Comunicación (A+E)fectiva

Comunicación (A+E)fectiva

Venimos resaltando el poder de las palabras como transformadoras y generadoras de acción. El concepto de “las palabras unen” -tan bien ilustrado por @72k- nos llevó a volver a pensar en esto y en la oportunidad de esforzarnos por comunicarnos de manera efectiva, pero también afectiva.

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Desde hace tiempo tenemos la premisa de que la gestión de las organizaciones actuales requiere necesariamente trabajar orientados a la efectividad de la comunicación. Necesitamos que nuestros interlocutores, las personas con las que trabajamos, quienes integran los equipos que hacen la organización se comuniquen efectivamente. Que sea aprehendido lo que queremos poner en común. Que las palabras que decimos como organización, se entiendan con el sentido que quisimos darles. Que motiven e impulsen acciones, que contribuyan al sentido de pertenencia.

En esa línea venimos diseñando e implementando estrategias orientadas a contribuir a la efectividad de la comunicación. Estrategias que, a partir de objetivos consensuados, segmentan públicos y proponen diferentes acciones, para llegar a cada uno de ellos con mensajes adecuados a la cultura organizacional, y contribuir al mismo tiempo a que los diferentes públicos también puedan hacer llegar lo que tienen para decir. Esto es, contribuir a que las organizaciones para las que trabajamos puedan “conversar” y a partir de estas conversaciones generar, avanzar.

Como profesionales de la comunicación, nos gusta trabajar en eso y sabemos que aportamos valor a las organizaciones desde este lugar. Nos animamos a dar otro paso ¿Qué pasa si buscamos que nuestras comunicaciones, además de efectivas sean afectivas? Implica, sin dejar de lado la efectividad de la comunicación, tener siempre presente el poder de las palabras: la concepción de que si cambiamos nuestras palabras, podemos cambiar nuestro mundo. Lo cual no es una expresión de deseo revolucionaria o utópica. Nuestro mundo refiere, en este caso, a nuestro ámbito de influencia. Elegir las palabras con las que interactuamos con pares, clientes, familia y amigos, pensando en que sean precisas, claras y, también, en que sean positivas. Impregnar de valor nuestras comunicaciones.

Para hacerlo es necesario un constante esfuerzo por tener una óptica constructiva de las situaciones, que no es necesariamente pecar por exceso de optimismo. Requiere ver nuestro mundo desde lo que queremos que suceda y no desde el déficit, lo que no hemos logrado, lo que nos falta. Reconocer en el otro el valor que agrega desde su individualidad. Resaltar las cosas que hacen que un equipo funcione, que una organización sea saludable, parándonos en lo que existe y es positivo para potenciarlo.

¿Desconocemos entonces que hay posibilidades de crecimiento, que un colectivo organizado tiene siempre oportunidades de mejora? Nada de eso. La propuesta de la comunicación (a+e)fectiva es, impulsarnos a partir de las fortalezas, logros, valores y sueños para crecer y transformarnos.

Confiamos que este tipo de conversaciones ancladas en objetivos claros y al mismo tiempo planteadas desde la apreciación, motivan a las personas, contribuyen a generar mejores relaciones interpersonales, y generan un ámbito propicio para la creatividad, la innovación, el aprendizaje y el desarrollo.

Y sobre todo, nos hacen más felices.  


Lic. Ana Laura Larocca / Lic. María Laura Frances 

agora.comunicacion@gmail.com / Fb: agoracomyrh / IN: Agora Comunicación y RRHH 

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