Comunicar desde el centro.

Comunicar desde el centro.

A resultas de un comentario de la semana pasada a mi artículo sobre la comunicación de los políticos, se planteaba una cuestión muy interesante: ¡cómo se puede comunicar siempre desde la crispación!

La cuestión a la que nos lleva esta expresión es valorar si, comunicativamente hablando, puede resultar efectiva una comunicación agresiva y vehemente; si esta manera de hablar, ciertamente habitual en parte de la clase política y de la sociedad, puede hacer que tu mensaje llegue claramente a tu audiencia.

En mi opinión, este tipo de comunicación demasiado agresiva, lo mismo que si es excesivamente melancólica o muy eufórica, puede provocar siempre el rechazo de buena parte de tu audiencia; muy especialmente, en entornos profesionales; también políticos.

¿Y cuál es la razón, te preguntarás? Muy fácil, la respuesta está en nuestras emociones. Generalmente, en todos y cada uno de nosotros prevalecen unas emociones sobre otras; nos dejamos arrastrar por unas emociones más que por otras; hay gente que es más alegre y otra más reflexiva o melancólica; otros son más eufóricos y están todo el día sin poder parar. ¿Conoces a alguien así? La cuestión es que si nos dejamos arrastrar por esa emoción nuestra comunicación se mimetiza con la emoción y pierde toda la fuerza precisa en una comunicación de éxito; mensaje y emoción dejan de tener coherencia y, como ya sabes, como la emoción que transmites es lo que prima, solo esto llegará a tu audiencia; y el mensaje se habrá perdido. Es decir, si te dejas arrastrar por la melancolía, tu mensaje parecerá triste. Si la emoción que te arrastra es la euforia, parecerá que no puedes parar ni en un entierro. Y si, como en el post, eres demasiado agresivo, tu mensaje parecerá siempre un mensaje de bronca y conflicto.

¿Desde dónde debemos comunicar, entonces, si no queremos que se pierda nuestro mensaje por el camino?

Toda comunicación de éxito debe partir de un estado de centro. Y hay que partir de ese estado de centro para luego poder fluir por las distintas emociones que necesite nuestra comunicación. Porque la emoción, alineada con el mensaje, nos lleva al éxito. Por eso, los líderes comunicativos son capaces de fluir y conectar con su audiencia, haciéndonos partícipes de la emoción precisa en cada momento, lo que sin duda hace que conectemos profundamente con el mensaje.

¿Y cómo se hace esto? Verás, comunicar desde el centro supone dos acciones previas importantísimas que hacen que “desconectes” de tu mente y, por supuesto, del estado de ánimo que traigas para conectarte con todo tu ser. De un lado, sentir tu cuerpo, porque el cuerpo siempre arrastra a la emoción y a la comunicación y necesitas conectarte con él. Para ello debemos tomar conciencia de una buena posición, bien apoyados sobre nuestras piernas, erguidos y con la cabeza alta y los brazos relajados. ¡Esta sería una buena posición de partida! De otro lado, sin duda, la respiración. Conectarte con tu respiración hará que estés aquí y ahora y que alejes tu mente del pasado o del futuro, de los demás o de ti mismo (recuerda el mandala de la comunicación), para estar solo aquí y ahora, esto es, solo en tu comunicación.

Y, partiendo de ese estado de centro, lograrás desprenderte de esa emoción que te arrastra y podrás conectarte con la emoción que tu mensaje precisa y, con ello, lograrás, te lo aseguro, una comunicación de éxito.

¿Qué ocurre, entonces, con aquellos políticos que comunican siempre desde una emoción muy agresiva? Que, salvo que estés muy alineado con su pensamiento político, resulta difícil, tan siquiera, atender a lo que están diciendo porque el rechazo provocado por la emoción es tan grande que ni siquiera puedes atender a su mensaje. Ojo! A la inversa sería igual; si estás muy muy alineado con su pensamiento político, esa emoción tan alta también te arrastrará de tal manera que tampoco tendrás tiempo a digerir el mensaje porque todo es emocional.

También, si tratas de trasladar a los demás un mensaje - comunicar, en definitiva - y, sin embargo, interiormente estás conectado a tu mandala o te dejas arrastrar por una u otra emoción, fallará la coherencia necesaria para una comunicación de éxito y, sin duda, buena parte de tu audiencia se quedará en el camino. Solo desde el centro se edifica una comunicación de éxito.

Porque, ya sabes, tener voz te da derecho a hablar; saber qué decir te da la oportunidad de ser escuchado; pero saber cómo decirlo te permite generar emociones y elevar tus probabilidades de éxito. La comunicación multiplica el éxito.

Luis J. Solana

María Hernández Abós

Talento y Cultura Organizacional. Agile Coach. Experta en Equipos y Liderazgo Sistémico. Coach ejecutivo certificada por AECOP (CECNI-324).

4 años

Me encanta Luis J. Solana !! Muy útil! Estoy nde acuerdo, si comunicamos con una emoción determinada y muy elevada... Comunicar comunicamos, pero a lo mejor no lo que queremos! Gracias!

Luis Martín Nuez

Inventor & CEO 🚀 | Problem solver expert | 50 Most Influential Young Global Leaders 2023🥇🌎 | EdTech | Innovation | DeepTech | Productivity

4 años

¡Gracias! :)

Pedro Lozano Alcolea

Explorador Metaverso e Inteligencia Artificial | Cofundador Imascono | Forbes Top100 | Conferenciante Thinking Heads | LinkedIn Top Voice | Presidente AJE Aragón | Vicepresidente TECNARA

4 años

Muy interesante como siempre Luis J. Solana

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