"Comunidades Felices El desafío de Chile con el Turismo de Base Comunitaria".

"Comunidades Felices El desafío de Chile con el Turismo de Base Comunitaria".

El Turismo en todo el mundo volvió a verse “hacia adentro”, entendiendo que las propias comunidades eran su cliente número uno. La “comunidad anfitriona” feliz, es el nuevo desafío para los planificadores de destinos.


Existen tantos tipos de turismo, como necesidades humanas”, mencionaba hasta el cansancio una experimentada profesora de planificación y economía turística, en mi época universitaria. Y en ese momento, producto a mi inmadurez y mi escasa determinación en mi futuro profesional, no tome el peso que esa frase provocó en mi vida profesional, ahora ligada por mas de 12 años en planificación turística.

Hoy, muy por el contrario, esa frase se a transformado en mi “leitmotiv” en cada día laboral, sea en capacitaciones, charlas, reuniones, o en cualquier plataforma en donde me toca participar.

Bajo esta premisa, surge como consecuencia una pregunta de inmediato. Si existen tantos tipos de turismo como necesidades humanas (demanda). ¿Entonces porque no preparemos oferta? porque no ponemos en valor tantos lugares maravillosos, valles escondidos, patrimonio humano vivo, cosmovisiones, terapias milenarias, métodos de agricultura centenaria y seguimos promocionando destinos hiper saturados, con alta carga turística, con una decena de externalidades, y en donde la comunidad local, en su mayoría, está en contra.

Mas ambicioso aún, deberíamos transformar tanto a las organizaciones civiles (OO.CC) de barrios y sus juntas de vecinos de destinos emergentes, junto también con pueblos lejanos con inmensas potencialidades de Turismo de Intereses Especiales. Ambos, abatidos por índices de pobreza, desempleo, en comunidades anfitrionas en donde el turismo sea diseñado, ejecutado y comercializado por las mismas comunidades, sin intermediario alguno, como lo es la lógica de mercado neoliberal actual.

Chile tiene una deuda histórica y una oportunidad desaprovechada con modelos de planificación turística con las comunidades, es momento de “invertir” en trabajar con comunidades felices, donde ellos mismo a través de modelos de gobernanzas participativas, puedan co-crear con profesionales nuevas experiencias inolvidables relacionadas con la “vivencia”, y luego implementar, promocionar y comercializar, donde cada uno de los nuevos ingresos, sean por y para las comunidades. Con ello contribuimos a minimizar la pobreza, de la mano del turismo. El turismo comunitario es un nuevo modelo para combatir la pobreza en Chile.

Para muestra un botón, el enorme potencial que reviste para diversificar la oferta de Turismo de Intereses Especiales (T.I.E), en los denominados “Pueblos originarios” en nuestro País (tal como lo es en países hermanos como Perú, Bolivia y Ecuador), es gigantesca desde el punto de vista de la oferta. Además de poner en valor su cosmovisión, sus tradiciones y su hermosa cultura, seria una palanca para mejorar la calidad de vida de las comunidades y disminuir su pobreza. Según la Fundación Sol un 85,3% de fuerza laboral relacionada con pueblos originarios, percibe menos de $4000.000 líquidos, es más, un 70% de mujeres de pueblos originarios gana menos de $260.000.- mensuales. ¡Aberrante y vergonzoso!.

Las comunidades rurales, cercanas a destinos posicionados, tienen la oportunidad en el turismo comunitario para salir de la pobreza multidimensional y de ingresos. Como Fundación, creemos hace años que el turismo tiene una relevancia clave en contribuir a disminuir los índices de pobreza en nuestro país, en especial en localidades lejanas, rurales, indígenas, etc, abatidas por la desesperación, el olvido y la pobreza.

Gobernanzas comunitarias, autoorganización, redes territoriales y acuerdos público-privados son el camino para generar productos turísticos competitivos, por tanto, nuevos ingresos a familias de pueblos originarios. Mejorando la economía local de manera amena, entre turistas y comunidades. No de manera espontánea, sino de manera diseñada e intencional.

Chile, las regiones y sobretodo los municipios tiene una linda oportunidad de trabajar en una nueva estrategia de desarrollo turístico comunitaria, con gobernanzas efectivas, de cara a las comunidades. Una actividad turística donde las comunidades manden. ¡Las comunidades primero!

Por tanto, volvemos a esperanzarnos con aquella frase de una recordada y apasionada profesora en mis tiempos de Universidad. El trabajo con las comunidades es la respuesta.

 

Alfredo Ardiles

Desarrollo Local / RSE/ Relaciones comunitarias/Turismo Sostenible/Innovación Social

1 año

Bien Feña, cuando el bienestar y la felicidad son el centro de cualquier proceso de intervención, el resultado siempre será exitoso.

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