Compensación de emisiones: diferentes alternativas, un único objetivo
Cada vez hablamos más sobre la neutralidad en carbono. Pero, ¿qué significa exactamente? Ser neutro en carbono es alcanzar cero emisiones netas, un objetivo que se ha convertido en una necesidad para el mundo y por tanto para las compañías, no solo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, sino también porque la sociedad ya no entiende el consumo sin el cuidado del medioambiente.
Organizaciones y empresas desarrollan diferentes proyectos para reducir y evitar el CO₂ que se emite a la atmósfera, así como trabajan en tecnologías de captura, uso y almacenamiento de CO₂ (CCUS), o soluciones climáticas naturales (SCN), que protegen, restauran y mejoran los ecosistemas naturales, para la creación y expansión de los sumideros de carbono, con los que podemos llegar a compensar emisiones.
La compensación de emisiones consiste en equilibrar las emisiones generadas por una actividad determinada mediante la reducción de CO₂ en otro lugar, apoyando proyectos que reducen o evitan emisiones de CO₂ en diferentes partes del mundo. Con ello, se compensan aquellas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que no se hayan podido mitigar.
La inversión en estos proyectos se materializa adquiriendo créditos de carbono o colaborando con los proyectos que tienen capacidad de generarlos. Un crédito de carbono es un certificado equivalente a una tonelada de emisiones de CO₂ evitadas o retiradas de la atmósfera.
Distintas alternativas
Los datos hablan por sí solos: la demanda de créditos de carbono aumenta cada año y el mercado de la compensación de carbono es cada vez más amplio y variado. Durante los últimos años se ha visto una creciente preferencia del mercado por las soluciones climáticas naturales, una tendencia que se espera continúe en los próximos años. Y es que, más allá de la mitigación al cambio climático, las SCN llevan ligadas inherentemente beneficios sociales y medioambientales, muchas veces más prioritarios.
La gran diversidad de iniciativas forestales son una estupenda manera de financiar los sumideros de carbono. Desde Repsol colaboramos con proyectos forestales REDD+ como el de Madre de Dios o el Parque Nacional Cordillera Azul, ambos localizados en el Amazonas peruano. Este último reconocido a nivel internacional por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que absorbe un millón de toneladas de CO₂ al año.
Además de las organizaciones y de las empresas, debemos tener en cuenta la necesidad de acercar a la sociedad la posibilidad de compensar emisiones de manera individual. Por ello, campañas de visibilización como la “Carrera hacia el cero” de la ONU, o el poder facilitar la compensación individual a través de las aplicaciones móviles de Waylet y Repsol Vivit, como parte de las soluciones que ofrecemos a nuestros clientes, nos permiten estar más cerca del objetivo cero emisiones netas.
Empresas, organizaciones y sociedad trabajamos juntos para seguir avanzando con éxito en la transición energética de manera sostenible, e iniciativas como la compensación de emisiones nos impulsan a hacerlo.