Comportamiento circular: un hábito posible y necesario
Creative Commons image credit: Jake Willard, www.liveoncelivewild.com

Comportamiento circular: un hábito posible y necesario

Mucho se ha hablado en los últimos años sobre economía circular, y en buena hora. El ciclo lineal de extracción-producción-consumo-desecho está poco a poco siendo superado por uno más virtuoso que promueve mejoras en diseño, uso, reutilización y materialidad de lo que consumimos (y del embalaje de lo que consumimos) para disminuir en parte la huella negativa de la actividad económica en la naturaleza. Hoy efectivamente es posible imaginar un futuro en el que nuevos y mejores hábitos y procesos reemplacen aquellos que fueron formados y concebidos con necesidades más parciales en vista.

 

La gran pregunta hoy es cómo acelerar este camino, y la adopción de los principios de la circularidad en todos los actores de la sociedad con la profundidad suficiente para que, de manera extendida y amplia, este nuevo círculo virtuoso tenga lo antes posible los efectos que se buscan, y para que eso que hoy es para muchos un concepto académico y lejano, se convierta en una realidad cotidiana: el comportamiento circular.

 

Desde luego el ámbito regulatorio tiene mucho que aportar en este sentido, ya sea a través de castigos o incentivos hacia determinadas prácticas tanto empresariales como individuales (y los ejemplos sobran alrededor del mundo). Sin embargo, pareciera no bastar y son múltiples los ejemplos también que muestran que una regulación por sí sola no moldea necesariamente las decisiones de los actores de manera eficaz.

 

¿Qué otros elementos clave agregar? El gran cambio será masivo realmente en la medida que, a través de incentivos, evidencia e información, se logre dar un salto no sólo en educación, conciencia y conocimiento sobre la problemática ambiental que enfrentamos, sino por sobre todo de cómo incorporar las variables ambientales a las decisiones de cada día en todo orden de cosas: desde decisiones de inversión y producción en las empresas hasta decisiones individuales y familiares de consumo, y con la misma importancia, de post-consumo. Pero no basta con evidencia e información, hay que masificarla en simple, en concreto y en lineamientos de acciones fácilmente apropiables por cada ciudadano (para ilustrar este punto: controlar la pandemia del COVID-19 no depende solamente de mostrar la evidencia de lo que genera en la salud humana, las tasas de mortalidad o la velocidad de propagación, sino que depende también de “enseñar” la importancia del lavado de manos, el distanciamiento físico y el uso de mascarillas). No lograremos acelerar hacia una economía realmente circular sólo con la circularidad incrustada en el diseño, materialidad y procesos, pero sin decisiones y comportamientos circulares en el día a día, sostenidos permanentemente.

 

Incentivos, evidencia, información y educación habilitarán el siguiente requisito para acelerar en este camino: que cada actor de la sociedad se piense a sí mismo en más de un rol, y asuma esa variedad de roles de manera consciente, hasta convertirla en un hábito.

 

Los estados y gobiernos pueden no sólo ser fuente de regulación, sino también motores de innovación y desarrollo a través de incentivos de diversa índole, como también a través del diseño de programas educacionales que fomenten la creación de nuevas habilidades circulares desde el mundo público. Adicionalmente, considerando el enorme poder de compra de los estados, el hecho de privilegiar proveedores con prácticas más sustentables y circulares sin duda sería un estímulo y señal poderosa para todas aquellas empresas y emprendedores interesados en tener al estado como cliente o mandante.

 

Por su parte las empresas pueden no ser sólo son organizaciones que buscan proveer más bienes y servicios de valor, sino que también pueden ser organizaciones que desde el aprendizaje humilde, la colaboración y sus capacidades para resolver necesidades, hagan esa provisión reduciendo lo innecesario (desarrollando envases y embalajes más livianos y eficientes), fomentando la reutilización (como por ejemplo a través de envases retornables), eficientizando el impacto ambiental de su requerimiento energético, de agua o de materias primas (privilegiando el uso de materiales reciclados o renovables) y participando activamente en la reducción de su huella no reciclable (evitando enviar al mercado productos o embalajes que no tendrán más opción que terminar en un vertedero). Estos pilares de acción en las empresas son los que un número creciente de compañías está abrazando, en un camino de exploración y expansión del entendimiento de su propio rol en la sociedad, faltando aún mucho por avanzar y lograr. La misma ruta ha comenzado a recorrer, por ejemplo, el sistema Coca-Cola, a través de varias iniciativas en su mayoría colaborativas, siendo una de las más recientes a nivel mundial su estrategia de “Un Mundo sin Residuos”, que busca “circularizar” todos sus envases.

 

Por último, las personas no somos sólo consumidores al final de una cadena (y podemos elegir qué consumir en función del impacto ambiental de lo que consumimos, si lo conocemos y entendemos), también podemos ser quienes iniciemos una cadena reversa de disposición correcta de embalajes y materiales después del consumo. Si no cumplimos ese rol dese nuestro ámbito de acción particular, incentivos, innovaciones y procesos nuevos no alcanzarán para generar la aceleración que necesitamos en la circularización de la economía. Es este rol, estos hábitos y comportamientos, los que pueden generar un efecto multiplicador sobre los esfuerzos en otros ámbitos (para bien, o para mal si la multiplicación es por cero).

 

Como se dijo anteriormente, pero vale la pena insistir, sólo cuando los principios y mentalidad circular estén incorporados en las decisiones de todas y todos, es decir cuando nuestras decisiones, nuestros comportamientos y nuestros hábitos sean circulares, tendremos una economía cuyo ciclo construya un mejor futuro compartido.

Ximena Díaz Alarcón

CEO & Co Founder of YOUNIVERSAL/ Research/ Trends/ Human Insights Latam/ Culture & Future Hunting/ Thick Data/ Innovation/ Professor/Keynote Speaker/ AdAge´s & Adlatina Leading Women/ Women Boards

4 años

Excelente! E indispensable lograr ese cambio de hábitos!

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas