Comunicación Efectiva: Las Tres Reglas que Debes Conocer
Hay un punto que todos debemos aceptar y reconocer: todo lo que hacemos lo comunicamos.
¿Qué ocurre si nos quedamos callados? También estás comunicando algo. Tal vez no lo haces adrede ni sabes muy bien cuál es tu mensaje, pero hay un mensaje en esa “no comunicación”.
En la vida laboral y personal, nuestras conversaciones, reacciones, y modos de comunicación se definen por el contenido y el contexto. Si no conocemos las condiciones que impactan al contenido, no vamos a entender el mensaje final.
Existen 3 puntos claves para lograr una comunicación efectiva de nuestra parte como oradores y como receptores.
1. La relación le da sentido al contenido
Dependiendo del tipo de relación que tengas con tu interlocutor, vas a poder interpretar el contenido de distintos modos.
Cuando hablo de relación no es sólo desde el ámbito de ser compañeros de trabajo, amigos o un pariente cercano. También nos referimos a los juicios, ideas y preconceptos que podemos haber armado sobre la persona con la que estamos comunicándonos.
Quiero decir que el mensaje puede ser el mismo, pero según cómo te relacionas con tu interlocutor este mensaje cambia el contenido.
Póngamos un escenario, uno en el cual tu amigo dice: "¡Eres terrible en esto!"
¿Estamos hablando de una broma y comentario cariñoso? ¿O es una crítica dura que te genera malestar? Podría ser cualquiera de las situaciones. Va a depender de si lo estamos recibiendo bajo un contexto informal y amistoso, o como parte de un mensaje de un colega en el trabajo con el que quizás no te llevas tan bien.
La naturaleza de la relación, sea amistad o profesionalismo, será el determinante del sentido del mensaje al momento de llegar al receptor.
Lo importante a tener en cuenta es que muchas veces queremos solucionar aspectos de comunicacionales al nivel del contenido, aún cuando el problema es a nivel relacional y de contexto.
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2. La comunicación se da 24/7
Esta regla en la comunicación es de las más importantes, y muchas veces la que determinará el resultado de la conversación. Muchas veces pensamos que si no decimos nada, o aguantamos el malestar, estamos evitando la comunicación con el otro.
Pero, en realidad, hasta cuando nos quedamos callados estamos comunicando algo. La comunicación se da por medio del lenguaje digital y analógico por lo que todo en nuestro alrededor forma parte de esa conversación. Aún si verbalmente no dices nada, son tus expresiones las que lo hacen por ti.
Por eso, una de mis recomendaciones es que cuando tengas algo que decir, comunícalo lo más claro posible, de preferencia considera el buen timing, y gestiona tus emociones al momento de expresarlo, pero no dejes de comunicarte conscientemente.
3. Comunicación analógica y digital
De la mano con los axiomas anteriores, recalcamos que hay que tener en cuenta dos aspectos en la comunicación que viene a ser lo digital relacionada con la expresión verbal, y la analógica que implica todo lo que no es verbal, quiero decir nuestra comunicación física.
La comunicación analógica es una de nuestras primeras comunicaciones desde que somos pequeños, es por esto que nuestro cerebro lee e interpreta con mayor rapidez este tipo de comunicación por sobre la comunicación digital.
Pero el digital sigue estando presente ya que nuestro proceso de comunicación verbal se acompaña de las posturas del cuerpo, los gestos que hacemos, y el tono con el que damos a conocer el mensaje.
Por esto es importante que estés convencido de lo que comunicas.
Espero te haya servido este contenido para tenerlos en cuenta en esta propiedad con la que contamos como seres humanos y tan importante para el mundo laboral que es la comunicación.
Recuerda que es importante que cuides tus relaciones, que comuniques conscientemente y que no dejes de lado la comunicación no verbal.