COMPETIR EN EL NUEVO MUNDO LABORAL

A propósito de celebrar el día del Trabajo, y a dos años del inicio de la pandemia en el que miles de personas quedaron desempleados, obligando a los trabajadores que mantuvieron su empleo a trasladarse a un entorno virtual para continuar con sus labores; la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reveló que la tasa promedio de desempleo en los países que conforman el OCDE cayó levemente al 5,2 % en febrero de 2022 frente al 5,3 % de enero 2022, ubicándose por primera vez en el nivel más bajo desde el inicio de la pandemia.

“La última caída del desempleo es la continuación de una tendencia positiva y una buena noticia para los países de la OCDE. Sin embargo, con el aumento de la incertidumbre global y las tensiones geopolíticas, continuaremos monitoreando la situación de cerca”, afirmó el jefe de estadística de la OCDE, Paul Schreyer.

Sin duda esta tendencia es muy alentadora para la recuperación del mercado laboral, sin embargo, es importante considerar que la pandemia del COVID-19 ha tenido importantes consecuencias en el mercado laboral debido a la transformación tecnológica que está redefiniendo las tareas, ocupaciones y perfiles, causando la pérdida de miles de empleos. La incorporación de computadoras, la automatización, la inteligencia artificial y la robótica en las tareas es cada vez más creciente en esta nueva era digital, así como las tecnologías de intermediación laboral.

Estas tecnologías permiten automatizar las tareas realizadas por seres humanos, actualmente no es extraño que los servicios como atención al cliente, call centers, sean atendidos por chatbots conversacionales y robots capaces de interactuar con personas.

 El lado positivo es que estas tecnologías también están habilitando nuevas profesiones y ocupaciones de acuerdo al informe, El Futuro del Trabajo 2020 del Foro Económico Mundial:

“La revolución robótica creará 97 millones de nuevos empleos. Al evolucionar la economía y los mercados laborales, surgirán nuevas funciones en la economía asistencial en ámbitos tecnológicos (como la inteligencia artificial) y en carreras relacionadas con la creación de contenidos (como administrador de redes sociales y redactor de contenidos). (FEM, El futuro del trabajo 2020)

En esa línea, las tecnologías de intermediación laboral acrecientan la oportunidad de vincular la oferta con la demanda laboral. Dentro de ellas se encuentran plataformas de la economía gig, conocidas también como sharing economy, gig economy, platform economy o crowd work, que ofrecen servicios de personas particulares para proyectos cortos de mayor o menos complejidad como Upwork, SheWorks y TaskRabbit, entre otras. Estas plataformas dan lugar a nuevos paradigmas donde las personas no requieren de un lugar fijo para desempeñar una función específica, y nuevos tipos de trabajadores como los e-lancer y knowmad, como se conoce al trabajador nómada del conocimiento propio de la cuarta revolución industrial.

Indudablemente estas nuevas tecnologías han transformando la manera en cómo se trabaja y el vínculo entre las empresas con la fuerza laboral, así mismo aumenta la necesidad de contar con un talento humano capacitado con habilidades específicas requeridas en el nuevo mundo laboral.  Quedando claro que el modelo de trabajo híbrido llegó para quedarse, en ese sentido los líderes deben de generar estrategias para rediseñar a sus organizaciones a esta nueva tendencia de la era híbrida para seguir siendo competitivos en un nuevo contexto posterior a la pandemia. 

Diseñar un modelo de trabajo híbrido demanda equilibrar los objetivos de la empresa al igual que del equipo de trabajo, garantizar que los colaboradores presenciales y remotos tengan igual acceso a los recursos y oportunidades, con estructuras flexibles, capacidad comunicativa y confianza.

Evidentemente estos cambios incrementan el desafío para competir en el nuevo mundo laboral, dotarse de las habilidades digitales avanzadas es sumamente importante, así como de habilidades de empleabilidad y transversales, incluyendo competencias altamente demandantes como la comunicación efectiva, trabajo en equipo, creatividad, resolución de problemas, pensamiento crítico, adaptabilidad, innovación, organización, productividad y empatía, entre otras; siendo capaces de aplicarlas en el nuevo modelo de trabajo (híbrido). En mayor medida los trabajadores que laboran en ocupaciones altamente automatizables son quienes más requieren de estos reajustes llamados (reskilling) o adquisición de nuevas competencias (upskilling).

De cara al futuro se espera que esta transformación de la tecnología continúe y se acelere, por lo que urge a los gobiernos y empleadores desarrollar estrategias colaborativas con el fin de reducir la brecha de habilidades,  por su parte, el sector educación enfrenta uno de los retos más importantes, preparar adecuadamente a los jóvenes próximos al egreso para su inserción al mercado laboral. Del mismo modo a quienes ya pertenecen a la población económicamente activa, de tal manera que les permita mantenerse a flote en el turbulento mundo laboral.