Con sed, todo vale

El Jardín Botánico es uno de mis lugares favoritos en Montevideo. Lo visité decenas de veces de niño. No tanto de adulto. Ayer pasé por allí de vuelta y encontré algo novedoso: Una tienda.

Justo estaba deshidratado y hacía un calor desértico. Pregunté si había agua y compré una botella a un precio muy por arriba del promedio. Pero con sed, todo vale.

¿Qué significa esto? Que el valor de tu marca y su contenido dependen mucho del contexto. Quizás estás en la red social equivocada, o usás un formato de contenido que no resuene con tu audiencia, o le hablás a un público que no está interesado.

Porque esa botella de agua en el Jardín Botánico a temperaturas altas vale una cosa. Pero esa misma botella en un supermercado vale mucho menos. Y en un lugar donde hay agua natural bebible, casi nada.

¿Tu marca está posicionada en el lugar adecuado? ¿Le habla a quién le tiene que hablar? ¿Se comunica de la forma correcta? Pensalo, porque el contexto es todo. Prefiero que te hagas estas preguntas antes que publicar sin resultados.

Sobre todo quiero que pienses esto: ¿Y si tenés en frente una oportunidad que ignorás? Por ejemplo: Quizás sos muy buen escritor y nunca publicaste artículos en LinkedIn. O sos buen editor de video, pero nunca pensaste en crear contenido.

Las mejores oportunidades suelen ser las más obvias. Pensá cómo posicionar tu producto como algo deseable, porque el marketing satisface deseos. Al final, querés que la gente compre con gusto una botella de agua cara. Ese es el poder de una buena estrategia de marca.