Comunicación, elemento transversal para la evolución de las organizaciones
La comunicación es el poder más fantástico que tenemos los seres humanos y lo usamos en los diferentes entornos del diario vivir. Es por medio de la comunicación que se pueden generar cambios sociales, influenciar a los demás para que adopten ciertas conductas o comportamientos, evitar o propiciar conflictos y un sinnúmero de posibilidades que se brindan en diferentes escenarios.
El talento humano, como activo fundamental en las organizaciones, permea cada proceso de desempeño de cada una de las personas, que de una u otra manera, tienen diferentes expectativas, realidades, necesidades o personalidades.
En mi experiencia profesional y en Galatea - Organizaciones Inspiradoras, hemos entendido que la comunicación, como elemento transversal, en cualquier institución tiene que basarse en tres pilares para potenciar el crecimiento, fortalecimiento y cambio necesario de la misma, es decir, apoyando la evolución de dicha organización.
1) Cambiar el paradigma
Los paradigmas son modelos de pensamiento o acción que se asumen como invariables. Sin embargo, ni las personas, ni las organizaciones son estáticas, al contrario, son muy dinámicas y por tanto lo es la comunicación como fundamento del ser humano.
En ese dinamismo se requiere los procesos comunicativos reconozcan los cambios propios de los retos, de los objetivos, de las metas y se ajusten a la estrategia de la organización para intervenir todas las áreas y los públicos de interés de una manera efectiva.
Esto implica pensar y hacer de manera diferente. Cambiar el paradigma.
2) Creer para crear
Uno de los objetivos de la comunicación es que cada una de las personas que intervienen en una organización conozcan, interpreten y hasta respiren la esencia de la misma. Esto dará como resultado la confianza en la visión y en la ruta estratégica que han determinado; cuando esto se logra, viene la inspiración en cada uno de los públicos porque creen que están en el lugar adecuado para potenciar las habilidades individuales puestas a disposición de las necesidades grupales.
La reciprocidad es un elemento ineludible, no puede existir confianza o inspiración cuando alguna de las partes no cree, cuando la organización no fomenta la solución de problemas por parte de sus colaboradores o cuando su cultura se basa en la coerción en los diferentes procesos.
Crear se vuelve en la necesidad más importante de las organizaciones actuales, ya que van relacionadas con la innovación y valor competitivo. Pero para lograrlo, cada colaborador debe primero creer que ese es el lugar indicado para aportar, desde allí, la comunicación se vuelve en el motor que fomente esa percepción y motivación.
3) Actuar para crecer
La toma de decisión debe llevar acción, de no ser así, es simple especulación y por tanto carece de impacto. Desde este axioma entendemos que las organizaciones deben actuar de manera coherente para lograr el crecimiento en el mercado, en competitividad, en diversificación de productos o servicios, en fin, en todo lo que en definitiva signifique crecer a partir de sus objetivos.
La toma de decisión debe llevar acción, de no ser así, es simple especulación y por tanto carece de impacto
La comunicación alinea los compromisos, las conductas y la visión compartida en todos las instancias, entendiendo que no todas las instituciones son uniformes, sino que requiere una profundización propia. En definitiva, para apoyar la evolución de la organización, la comunicación se convierte en el catalizador de todos los públicos, con sus potencialidades individuales, para ponerlos al servicio de los objetivos comunes.
Oscar Robayo Quevedo. Maestrando en Gestión de Organizaciones, Especialista en Comunicación Estratégica, Comunicador Social - Periodista.