los costos de transacción son mínimos y casi no requiero monitorear. La evidencia demuestra que los managers externos capaces de superar de manera consistente al mercado son poquísimos. En general, si descontamos de los rendimientos las comisiones, la mayor parte de los fondos mutuos generan retornos en el rango de lo que rinde el mercado interno. Por eso la tendencia de los fondos de pensiones a nivel mundial ha sido a abandonar la gestión activa de sus inversiones (que es más cara) aumentando el uso de estrategias o vehículos de inversión pasiva, porque estas alternativas tiene un costo muy inferior a los fondos mutuos tradicionales.
Uno podría sostener que las AFP, como expertos en mercados financieros, pueden escoger mejor que un inversionista promedio los fondos en los cuales invertir y que, por lo tanto, tenderán a escoger a aquellos con mejores resultados. En el caso de las AFP, la regulación vuelve a jugar en contra porque la normativa que rige la inversión de las AFP las obliga a diversificar. Con esto, el valor que agregan las AFP al proceso de inversión, particularmente en el extranjero, disminuye muchísimo. Entonces viene la pregunta: ¿tiene sentido pagar mucho por obtener el mismo resultado que el mercado? La respuesta es simplemente NO.
El costo de la ineficiencia.De acuerdo a datos de la Superintendencia de Pensiones, entre julio y septiembre de 2016, se pagaron por concepto de comisiones $ 66.716,57 millones (algo así como US$ 101,2 millones). En un año los afiliados al sistema de AFP habrán pagado más de US$ 400 millones en comisiones solamente para completar el proceso de inversión de sus fondos previsionales y, además, habrán tenido que pagar las comisiones mensuales a las AFP, las que llegan aproximadamente a los US$ 1.000 millones ($ 650.000 millones) por año. Tenemos entonces que el costo de administrar los recursos previsionales es de aproximadamente US$ 1.400 millones anuales. Considerando que el sistema de pensiones chileno tiene aproximadamente US$ 182.000 millones en administración, el costo promedio que asumen los afiliados en términos porcentuales es de 0.76%. Si solamente consideramos el monto de comisiones pagadas a fondos mutuos y de inversión, resulta que estas comisiones cuestan en promedio un 0.56% anual de los activos invertidos y 0.23% de los fondos de pensiones totales. Cualquiera sea el caso, se trata de montos importantes que elevan considerablemente el costo de administración de los fondos previsionales y no parecen existir rendimientos netos de comisiones que superen lo que se obtendría invirtiendo mediante vehículos o estrategias pasivas que son fáciles de internalizar.
Lo anterior implica que el costo de gestión de los fondos de pensiones en Chile es más caro de lo que podría ser en un escenario óptimo.
Asesor Previsional Independiente
6 añosExcelente nota y también sorprendente!. te felicito por esta publicación.