Conciencia más allá del yo
Los invito a tomar conciencia de nuestro entorno

Conciencia más allá del yo

El fin de semana salimos a almorzar hamburguesas con mi familia. Nos sentamos en un extremo de una larga mesa. Minutos después llegó otra familia, que tomó asiento sin hacer gesto alguno. Mi hijo me preguntó si no se puede esperar del otro que, al menos, salude a las personas con las que comparte una mesa.

Poco antes, había tenido el placer de asistir a la inauguración del jardín infantil Ángel Gabriel, administrado por la Fundación Choshuenco, en San Bernardo. El aporte generoso de varias instituciones benéficas sin fines de lucro hizo posible la construcción de un bello lugar de educación inicial. Tomar conciencia de la condición de vida de sus vecinos de San Bernardo motivó a varios actores distintos a "regalar" su conocimiento, tiempo y esfuerzo por un proyecto con alto impacto social. Al entregar un poco más de uno, motivado por el amor hacia el prójimo, nació una iniciativa que cambiará la vida de un número importante de personas y sus familias.

¿Se ha fijado en la reacción positiva que genera un simple saludo a las personas, aunque desconocidas, con quienes comparte segundos o minutos de viaje en el ascensor? Un breve gesto de respeto y de consideración genera asombro y alegría.

¿Sabe cómo se siente su colega de trabajo? No me refiero a su sensación en relación con sus desafíos laborales, sino en la vida que enfrenta.

Hacer la pregunta tan común, ¿cómo estás?, y esperar con conciencia a la respuesta.

¿Cuándo fue la última vez que se detuvo a apreciar la naturaleza que nos rodea, apreciando el color y la simetría de las formas, el cielo, los olores y sonidos? Hace años que en las mañanas escucho campanas sonando, y nunca me he hecho el tiempo para averiguar su origen. Quién sabe qué maravilla me espera.

Nuestra mente está en constante acción, pensando en los deberes y desafíos, pero muchas veces nuestro pensamiento se entrampa en sensaciones negativas. Por alguna razón andamos por la vida más conectados con el mundo digital, de la mano del celular, que con nuestro entorno real. Estamos siempre pendientes de las novedades que comparten amigos en sus redes sociales, en las cuales proyectan una imagen elaborada con dedicación y cuidado, y suelen compartir sólo lo positivo y alegre. ¿Son amigos o más bien conocidos? ¿Qué pasaría si prestamos la misma atención a la realidad en la cual estamos inmersos?

Nos invito a tomar conciencia de nuestro entorno, descubriendo espacios para ser un actor activo en la sociedad y generar cambios, independientemente de lo insignificante que parezcan.

Desconozco si da para hablar de una cultura del amor. Propongo que hablemos de una cultura basada en el respeto, en el respeto por el prójimo, por nuestro entorno, por la sociedad como un todo en la cual cada uno de nosotros debe ser parte activa y consciente, aportando un poco más desde su vereda.

Natalia Hartog

Innovative Entrepreneur

5 años

Que hermoso mensaje Gabriele! Agradecida de leer palabras sinceras que invitan a amar finalmente, siento esto también a partir del respecto, por supuesto! Cariños mil

Patricia Boguen González

Gerente de Marketing Estratégico Omnicanal | Gerente de Producto | Estratega en Transformación de Negocios | Innovación en Health Science y Consumo Masivo | Desarrollo y Acceso Nuevos Negocios |

6 años

De nosotros depende generar una transformación cada minuto de nuestra vida, darse cuenta es lo primero. Excelente Gabriele

Rodolfo Espinoza

supervisor terminaciones en constructora enaco

6 años

Yo en mi rugro de la construcción la carencia de empatia es grave y el ego de algunas personas es tan grade que no cabe en todo su cuerpo y cabeza y se convierte en un apatico desagradable incomunicativo que se proyecta de formo negativa dejando a los que lo rodean en un anbiente hostil lleno de negativida tranformado el dia en un ambiente tenso y desgradable ,la empatia no tiene lugar

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